SOL GALLEGO-DÍAZ, UN DIÁLOGO
PERIODISMO Y POLÍTICA. COMUNICACIÓN
Soledad Gallego-Díaz: “No existe, ni puede existir, amistad entre periodistas y políticos”
La primera directora de ‘El País’, de 2018 a 2020, columnista de actualidad, visita Zaragoza el viernes 1 y reflexiona sobre su oficio
Soledad Gallego-Díaz (Madrid, 1951) se define como “periodista de redacción”. Ha trabajado más de media vida en el diario ‘El País’, desde su fundación en 1976, y ha publicado varios libros, entre ellos: ‘Crónica secreta de la Constitución: (40 años después)’,’Del consenso al desencanto’ y ‘Los siete magníficos’. El viernes 1 de abril, a las 18.00, participa en el ciclo de conversaciones de Laab, en la plaza del Pilar, 3.
Usted fue la primera mujer directora de ‘El País’, y lo fue durante dos años. De junio de 2018 a junio de 2020. ¿Cómo vivió la experiencia?
Como una experiencia interesantísima en una época especialmente intensa. ¡Qué cantidad de cosas imprevistas con otras muy previstas! Fue un tiempo que exigió tomar decisiones muy rápido. Fueron dos años especialmente intensísimos desde el primer momento porque hubo que estar tomando decisiones continuamente.
¿Y eso se vive con vértigo, con responsabilidad, con más oficio que nunca, con serenidad? Usted parece una mujer muy serena.
No, no soy muy serena. No. Yo me enfado en el trabajo. Ja ja ja. Sobre todo si eres directora de un medio, lo importante es poner en marcha todos los recursos que tienes; realmente se trata de aprovechar todos los medios que tienes, de sacarles partido, y hacerlo siendo consciente de la responsabilidad que tienes. Dirigir ‘El País’, o cualquier otro medio, es un puesto de mucha responsabilidad. Te lo tienes que pensar, si lo aceptas, y para qué…
¿Por qué aceptó ser directora de ‘El País’? ¿Tenía unos fines, una estrategia?
En mi caso, lo que yo quería es que ‘El País’ recuperara algo que yo creí que debía recuperar. A mí me parece que los medios de comunicación, los buenos medios de comunicación, tienen una personalidad que se hace a lo largo de los años, se construye con el trabajo de centenares de periodistas y de miembros de la administración. Quiero decir que un periódico es un producto cultural hecho por muchas personas y todo eso va decantando un carácter. Y si pierdes ese carácter en un momento dado, has perdido lo fundamental, el legado de muchas personas. Y a mí me parecía que en el aquel momento ‘El País’ tenía un problema de personalidad y me parecía que tenía que hacer un esfuerzo por recuperarlo.
¿Qué es lo más duro para una directora, lidiar con la redacción o con los políticos? ‘El País’ es como un espejo y ha sido la referencia de la prensa en España durante mucho tiempo.
Sí. Con los años, los periodistas aprendemos que las presiones son algo inherente a nuestro trabajo. Y los que hemos hecho información política, y yo he hecho información política durante mucho tiempo, sabemos perfectamente que los políticos tienen un gran problema de comprensión de lo que es la comunicación y de lo que es el trabajo de los periodistas. En cierta manera, estás acostumbrado a eso. Saber lidiar con las presiones de los políticos en un medio como ‘El País’ es algo común. Se aprende rápidamente porque las presiones son muy grandes. Desde que eres redactor de base aprendes tú mismo a gestionarlas y los directores aún más todavía. El problema no es que haya presiones, haberlas haylas y tienes que lidiar con ellas, y esa dificultad se aprende también con los años porque para ejercer el oficio lo necesitas.
¿Cuál es la clave de un periodista político?
Importa mucho atenerte a unas reglas profesionales y esas reglas hay que respetarlas. Y en la política también. Es muy importante mantener una cierta distancia, no existe amistad entre periodistas y políticos. No existe. Existe aprecio personal o lo que quieras, pero amistad no. No puede existir. Eso por un lado, y por otro lado las personas que hacemos información política aprendemos pronto una cosa…
¿Qué es...?
Lo mejor que puedes preguntarle a un político es sobre su propio partido.
A veces parece que les interesa más hablar de los partidos ajenos.
No. No. Sobre su propio partido. Es de lo que más saben. Los políticos saben mucho más de su propio partido que de los ajenos, de sus propuestas que de las propuestas ajenas. Lo suyo, aunque ellos solo quieran hablar de otra cosa, es que hablen de lo que les compete, que es una cosa importante. Y luego, como decía el periodista Robin Day, británico famoso y diputado próximo a los conservadores, y un día le pregunté cómo era ser entrevistador de la BBC. Entrevistó a Margaret Thachter, una entrevista muy densa, y le pregunté cómo hacía esas entrevistas políticas, y me dijo: “A los políticos yo no les hago juicios de intenciones. Les digo, usted prometió esto, y no lo ha hecho. Explíqueme por qué”.
