UNOS NOVIOS DE CINE EN EL CIELO DE NUEVA YORK
Quería anotar brevemente algo maravilloso que me pasó el sábado en el Gran Hotel. Estaba con Genoveva Crespo y otros amigos. Al final, ella y yo no nos quedamos a cenar. Había comido fuera de casa el viernes: primero en la Posada del Almudí en Daroca, y luego cenamos en Utrillas. Yo me notaba muy cansado, la noche anterior había dormido sólo tres horas. Decidimos irnos y en la salida nos encontramos con Rafael Artal (hijo de Ángel, cardiólogo y amigo íntimo del fotógrafo Patricio Julve, y Maite, acuarelista y orgullosa madre de tres hijos varones imponentes) y su novia Carmen, que acababan de casarse. Bueno, en realidad se había casado a las doce en la iglesia mudéjar de San Pablo, en el corazón de El Gancho. Marcharán de luna de miel a Nueva York y México. Estaban los dos radiantes, felices, con esa alegría inefable de un instante irrepetible que se contagia a todos. Rafael, zaragocista acérrimo, llevaba uno de esos chaqués que casi no se acierta a saber cuando debes ponértelo, y Carmen estaba realmente primorosa, con un vestido de reminiscencias orientales, que esculpía su cuerpo en una belleza perfecta. Una flor roja realzaba su elegancia, su hermosura morena, su arrolladora simpatía, y también en eso rivaliza con el novio. Se lo dije a Maite esta misma mañana: Es la novia más guapa que he visto nunca. Una novia de cine. Se lo digo a Rafael ahora, desde aquí, cuando empieza a asaltar los cielos de Nueva York con una certeza de felicidad en los labios y en la piel. Enhorabuena a ambos, muy de veras.
13 comentarios
Anónimo -
De Anton -
Carlos y Ana -
Angel (el de "la Liz") -
Recuerdo el día de mi boda como el más feliz y divertido de mi vida. Suena tópico, ¿verdad? Pues es radicalmente cierto. El pasado día 12 me pasó algo extraño y es que tuve las mismas sensaciones de diversión y felicidad plena, como si fuera yo el que se casaba de nuevo. No podía parar de mirarlos, de ver lo pletórico que estaba Rafa y cómo Carmen, entre avergonzada y orgullosa, miraba a Rafa cada vez que él agitaba la servilleta mirando hacia el fondo norte ¿o era Sur? en homenaje y agradecimiento a los otros 7 presidentes de la peña Chilavert. Y yo, mientras tanto, con una sonrisa bobalicona y disfrutando a cada segundo de esta boda tan esperada y deseada.
Espero que lo estéis pasando bien por esos mundos de Dios y agradezco al autor de este blog la oportunidad que nos brinda a todos de poder expresaros lo que sentimos por vosotros. Mis letras son comedidas pues cuesta dejar sentimientos escritos, más aún cuando el sitio es público. Sin embargo, espero ansioso vuestro regreso para poder, de nuevo, abrazaros sin fin para expresaros lo mucho que nos habéis dado y, sin duda, seguiréis dandonos a todos nosotros.
Miles de besos.
Ángel.
PD.- Linda, tengo algo de ese "beso ladeado estilo tango tímido". Será desvelado en su momento.
Mº CARMEN GARCIA -
Mº CARNEB -
Ignacio y Clara -
De la boda del siglo que decir....para el resto de hermanos que aun estamos solteros el liston a quedado muy alto y dificil de superar.Los novios estuvieron radiantes, al igual que el tiempo, que decidio dar tregua al evento y también se rindio ante él. De todas maneras, el viento ya lo pusieron Carmen y Rafa en la pista de baile con giros y mas giros.
Y a ti Anton, sin palabras....creo que has puesto la guinda a esta fecha tan señalada con este comentario extraorinario.Con él, has conseguido que la boda dure mas de un dia y te lo agradezco.Tienes que ver a mi madre. Creo que ha leido esta pagina mas de cien veces.
Un fuerte abrazo y gracias. Ignacio y Clara.
ANTONIO Y NIEVES -
Queridos Novios, en Broadway: -
los novios -
Linda -
Te perdiste algo estupendo Antón, aunque, conociendo a rafa y la pasión que pone en todo lo que hace, podrás imaginarlo muy bien. Tras el si quiero, Rafa besó a la novia , ni una ni dos veces, sino tres y , a la tercera , agarrándola por la cintura y ladeándola como en un tango tímido. Unos rieron, otros lloraron y algunos hicimos las dos cosas.
Alguna foto tuvo que inmortalizar ese momento. Si no es así quedará en mi museo de recuerdos.
antecilla y maite -
Cide -