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Antón Castro

PILDORAS SOBRE CERVANTES Y EL QUIJOTE

PILDORAS SOBRE CERVANTES Y EL QUIJOTE La visión totalizadora
de Cervantes

Se han escrito muchas cosas del Quijote. Quizá una de las opiniones más felices y totalizadoras la ha dado recientemente Mario Vargas Llosa: “El Quijote’, como ‘La Odisea’, ‘La Divina Comedia’ o el ‘Hamlet’, nos enriquece como seres humanos, mostrándonos que, a través de la creación artística, el hombre puede romper los límites de su condición y alcanzar una forma de inmortalidad; al mismo tiempo nos fulmina, haciéndonos conscientes de nuestra pequeñez, contrastados con el gigante, Miguel de Cervantes, que concibió esa gesta”. Jorge Luis Borges, el primer premio Cervantes, galardón que compartió con Gerardo Diego, más admirador de Quevedo que de Cervantes, dijo: “Tenemos en Don Quijote un doble carácter. Realidad y sueño, porque Cervantes sabía que la realidad estaba hecha de la misma materia que los sueños”.

Homenajes
Universales

El Quijote fue traducido al inglés por Thomas Shelton en 1612 y al francés por César Oudin en 1614. Era un libro de historias irreales, se pensaba, que continuaba la tradición de “El Decamerón” de Boccaccio. Aunque conoció otras muchas ediciones, en algún caso excepcionales, empezó a ser verdaderamente universal a raíz de las interpretaciones de Heinrich Heine y del filósofo Schlegel, que consideró a Cervantes un escritor consciente y un creador original que estaba a la altura de Shakespeare y de Goethe. Años más tarde, Ivan Turgueniev lo emparentó con “Hamlet” y Flaubert llegaría a afirmar que se sabía el volumen de memoria antes de aprender a leer. Otros autores como Nietzsche o Luigi Pirandello elogiaron las excelencias del proyecto. El dramaturgo italiano le rinde un homenaje explícito en “Seis personajes en busca de autor”, que en el fondo es uno de los asuntos que abordó Cervantes.

Un paraíso de historias
en Esquivias

Miguel de Cervantes, recién casado con la joven heredera Catalina de Salazar, se instaló en Esquivias, a doce leguas de Madrid. Le costó un tiempo aportar al matrimonio los cien ducados que se comprometió a entregar, y allí tuvo un año de sosiego, lejos de la Corte. Pero su existencia resultaba tan apacible que creía estar en un paraíso: cuidaba los olivos y los viñedos, y se reunía en con amigos, hidalgos y vecinas que le contaban historias al calor de la lumbre. El chisme era una forma de mantener viva la literatura oral, cuando él dejaba de evocar sus días en “La Marquesa” o el cautiverio de Argel. Allí, mientras intentaba olvidar que era un hombre lleno de deudas, oyó la historia del hijo de Pedro Lobón, que quiso hacerse cura y recibió la tonsura, pero fue demandado por una joven encinta, la historia de aquel pintor que cambió su oficio por la rudeza del campo o el relato de tres muchachas que habían sido raptadas por una tropa de soldados.

El libro de la vida
en la tierra

Acaba de aparecer el volumen “Don Quijote en el arte y en el pensamiento de Occidente” (Cátedra, 2004), de Allen & Finch, que es un compendio de opiniones y visiones sobre el personaje de Cervantes. Se recoge esta cita de Dostoievski: “Si este mundo se acabara y en algún otro se le preguntara a la gente si habían entendido su vida en la tierra y qué conclusiones habían formulado, uno podría simplemente presentar el libro de Don Quijote y decir: ‘He aquí mis conclusiones con respecto a la vida. ¿Podrán condenarme por ello?”. Joseph Conrad tampoco le fue a la zaga en consideración: “Conversos ha habido que, por su exquisita indiscreción, han ganado inmortalidad cierta. El ejemplo más ilustre, esa flor de la Caballería, don Quijote de la Mancha, sigue siendo para todo el mundo el único hidalgo genuino y eterno”.

Realidad y sueño
del aragonés Blecua

El aragonés José Manuel Blecua, presidente del comité del IV Centenario, declaraba a “La Vanguardia”: “Me gustaría que la conmemoración fuera capaz de cambiar un poco la mentalidad de la sociedad española respecto al libro, a la lectura, al uso y el manejo de las lenguas y el respeto a las otras lenguas, fomentando una capacidad de convivencia con otras lenguas y otras culturas que resulta clave en el mundo actual, definido por su multiculturalidad. Y me gustaría, sobre todas las cosas, que cambiara la idea, la mentalidad de los jóvenes, y que el libro ocupara el lugar que debe ocupar como fuente de información y de conocimiento, y al mismo tiempo como entretenimiento, porque la literatura es un camino lúdico. (…) Creo que lo fundamental es el carácter utópico del personaje, la capacidad de transformar una sociedad”.

3 comentarios

monica muñoz -

pongan el resumen de las 10 jornadas de el decameron escrito por Giovanni Boccaccio

Cide -

No voy a descubrirte nada si te digo que me encanta y apasiona el Quijote. Una de mis citas favoritas sobre él son las dos que te copio a continuación:

"Don Quijote es un hombre de acción, aunque se equivoque siempre. Hamlet es todo lo contrario, pues ante una cues tión cualquiera la examina despacio para ver dónde está lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y el resultado es que no hace nada". (Pio Baroja)

Borges fue contradictorio en sus opiniones sobre el Quijote. Si bien le gustaba mucho la historia que narra la novela, llegó a decir que lo leyó primero en inglés, y que cuando al fin lo leyó en español le pareció "una mala traducción". Supongo que a Borges hay que perdonarle esas cosas. Los genios tienen esas ocurrencias sin que por eso dejen de ser genios.

Cide -

"No sólo leo a Don Quijote, lo veo. Me parece un ser de carne y hueso. En cada rostro que contemplo, en cada gesto que observo hay partes de él. La fuerza descriptiva penetra el ambiente y lo vuelve quijotesco. No estamos en el siglo XVII; estamos en el siglo XX. Es un libro que se adapta al tiempo, que corre con el tiempo. Don Quijote puede retratar una época, pero la trasciende y cobra vida en cada época. El tiempo es un multiplicador de sus resonancias. Cervantes quiso hacer famoso a Don Quijote como una ofrenda a Dulcinea. Y su deseo se ha cumplido: no hay un lugar en el mundo donde no se conozcan sus hazañas. Secreto maravilloso de un relato que conjuga la expresión popular con la pintura imborrable de sus personajes. Cervantes es un escritor del pueblo. Y su obra es un canto a la libertad, una denuncia de las injusticias sociales. No hay lo tuyo y lo mío, sino lo nuestro. Para ser caballero no se necesita ser rico. Las causas de Don Quijote son n obles y desinteresadas. El pueblo es cuna de hidalguía. Hay momentos en que las arenas de esta playa se transforman en las llanuras de la Mancha y veo cabalgando a Don Quijote y Sancho, como si fueran personajes reales. Los toco, los oigo, están con nosotros... Cervantes los creó para ser inmortales. !Ay, qué alivio leer el Quijote! Leerle en un campo de concentración, como minutero de la hora humana, como descubriendo de los ideales que justifican la locura del genio para convocar el gobierno de la razón".(Eulalio Ferrer en el campo de concentración de Barcarés)