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Antón Castro

UN CUENTO DE MARCOS CALLAU

[Recibo esta carta de Marcos Callau: “Te escribo para decirte que el próximo jueves 28 de julio presentaré en El pequeño teatro de los libros (C/ Silvestre Pérez, 28), mi primera colección de relatos breves titulada ‘JAZZMEN’ y editada por Cartonerita Niña Bonita. Presentará Alfredo Moreno y el editor David Giménez, y contaremos con la presencia del músico "GranBob" (Roberto Artigas), autor del CD cartonero ‘Pedaleando’”. Le pido a Marcos Callau, poeta y enamorado del jazz, de la novela negra y de Frank Sinatra, un texto y me envía esta pieza.]

 

 

A LA LUZ DEL FLEXO

 

Por Marcos CALLAU



Nunca debí escapar de sus brazos, ni marchar de esas manos que me entendían y sabían acariciarme como yo quiero, nunca debí huir de aquél que me supo valorar. Pero así soy yo, siempre tan valiente y sin miedo a nada. Quería probar emociones nuevas y un nuevo estilo más acorde con estos tiempos, el viejo ya me tenía aburrida siempre empezando cosas que nunca llegaba a terminar. Una se cansa y se deja llevar por el instinto, por el primero que pasa y te engatusa con sus ganas de tocarte. Me olvidé del pasado, de todos los sentimientos y despojada de ellos aposté por una nueva vida con la promesa de nunca más volver la vista atrás. Después de todo, el cementerio está lleno de estatuas de sal demasiado sentimentales. Yo sólo pensé en avanzar, avanzar y seguir avanzando al ritmo que marcaba mi nuevo dueño. Seguí avanzando ciegamente hasta tropezar con el día de hoy que me encuentro aquí conmigo misma, pensando si realmente todo esto ha servido para algo o simplemente ha sido pura autodestrucción. Mientras mi amante anterior se acercaba a mí con suavidad, éste me posee brutalmente… aunque yo no quiera. Mientras uno me acariciaba con delicadeza, éste me pulsa a golpes, me aporrea y me maltrata. Esta noche, a la luz del flexo, sólo soy una vieja y seca máquina de escribir de segunda mano soñando con que regrese mi antiguo poeta.

 

*Esa foto es de Godfrey Thurston Hopkins, y está tomada en Londres en 1955.

1 comentario

Marcos Callau -

Muchas gracias Antón. Un abrazo