El otro día la escuché en la radio, en la Cadena Ser y, siendo elegante, le tiraba de las orejas al presidente de Gobierno Pedro Sánchez por elegir mal los foros donde dice las cosas y por su cambio de opinión sobre el Sáhara. ¿Le ha decepcionado Sánchez, le parece que está precipitado, que es desleal con sus socios de gobierno, que está ensimismado?
Los periodistas de alguna manera criticamos y los presidentes de gobierno son objeto de crítica de los periodistas porque son ellos los que tienen más capacidad de poder y más capacidad de comunicación, y es lógico que sean ellos objetos de la crítica. Más que otros, más que la oposición incluso. Pero en concreto en el caso del señor Sánchez, y también los políticos españoles, es que recurren a explicar sus posiciones fueran del Parlamento y fuera de La Moncloa. Yo lo que criticaba es que explican las cosas fuera de los mecanismos institucionales que existen para ello, y eso al final termina perjudicando a las instituciones porque dejan de tener el papel relevante con el que han nacido. Esto de parchear y dejarlas de lado en el debate creo que es una mala idea que tienen, desde hace bastante tiempo, los políticos españoles. Y es algo que han tenido otros políticos anteriores también. Que van a teatros, a reuniones con empresarios, y hablan de sus proyectos realmente importantes en ese foro en vez de hacerlo donde deben hacerlo en el Parlamento directamente o bien convocando una reunión en la Moncloa.
¿Qué percibe del tema del Sáhara?
Es evidente que ha habido un cambio de opinión. Puedes estar de acuerdo o no, pero lo que no puedes hacer es admitir que no lo ha habido. Un periodista no puede decir que no ha habido cambio. Dices: “No, ha habido cambio, y dígame usted por qué. Y a lo mejor puedo estar de acuerdo, pero lo que no puede usted, señor Sánchez, es negar los hechos”. No deberían negarlo, y si lo hacen los periodistas deberíamos recordarles que los hechos son los hechos.
¿Le parece que estamos en ese momento, a lo largo de los 40 años de democracia, donde la hemeroteca funciona menos y se olvida más lo que se ha dicho, los compromisos...?
No sé qué le diga. Parece que la hemeroteca está funcionando más que nunca. Con estos programas de televisión, que están con la hemeroteca para arriba y para abajo. La hemeroteca a veces es peligrosa porque claro que la gente cambia de opinión. No podemos estar siempre, “usted dijo hace quince años…” La hemeroteca tampoco es la Biblia. La gente tampoco puede estar diciendo lo que dijo hace quince y repetirlo veinticinco años más. Eso no es así, pero una cosa es eso y otra la falta de coherencia. Ese es otro problema.
El miércoles se publicó una página en ‘El País’ explicando los errores o precipitaciones de Alberto Feijoó. ¿Tiene usted la sensación, como su periódico, que ha perdido la tranquilidad ya en sus primeras intervenciones?
Bueno, yo creo que ha salido a la palestra de una manera muy brusca, pero lo que pasa es que tiene poco tiempo para aclarar exactamente qué es lo que pretende. De momento, el problema con Feijóo no es tanto que haya metido la pata como que necesita tiempo. Tiene un problema importante: hasta que no aclare su posición con respecto a Vox pues habrá un problema serio con el señor Feijóo porque no se sabe qué opina sobre ese asunto. Una cosa es que no haya tenido nunca el problema con Vox en Galicia y otra que en Castilla y León el señor Mañueco difícilmente hubiera aceptado el gobierno de coalición con Vox en contra de la opinión del señor Feijóo por mucho que el señor Feijóo no sea presidente del partido todavía. Este fin de semana será elegido presidente de su partido y será firme candidato a presidente de Gobierno, y sí, tiene que aclarar algunas cosas fundamentales. Y el tema de Vox no es menor.
¿Cómo está viendo y viviendo la invasión de Ucrania?
Es un hecho gravísimo que exige una respuesta muy firme de la comunidad internacional. Es un momento muy difícil de Europa y es importantísimo que Europa se mantenga unida, que la CE se mantenga unida y sea capaz de mantenerse unida a lo largo de meses y de años, si hace falta. Pero es imprescindible que Europa no vacile, no flaquee en este asunto. Es un hecho muy grave y exige una respuesta muy seria.
¿Cómo se alimenta, qué libros la ayudan en sus reflexiones?
Me acompañan libros de historia, todo lo que puedo, y también la poesía, especialmente de la Premio Nobel polaca Wislawa Szymborska. La poesía nos ayuda mucho a los periodistas y a mí especialmente.
1 comentario
juan re crivello -
https://masticadores.com
Un saludo
juan re crivello