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Antón Castro

MERCEDES SOSA: ADIÓS A LA VIDA

MERCEDES SOSA: ADIÓS A LA VIDA

Me entero de la muerte de Mercedes Sosa, una maravillosa e intensa voz. El pasado viernes recordaba cuánto me impresionó y me emocionó su interpretación de ‘Alfonsina y el mar’, que es una de mis canciones favoritas. La vi varias veces, pero recuerdo una actuación en La Romareda, envuelta en un poncho, guarecida en su poncho indígena mientras evocaba el espíritu de Atahualpa Yupanqui y el magisterio de Violeta Parra. Tomo esta necrológica de una periodista sensacional de ‘El País’: Soledad Gallego. Estoy escribiendo un artículo sobre espías: pongo sus canciones en el spotify.

 

 

Soledad GALLEGO / El País

 

La Negra, la cantante folklorista de América Latina por excelencia, Mercedes Sosa, ha fallecido hoy domingo en una clínica de Buenos Aires, a los 74 años, víctima de una enfermedad hepática. Miles de seguidores en América Latina y en España (donde estuvo exiliada cuatro años durante la dictadura militar argentina) cantaron con ella su extraordinaria interpretación de Alfonsina y el mar, y otras zambas, chacareras, milongas y tonadas que popularizaron en los años 70 y 80 el folklore latinoamericano en todo el mundo y la convirtieron en una de las mejores y más famosas intérpretes del continente.

Su muerte ha sido acogida con dolor también en los medios rockeros y de música pop de América Latina, a los que siempre prestó su generoso apoyo y colaboración. Su relación con los músicos jóvenes argentinos fue constante: era ella la que les buscaba para ofrecerles incorporar algunas de sus canciones en los álbumes de música folklórica que iba produciendo (más de 40 a lo largo de su carrera). En su último álbum doble, Cantora, ya enferma, fueron muchos de esos músicos quienes se ofrecieron a cantar duetos con ella: Shakira, Fito Paéz, Charly García, Caetano, Soledad (la actriz de La promesa de sus ojos), Julieta Venegas, Drexter o los españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina colaboraron para lanzar un disco que ahora está nominado como mejor álbum del año para los Grammys Latinos 2009. "La Negra era la mejor cantante de Argentina y la voz de América Latina", ha asegurado Fito Páez. Ella, sin embargo, rehusó siempre el apelativo de "la voz de América Latina", que le parecía excesivo.

Michelle Bachelet, presidenta de Chile, que se encontraba el viernes visitando precisamente el pueblo natal de la folclorista chilena Violeta Parra, expresó su cariño y su admiración por Mercedes Sosa y recordó la amistad que mantuvieron ambas cantantes. La Negra Sosa cantó insuperablemente algunos de los temas más famosos de Parra, entre ellos su Gracias a la vida. "Ella era, quizás, la voz más vigorosa de América Latina", lamentó Bachelet.

"Mercedes fue un ser bondadoso, sin ningún tipo de maldad y su presencia era una necesidad para todos los que actuamos o grabamos con ella", ha resumido el letrista Antonio Tarragó Ros, en nombre de los músicos argentinos.

Mercedes Sosa fue siempre una cantante comprometida con causas políticas y sociales. Formó parte de la bohemia que acompañó el folklore argentino en los años 70-80, el llamado Movimiento del Nuevo Cancionero, y participó en cuanta marcha, manifestación o encuentro hubo en esa época a favor de las comunidades indígenas, luchas sindicales o encuentros políticos sobre los derechos humanos. Durante un concierto celebrado al inicio de la dictadura militar fue detenida, junto con buena parte de su público. Al recobrar la libertad, marchó al exilio (España y Francia), de donde no regresaría definitivamente hasta la llegada del presidente Raúl Alfonsín y la democracia. En una reciente entrevista comentó aquellos momentos de intensa lucha política: "Antes, los sueños eran más radicales; perfectos. Ahora, se hace lo que se puede".

Viuda, con un hijo y dos nietas, Mercedes Sosa se distinguió por su magnífica voz, con registros de soprano y de una belleza muy singular, y su conexión con todas las grandes figuras del folklore latinoamericano, desde Atahualpa Yupanqui a Violeta Parra. Sus interpretaciones de la Cantata Suramericana o la Misa Criolla recibieron premios internacionales. Sin embargo ella siempre se consideró una "negra petisa (una mujer pobre, morena y pequeña), sin glamour, tal y como se refiere a mí la oligarquía de mi país". "Este es un país de negros", decía con ironía, "en el que todos son rubios".

En los últimos tiempos, cansada y enferma, aseguraba encontrarse feliz, rodeada de afecto. "Tengo suerte", decía, "...pero me ha costado mucho". La Negra Sosa luchó hasta el final por cumplir los objetivos del Manifiesto del Nuevo Cancionero que firmó en Mendoza, en 1964, cuando sólo tenía 28 años, y en el que se proponía renovar la canción argentina popular para conseguir que "se integre en la vida de todo el pueblo, expresando sus sueños, sus alegrías, sus luchas y sus esperanzas".

 

*Esta foto de Mercedes Sosa la realizó Wald Fulgenzi en su camerino.

3 comentarios

ana a. -

"Alfonsina y el mar" también es una de mis canciones preferidas. Antes la cantaba en todos los "saraos". Hasta la cante en mi boda, vestida de blanco, guitarra en mano... Besicos.

Inés -

Gracias por tu homenaje, qué bonita foto.
Voy a ir al enlace que te dejaron.
Saludos

Magda -

En su recuerdo... :

http://www.youtube.com/watch?v=gKgEBBUI6U4