'EL FANTASMA DE GAUDÍ'
La vida y la obra de un arquitecto visionario
El Torres y Jesús Alonso Iglesias publican en Dib-Buks el cómic de intriga ‘El fantasma de Gaudí’
Antón CASTRO
Antoni Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) dijo: “La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte”. Es uno de los arquitectos más misteriosos del siglo XIX y XX. En su obra, acusada de barroca y fantasiosa, se perciben diversas huellas: el arte oriental, el arte nazarí y el mudéjar, el arte gótico (para algunos él realiza un peculiar arte neogótico) y el Mediterráneo, con su luz, su colorido, su sensualidad y la hermosura continua de las formas. Fue un solitario, un místico y un innovador, amó y no fue correspondido, y dejó en su obra un sinfín de elementos simbólicos, religiosos y esotéricos que hacen de él un personaje complejo e insondable. Falleció tras ser arrollado por un tranvía el 7 de junio de 1926: vestía como un pordiosero, iba sin identificación y pensaron que era un mendigo. Para entonces ya había concebido algunos de los mejores edificios de la Barcelona contemporánea: la Casa Calvet, la Casa Figueras o Bellesguard, el Parque Güell (contó durante años con el mecenazgo de Eusebio Güell), la Casa Batlló, la Casa Milà; el gran proyecto de su vida, desengañado de otras apetencias mundanas, fue la Sagrada Familia, a la que él llamaba “El Templo”, sin más.
A Ricardo Esteban Plaza, editor de Dib-Buks, sello especializado en cómic, no le había pasado inadvertido este ermitaño y sabio de la arquitectura. E invitó al guionista El Torres y al dibujante y colorista Jesús Alonso Iglesias a realizar una novela gráfica. El Torres aceptó de inmediato, aunque con una objeción: él no se sentía cómodo en el género de la biografía y optaría por la ficción. “Ficción sobre Gaudí, sobre su obra (…) Y de repente surgió. Un asesino que odia y ama a Gaudí al mismo tiempo. Que se sentía tan confundido y abrumado como yo. De toda esa confusión de sentimientos surgió el tebeo”, dice El Torres, y avanza algunas claves de su mirada: “Aquí está todo, la necesidad de comprender y la capacidad de fascinarse, y la rabia por no poder comprenderlo todo”.
Así nació ‘El fantasma de Gaudí’ (Dib-Buks, Madrid, 2015), donde fue decisiva la presencia de Jesús Alonso Torres. El propio El Torres define así la aportación del dibujante: “Si yo creo que soy minucioso y obsesivo cuando escribo, Jesús lo es más. Hace mi tarea más fácil. Estudia minuciosamente todos los ángulos posibles de la narración, se documenta no solo con las cuatro fotos que le envía el guionista, sino que busca y rebusca más allá. Y luego dibuja. Dibuja como los ángeles”,
En esta novela de intriga y suspense se produce una cadena de asesinatos en edificios de Gaudí: en Casa Vicens y en los Pabellones Güell, en la Casa Calvet, en la Casa Batlló y La Pedrera. Son crímenes un tanto rituales que provocan desconcierto. Está claro que la arquitectura de Gaudí es uno de los protagonistas fundamentales de este cómic, algo más que un escenario. El constructor Montull dice: “En cierto modo, Gaudí es Barcelona. Su visión, su genio conformaron el ánima de esta ciudad”.
Se lo dice a Jaime Calvo, un inspector intuitivo que ha fracasado en otros casos y que regresa a este, quizá para limpiar su conciencia. Lo acompañan la jueza Montaner, un poco enamoriscada del policía, y una mujer, Antonia, que tiene un trabajo inestable y que salva a alguien de morir arrollado y que pronto se sentirá abducida por la leyenda de Gaudí. Quizá el gran otro personaje, no se sabe si real o soñado, tal vez sea una especie de fantasma que habita en los edificios del arquitecto. Y por supuesto hay, al menos, un asesino inesperado, al que le oímos decir: “A veces soy Gaudí. A veces soy otra persona. Soy alguien roto. Soy mil pedazos unidos”. Curiosamente, en el tebeo hay una palabra que explica muy bien la poética gaudiniana: ‘trencadís’, que significa troceado o picadillo, y es una aplicación decorativa del mosaico a partir de trozos de cerámica, sobre todo azulejos, técnica que desarrollaron Gaudí y el modernismo catalán.
‘El fantasma de Gaudí’ es un cómic que aborda la peripecia de una obsesión. A la vez que se cuenta una historia sangrienta, de auténticos planos cinematográficos, poderosa y que se sigue muy bien, invita a recorrer una Barcelona mágica. El Torres y Jesús Alonso ofrecen muchas claves de interpretación de la obra de Antoni Gaudí. Encarna al arquitecto visionario y extraño, de impronta personal, apasionado de la geometría y del volumen y de la estructura, que poseía una gran sensibilidad para desarrollar en sus edificios los elementos decorativos y la fuerza de los símbolos. El libro lleva un prólogo del turolense Javier Sierra, que dice: “Gaudí quedó atrapado a principios del siglo XX en una visión del mundo que iba mucho más allá de los convencionalismos, y justo es este espíritu el que ahora ha sido comprendido y recuperado con acierto por los autores en este cómic”.
LIBROS
Palabras mayores
Emilio Gancedo
Durante seis meses, Emilio Gancedo (León, 1977) recorrió España. El resultado es este ‘viaje por la memoria rural’, en Pepitas de Calabaza. Visita tierras, se adentra en los pueblos y oye historias increíbles. En Aragón se va a Sobrepuerto y sigue a José María Satué y al niño Pedro Gimeno…
267 vidas en dos o tres gestos
Eugenio Baroncelli
Este es un libro de Periférica, para los letraheridos, de textos breves, cuentos, perfiles, detalles insólitos de escritores y seres famosos y menos famosos, esencialmente gestos, rarezas, obsesiones. Es un formidable inventario de historias, de magia, de demonios, de suicidios y de puros delirios.
*De la serie diaria de 'Heraldo de Aragón', Letras Estivales.
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