Blogia
Antón Castro

TRECE AL SOL... BASILIO TOBÍAS

Basilio Tobías, zaragozano, es arquitecto y profesor de arquitectura. Ha realizado proyectos como la Sala Multiusos, el Hotel Ciudad de Zaragoza y el Edificio Expo, entre otros. 

 

“En verano, y casi siempre, soy de mar porque me relaja”

 

Antón CASTRO / Zaragoza

-1. ¿Qué hace un arquitecto en verano?

Vaya por delante que prefiero el otoño. En verano varían un poco los ritmos. Todo se ralentiza. En el estudio aprovecho parte de las tardes, más ahora, para leer u hojear libros y revistas de arquitectura acumulados. No se produce un corte prolongado con el resto del año. No suelo estar más de dos semanas fuera.

 

-2. ¿Dónde suele veranear?

Hay bastante fidelidad al norte, tal vez asociada a las estancias en San Sebastián con mis padres. Después Asturias y desde hace ya tiempo Cantabria. También ha habido estancias en la Costa Brava, Menorca o Madeira. En los últimos años hemos hecho viajes familiares por Berlín, Portugal, Suiza o por Finlandia, el verano pasado. Suelo encargarme de prepararlos.

 

-3. ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

Me gusta la montaña, los Pirineos. Solemos subir a Canfranc –tuve le placer de acabar una obra allí el año pasado– y al Balneario de Panticosa, pero en estancias cortas. Se podría decir que, en verano y casi siempre, soy de mar.

 

-4. ¿Por qué?

Elijo el mar porque es donde más me relajo. Pasear junto al mar a primera hora o al atardecer por una playa vacía o por los cantiles siempre es una grata experiencia y todavía más si no es en verano y el tiempo es dudoso.

 

-5. ¿Cuáles han sido el viaje de verano de su vida y la ciudad que más le ha impactado?

Es difícil decir. El año pasado, sin ir más lejos, estuvo bien. Volver a visitar Villa Mairea (Noormarkku, Finlandia; fue creada por el arquitecto Alvar Aalto entre 1937 y 1940) permite descubrir nuevos matices, y Helsinki es una ciudad hermosa en verano y, siempre, equilibrada, elegante, bien trazada y relacionada con la naturaleza con gran naturalidad, con piezas espléndidas de arquitectura moderna.

 

-6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. A la revelación, a los amigos, al amor. ¿Cómo fue esa época?

No la tengo especialmente idealizada. En general creo que ha sido un tiempo en espera y más en soledad de lo que hubiera querido. Habitualmente se producía una cierta dispersión de los amigos. Creo que casi desde siempre he deseado la ‘rentrée’.

 

-7. ¿Podría rescatar algún recuerdo?

De esa época recuerdo especialmente alguna tarde por el Paseo Nuevo de San Sebastián. De más adelante acude el recuerdo de un verano en Ibiza, hace ya tiempo, en un barco alquilado, más bien antiguo: los amaneceres eran espléndidos. Mi hijo mayor no tenía un año, lo recuerdo en la cubierta.

 

-8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades suele hacer en estos días?

Cuando estoy fuera suelo alternar alguna buena novela policiaca, con libros que tengo pendientes y algún texto sobre arquitectura que me apetezca especialmente.

 

-9. ¿Qué museo está asociado a un verano inolvidable?

Me acuerdo gratamente del Museo de Louisiana en Dinamarca, en una tarde durante un buen viaje de verano. Es un museo apoyado en los recorridos, que ha ido creciendo a lo largo de los años –desde finales de los cincuenta– con una armoniosa naturalidad, rodeado por un paisaje hermoso. La sala dedicada a Giacometti, la mejor, se abre hacia un pequeño lago.

-10. ¿Cuál ha sido el gran personaje de sus vacaciones?

No sé si ha sido el gran personaje de ficción, pero he pasado bastantes buenos ratos en verano, junto al mar, con el Jack Aubrey de Patrick O’Brian, especialmente con el primer libro de la serie, creo que lo empecé en Mahón.

 

-11. ¿En qué han cambiado los veranos?

De la lentitud asociada al verano puede que se haya ido pasando a considerarlo el periodo en que realizar los anhelos o las cuestiones pendientes del resto del año. Últimamente prefiero recuperar la parsimonia. Al menos por unos días.

 

-12. Si tuviera que resumir el espíritu estival en un ‘tuit’, ¿qué diría?

Tiempo de expectativas. Tiempo de evitar el calor. De cambio de traje. Tiempo de viajar, de sentirse extranjero. Finalmente, el mar.

 

-13. ¿Cuál es la mejor anécdota o aventura estival vinculada a su profesión de arquitecto?

Tengo un recuerdo especial del final del verano de hace ocho años en Venecia. Había un par de proyectos míos formando parte de la exposición en el Pabellón de España de la Bienal, ‘Corredores de fondo’. Pasamos allí unos días inolvidables compartiendo paseos, visitas y sobremesas con algunos buenos amigos de entre los restantes participantes.

 

*La foto de Basilio la tomo del diario aragonés.

De aquí: https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-c0ea0fe28b00d138a5ebb3c2c29d994e.jpg

1 comentario

Maria -

Pero qué chapuza hiciste en el Edificio Hydros campeón. Pasarán años, pero el odio que has generado te pasará factura sin que el tiempo pueda hacer nada.