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Antón Castro

'LEER ESPAÑA' DE GARCÍA DE CORTÁZAR

GARCÍA DE CORTÁZAR INTERPRETA

LA HISTORIA A LA LUZ DE LA LITERATURA

 

Crónica de un país tumultuoso

a través de las ficciones literarias

 

 

El escritor e historiador publica ‘Leer España’ (Planeta), donde mezcla el análisis, el viaje en el tiempo y la antología de textos

 

 “Me he acercado a la historia de España desde casi todos los puntos de vista: los mitos, los perdedores, la cultura, el arte, había hecho hasta un atlas. Creí que me faltaba algo: la literatura. En este libro, lo que hago es precisamente eso: acercarme a la historia a través de la imaginación de los escritores”, dice el historiador y Premio Nacional de Historia Fernando García de Cortázar (Bilbao, 1942), que continúa su tarea de estudiar España en toda su complejidad y su riqueza con un nuevo volumen: ‘Leer España. La historia literaria de nuestro país’ (Planeta). Agrega: “Los escritores tienen la facultad de llegar allí adonde no llegan los historiadores: las grandes pasiones, el alma humana, las utopías, los sueños. Me aproximo a ese parpadeo de la libertad y de la creación, y lo hago en un auténtico viaje a través de la palabra y la ficción, desde los antiguos hasta nuestros días, desde escritores clásicos griegos y romanos, hasta numerosos extranjeros y por supuesto españoles de todas las épocas”.

Fernando García de Cortázar explica cómo ha hecho su trabajo: “He organizado este viaje por la historia de España, que es una historia individual y colectiva apasionante, a través de pequeños capítulos, cuyos títulos he seleccionado con mimo. Estoy obsesionado por el estilo. Creo que eso es una marca de la casa”, dice. Los títulos pueden ser desde ‘Los párpados de plata’ a ‘La busca de Averroes’, un diálogo con el cuento famoso de Jorge Luis Borges; desde ‘Oh, capitán, mi capitán’, en alusión a una película y a un verso de Walt Whitman, o ‘Con los ojos anegados de ceniza’, por citar algunos ejemplos. “Cada capítulo está dividido en cuatro partes: casi un minicuento o síntesis del período (‘Todos los sueños son un solo suelo sueño’, así arranca el primero, de apenas diez líneas), un cuadro histórico creo que muy bien elegido, un resumen de los principales sucesos y personajes de cada época, redactado con una prosa cuidada y bella, lo más próxima a los escritores elegidos, y, por último, la selección de textos”, explica. Ha utilizado a multitud de autores: desde Quevedo, Conan Doyle, Flaubert, Polibio, Julio César, Lucano, Manuel Mújica Láinez, Delibes, Cervantes, Valle-Inclán, Blanco White, Savater, Cercas, Juan Marsé, Muñoz Molina o Luis Cernuda, etc. Y, por lo que a Aragón compete, García de Cortázar cita a Marcial, que es el único autor del capítulo tercero, y a Ramón José Sender, que figura en el vigésimo sexto, con una cita de ‘Mr. Witt en el Cantón’, y en el trigésimo primero con unas frases de ‘Imán’.  

“No hay demasiados poetas, quizá porque ellos suelen centrarse más en los aspectos trágicos y parecen aludir una y otra vez a la naufragio, al pesimismo, a la desolación. Que quede claro: intento huir del pesimismo español, en el que suelen reafirmarse. No creo que los poetas, por lo regular, tengan un espíritu histórico, una visión global. Entre otros, están Jorge Manrique, Quevedo, Luis Cernuda…” Otro de los elegidos es Marcial: García de Cortázar traza su biografía y selecciona sus ‘Epigramas’. Dice que Marcial “hace un retrato minucioso y mordaz de la Roma que habitó durante treinta y cuatro años”. Agrega que lo hacía con gracia, con sentido del humor, con picardía y con una personalidad que “se parece en muchas otras cosas a la de un personaje esencial, paisano suyo: Baltasar Gracián”. Marcial también es emblema de las contradicciones: después de vivir y triunfar en Roma, quiso regresar al paraíso de su niñez en Bílbilis, pero en cuanto regresó “no dejó de añorar, sino a Roma Misma, sí la atmósfera del lugar donde un viejo y ávido poeta podía satisfacer todas sus aficiones: la vida culta y elegante, las bibliotecas y teatros, las tertulias y banquetes…”

Aragón está muy presente en el libro: García de Cortázar alude a Miguel Servet, está presente entre los herejes aunque no lo cita específicamente, y a Goya; de Fernando el Católico dice “que impulsa la Corona de Castilla y una nueva España. Es el político más importante y emprendedor de su tiempo. Era un estadista”. García de Cortázar también habla de Carlos II ‘el Hechizado’, un personaje muy literario que ha hecho correr ríos de tinta; la Ilustración la explica con textos de Alejo Carpentier, Gabriel Garía Márquez y Álvaro Mutis.

“Este libro aspira a sugerir una biblioteca ideal que luego el lector irá completando. Se percibe el interés que ha suscitado España en el mundo entero, cómo nos vieron. Somos un país marcado por las guerras civiles. Es curioso: la leyenda negra es un invento español, de Bartolomé de las Casas, y cuando oyes hablar de mal de España te das la vuelta y percibes que es un español. Los extranjeros fueron mucho más ecuánimes y entusiastas con los españoles”. Reivindica a políticos, filósofos, pensadores que pueden orillar la herejía como el turolense Miguel de Molinos (“que es un gran perdedor de vida azarosa que lleva adelante su pensamiento y ocupa un lugar eminente en la disidencia”) y los momentos claves de la historia de España.

Queremos saber cuál es su postura ante la crisis y el momento actual de España. “El presente me da mucha tristeza. El PSOE nos engaña y se reafirma en el engaño. Me sorprende ver cómo se aferra al poder y su capacidad de improvisación. Ahora la mejor ficción es contar lo que pasa, tan inverosímil. ¿Ministro de Cultura, yo? De ninguna manera. No tengo apetencia de poder y soy enemigo de la burocracia. Sí me gustaría influir en el poder con mis libros, con lo que escribo. Solo eso”, concluye.

 

FICHA

Leer España. La historia literaria de nuestro país. Fernando García de Cortázar. Planeta. Barcelona, 2010. 542 páginas. (La foto de Fernando corresponde a Paloma Aguilar).

1 comentario

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García de Cortázar es un gran historiador, un trabajador de la ciencia histórica que emplea la razón para explicar el pasado, y no el romanticismo acrítico e infantil, como hace el nacionalismo. La ciencia no tiene tanta venta como la emoción, pero termina prevaleciendo. Porque es la verdad. Zorionak, García de Cortázar jauna.