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Antón Castro

LARA SISCAR: UNA ENTREVISTA

LARA SISCAR: UNA ENTREVISTA

Lara Siscar (Grao de Gandía, 1977), presentadora y locutora de TVE, acaba de presentar en Cálamo su primera novela: ‘La vigilante del Louvre’ (Plaza & Janés)

 

“Las redes sociales prometían más

de lo que realmente nos ofrecen”

 

“Las redes sociales movilizan a las

masas con auténticas olas de odio”

 

“Como periodista, quiero que el lector

distinga entre realidad y ficción” 

 

“Subrayo el potencial de la mujer que

busca su voz y su lugar en el mundo”

 

“He descubierto la parte  más

siniestra de las nuevas tecnologías”

 

 

 

¿Desde cuándo escribe Lara Siscar?

-Desde hace muchos años, más o menos en secreto. Podría decirle que desde niña. Cuentos, sobre todo, que se han quedado por ahí en los cajones y que son mis primeros borradores. Y he sido, y soy, ante todo muy lectora.

-¿Qué le impulsó a redactar su primera novela?

Cuando eres periodista y presentadora, cuando estás habituada a contar la vida de los otros, a menudo sientes la necesidad de tener tu propia voz, de contar tus propias historias y de dar vida a los personajes.

-¿Qué hay de la periodista en ‘La vigilante del Louvre’, un texto de ficción que está muy vinculado a un cuadro tan célebre como escandaloso? Hablamos, claro, de ‘El origen del mundo’ de Gustave Courbet, ese sexo femenino, nítido, que se ofrece a la altura de los ojos, pintado en 1866.

Se me ocurre que la expresión del “yo, periodista” está en la vocación irrenunciable de veracidad a la hora de hablar del cuadro, el único elemento enteramente no ficticio de la novela. La documentación previa y la necesidad de plasmar su historia, la del cuadro, como haría en un reportaje sobre arte. Y las notas al final de la novela, donde aprovecho para aclarar la existencia de Joanna Hiffernan (la mujer que habría inspirado la obra) pero desvincularla de su diario, puro fruto de mi imaginación. Como periodista, quiero que el lector distinga claramente entre realidad y ficción.

-Ya hemos avanzado un protagonista esencial del libro: el cuadro de Courbet. Vayamos con los personajes...

-Es la historia de tres mujeres, vinculadas entre sí, pero eso es algo que solo se puede descubrir leyendo el libro. Por ejemplo, Isabelle, es una mujer que quiere ser arte, y que para ello tiene que hacer muchas cosas: es criada, modelo de artistas y también se prostituirá. Y quizá sea quien más se parezca, en el fondo, a Joanna Hiferrman.

-La protagonista, quien da título al libro, es Diana. Y además es la detonante.  ¿No?

Es una mujer clave, sin duda. Trabajaba de vigilante en el Louvre, la van cambiando de sala, está enamorada de la ‘Victoria alada de Samotracia’, que es como un amuleto para mí, pero también disfruta con otras piezas de Delacroix o Gericault. No es una mujer muy instruida, está casada y tiene un hijo, y no es la esposa abnegada dedicada solo a la familia. Quiere crecer, sueña, y un día descubre el cuadro ‘El origen del mundo’ de Courbet y la impresiona, la seduce...

Esa revelación se produce durante una exposición temporal porque ese lienzo está en el Museo d’Orsay.

Sí, ese dato era importante para explicar ese deslumbramiento.  Diana tiene cierta zozobra y a mí me parece que eso es más habitual de lo que se piensa. Diana es una mujer, como individuo, que también necesite ocuparse de sí misma y por eso, para llenar ciertos vacíos, establece esa relación tan particular con las obras de arte.

-Hay una tercera mujer que es Claudette... Un día aparece por el Louvre, bellísima, con el violonchelo a la espalda...

- Claudette, de las tres mujeres, es la más diferenciada. Es artista, tiene mayor nivel cultural, es autónoma en su fuero interno, aunque en su vida diaria depende mucho de su marido, en las cuestiones materiales. Es instruida, y ella tiene una imagen, o al menos así la idealiza Diana (que es muy sensible y tiene una vida mediocre), muy parecida a una obra de arte. Diana no puede evitar sentirse atraída por ella, hasta la obsesión misma.

-¿Cómo se le ocurrió crear tres voces narrativas tan distintas? ¿Qué dificultades le ha entrañado?

- Ya que metí en este proyecto, con verdadera y consciente vocación de empezar una novela y terminarla, decidí trabajar las tres voces porque me permitían jugar y diferenciarlas entre ellas, para poder expresarme yo, como escudo humano, de un modo libre...  Que Diana diga una cosa, que la niegue Claudette, el defender una postura y la contraria, eso me parece muy interesante. He tratado de que los personajes sean creíbles...

¿En qué medida ‘La vigilante del Louvre’ es una novela de la intimidad y de la liberación de la mujer y también una novela de amor?

No he querido hace una novela de amor sino de la expresión de una emoción que  todos sentimos y a veces nos lo negamos... Y tampoco es que haya querido hacer una novela feminista, aunque en ella se aluda a los diarios de Anaïs Nin, pero sí es cierto que aún no hemos superado la situación de adversidad que hizo que el cuadro de Courbet tuviese una vida secreta y que no se expusiese hasta 1995. Ese cuadro ahora   despierta cierta sensación de reivindicación del sexo femenino en la historia del arte y a partir de ahí lo puedes extrapolar: he querido subrayar la fuerza, el potencial de la mujer que busca su voz y su lugar en el mundo.

Usted sufrió acoso a través de las redes. En una de las historias parece hacer alusión a esa experiencia, ¿es así?

--Sí que hay un poco de eso en el episodio de Claudette. Como era mi primera novela y me preocupaba mucho de que resultase verosímil, que no se quedase en un quiero y no puedo, hay ahí algo más de lo que me hubiese gustado. Ha sido una experiencia terrible que duró casi tres años de acoso. Mi relación con las redes sociales es más cauta. He descubierto la parte siniestra de las nuevas tecnologías. Y la otra es la capacidad que tiene de movilizar a la masa para la negatividad, esas olas de odio. No lo entiendo. Me da mucho miedo y me asomo con cautela. Las redes sociales prometían mucho más de lo que realmente nos ofrecen...

 

*La foto de Lara Siscar es de Antonio Lucas, poeta y periodista cultural que acaba de publicar un magnífico libro: 'Vidas de santos' en Círculo de tiza.

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