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Antón Castro

MIGUEL ÁNGEL YUSTA: 3 POEMAS

[Hace unos días me crucé con Miguel Ángel Yusta, que regresa de una hermosa y dolorida experiencia de amor y complicidad. Ha regresado al mejor lugar para el refugio: la poesía, la palabra, la memoria. Ahí encuentra su redención y su consuelo. Tras el loco amor, la resaca; tras la sensualidad y el viaje, otra exploración interior. He aquí tres poemas; entre ellos, el que leyó el viernes en La Almunia de Doña Godina en la maravillosa noche popular de poesía erótica.]

 

POEMAS DE MIGUEL ÁNGEL YUSTA.

 

 

CARIÁTIDE

 

Regresa,
cuando el alma retoñe,
yo salga de las sombras
y podamos retomar el camino.
Retorna bajo el sol del mar Egeo
una mañana asordada de pájaros
y pasaremos el umbral del templo.
Recibirás allí estola de seda,
te coronarán estrellas de luz
y volverás a ser, viva Cariátide,
sostén del Erecteión, que sin ti se derrumba.

  

EROS (La Almunia 2012)

 

[Poema leído en la noche de poesía erótica

de La Almunia de Doña Godina]

 

Desvelaré las horas del deseo
y haremos el amor.
Me beberé el rocío
de la cálida rosa donde manas.
Brotarán en los dulces humedales
amapolas heridas por la luz.
Serás así, definitivamente,
el cáliz adorado de mis días.
Reposaré en tus ondas,
ya lejos de la ausencia
y aceptarás la dicha de la entrega
que cabalga sobre tu vientre abierto.
Sentirás la presión alada de mis velas
cuando viajo mecido por tu brisa
hasta llegar, vencido,
al abrigo tan dulce de tus labios.

 

PRIMAVERAS ROBADAS

 

 

Primero nos dijeron que éramos pobres,

porque debía haber ricos y pobres.

Que nos quedásemos siempre en la fila de atrás

soportando todo con resignación para ir al cielo.

Que ofreciéramos sacrificios para ser bien vistos

a los ojos del Dios de ellos,

los poderosos, vencedores, guardianes de la fe.

No lo entendímos bien,

pero aguantamos fríos,

las carencias y la ropa vuelta de nuestros hermanos,

las peores butacas o los bancos corridos de los cines malolientes,

la tercera clase del tren y el estribo del tranvía.

 

Bienaventurados los que sufren,

decían desde púlpitos y tarimas.

Abríamos ojos y oídos para no perder ni una palabra

ni un gesto, brazos cruzados sobre el pupitre o los bancos.

Todo estaba en silencio

bajo la amenazadora mirada de las imágenes

de gesto fiero o doliente y ojos extraviados.

Luego,en la cama, aquellas imágenes nos parecían horribles;

nos tapábamos la cabeza, huyendo de las pesadillas

y  la amenaza de una condena al fuego eterno.

 

Más tarde nos dijeron qué películas debíamos ver,

con una delicada clasificación en las puertas de las iglesias:

tres erre, mayores con reparos

y cuatro, gravemente peligrosa.

Parece ser que Dios no tenía otra misión que iluminar dementes

para inventar aberraciones semejantes.

Y en su nombre, que en vano utilizaban,

abortaron primaveras y cortaron ilusiones

 

Más tarde decidieron, afortunadamente,

que ya podíamos salir al extranjero

sin carta de llamada ni visado consular.

Cometieron el error de darnos

limosna de libertad y certidumbre.

Nosotros, se la arrojamos a la cara

y, al fin, logramos vivir sin su permiso.

 

(De  “Recuerdos en gris”)

 

 

*Todas las fotos son del fotógrafo norteamericano Jack Welpott que nació en 1923 y murió en 2007.

3 comentarios

Ana maria -

¡Hola Miguel Angel! admito que me
duele si un amor te ha derrumbado,
pero te aseguro, que no hay peor
dolor que la enfermedad, y yo, tengo mas que suficientes motivos para esta mas hundida que tu, tio,
la felicidad, cuesta y mucho, mi
expeciencia, puede, no, se que ha
sido mucho mas dura que la tuya,
a mi marido le han operado, dos
veces y he estado muy agobiada,tenemos que superar varios
aspectos mas bien serios.Simplemente, decirte, chico,
que la vida sigue, es preciosa,y vale la pena vivirla, que sea por
ti mismo,¡Valemos un monton!Feliz
Navidad!

ANA MARIA SAURA GIL -

Aunque no mereces mi comentario por
tus inconscientes maneras de querer
a tus amistades y hace tiempo que no se de tu extraña vida,hablar de
amor y erotismo ha sido siempre para ti o usted pan comido a pesar
de que el tiempo que hablamos no
te comias una rosca, pero debo de
revelar que me gusta.

mayusta -

Gracias, Antón, por esta publicación. Pienso que siempre hay lugar, si hay amor, para la esperanza...Un abrazo.