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Antón Castro

UN POEMA DE J. A. GOYTISOLO

UN POEMA DE J. A. GOYTISOLO

En el verano de 1997, invitado por El Silbo Vulnerado y Luis Felipe Alegre, participé en una embajada cultural española en Cuba: estuvimos en La Habana, Cienfuegos, Cumanayagua y Trinidad, entre otros lugares. Allí conocí a Ramón García Mateos, poeta, rapsoda y profesor especializado en poesía española y especialmente en José Agustín Goytisolo. Es el responsable de la edición de su poesía completa, con Carmen Riera, en Lumen, aparecida en 2009. El otro día le pedí que eligiera uno de sus poemas favoritos del autor de ‘Palabras para Julia’ –estos días se ofrece una exposición de su obra, de sus fotos y de su mundo en la Biblioteca de Aragón-, me manda este y añade un poema inédito suyo. Aquí están los dos para abrir el día.

 

MARCIAL ENTRE EL AMOR Y LA MISERIA


No: no puedes irte. Debes terminar
los escritos que tienes empezados
y has de quedarte aún. Tú sabes bien
cómo ahuyentar las sombras con esa lamparita
que ilumina de noche los papiros
del libro en que trabajas. Emplea si es preciso
los trucos que conoces: sahumerios
y filtros y oraciones
y que el vino no falte; o adopta tu papel
de viejito capaz de dar amor
pues quieres oh hijoputa te devuelvan
centuplicado para así ir colmando
tu vanidad. Pero no te descuides:
pronto no encontrarás quien quiera desvestirte
ni traerte más tinta o más aceite
ni compartir contigo las cenas y el desvelo
ni charlar de la vida o leerte unos versos
ni ayudarte a dormir antes que llegue el alba.

No: no debes marcharte porque aún
no te llegó el momento que anuncia la catástrofe;
ese final de zorro gastado y solitario
que merodea ciego entre los pajonales
quemados del verano en busca de un lugar
donde tenderse ya.
                           Entre amor y miseria
has perpetuado aquí tu paso con palabras
tal huella de una mano rupestre en rojo oscuro
pero puedes ahora hacer sentir pasión
a una muchacha que tal vez te lea
muchos años después de que hayas muerto.
Aunque andes renqueando te ayudará a seguir
toda la envidia cárdena del gran anfiteatro:
los cientos de miradas que acuchillan
tu toga entre las otras y desean
hablar de ti en pasado. Pero aún
hay veneno y jazmín en tu tinta: y ni la muerte
les va a librar de tu arte despiadado y purísimo.

José Agustín Goytisolo
(El rey mendigo, 1988. Cfr. Poesía Completa (ed. Ramón García Mateos y Carme Riera), Lumen, Barcelona, 2009)

2 comentarios

Freya -

Que final mas bien abrochado le da a todo el poema, un gustazo leer, un gusto estar en todas estas letras.