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Antón Castro

ADOLFO GARCÍA ORTEGA: 3 POEMAS

Ese escritor (narrador, ensayista y poeta) y editor que es Adolfo García Ortega acaba de publicar un nuevo poemario en Abada. Se titula ‘Nuestra alegría’ y he aquí una selección de tres textos que me remite, con total cortesía y a petición mía, Adolfo,a quien conocí hace algún tiempo durante una visita a Zaragoza, en la librería Antígona.

 

 

NUESTRA ALEGRÍA

 Nunca te he dicho

que cuando bebo champán

soy inmortal, soy inmortal.

 

Nunca te he dicho que es de locos

nuestra alegría, de locos

nuestros besos, inmortales.

 

Nadamos en el mar de la música

que oímos en el champán

de los locos, la alegría inmortal.

 

En el champán de los locos

la alegría suena inmortal

y tu voz loca suena dentro

de mi ser alegre, suena inmortal.

 

Tengo suerte. Una suerte alegre.

Mala inmortal buena suerte

alegre, pero pienso cambiarla,

es en eso en lo que más pienso

a cada hora, hora inmortal.

 

Cambiar mi amor por tu amor.

Beber champán. Alegre, inmortal,

extraño champán que nos cambia.

El cielo sí, de verdad que sí

nos cambia en el champán inmortal.

 

No hay más alegría que la nuestra,

nuestra alegría que nos cambia.

Tú y yo observamos ciertos cambios

cuando bebemos champán.

Sí, hay ciertos cambios

en el cielo inmortal cuando

el alegre champán nos dice locos.

 

Luce el sol, alegría y buena suerte

hasta donde yo recuerdo,

hasta donde tú recuerdas.

¿Recuerdas, champán

loca alegría inmortal?

¿Sabes acaso que eres inmortal,

que yo soy inmortal?

 

Vagamos por el amor como en inmortal

día soleado, como en alegre día loco

impropio de este mundo.

Somos extraños entre los extraños

locos de este mundo inmortal.

 

¿El próximo año qué locura traerá,

y el próximo mes, y el día que viene

detrás de este día, qué locura?

Un día inmortal

y soleado de alegre champán

será suficiente para nuestra alegría.

 

TODO

            

Todo es un regalo y tiene nombre.

A veces una despedida lo envenena sangrientamente,

como el dolor de un labio roto,

como el sabor de un labio roto

en mil pedazos.

Y desespera pensar que todo

—ese todo regalado,

ese todo con nombre—

cabía en ti, de quien sé la piel,

espiritual forma de la luz,

hada,

crepúsculo,

aroma del té,

temprana alegría y alegría temprana,

voz y palabra,

incendio de cada hora,

voz de nuevo y voz nueva,

época sellada,

atrás y adelante,

siempre comienzo y suma,

todo en ti,

toda tú.

 

ANUNCIACIÓN

 

 

A Pere Gimferrer

 

 

 

Mucho he pensado

cuánto tiempo tardan

en llegar a su casa

un ángel que baja

y un ángel que sube.

 

Y

cuánta vida

con sus siglos y desiertos

han de atravesar

para llegar a su casa

un ángel que baja

y un ángel que sube.

 

Y

cuántas huellas

y noticias irreparables

tienen que borrar

antes de llegar a su casa

un ángel que baja

y un ángel que sube.

 

Ellos,

los ángeles de la historia,

los mensajeros de la última palabra,

la que se dice al final

y se dice al principio,

como el latido de la vacilación

al desvestirse.

 

*Las tres fotografía son de Gertrude Kasebier. Una fotógrafa que creaba atmósferas de belleza y refinamiento, próximas a la estética de 'Camera Work'.

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