EL CUMPLEAÑOS DE MI PADRE*
Es el cumpleaños de mi padre. Cumple 46 y los lleva muy bien. Le mando un mensaje y me llama. Hablamos poco, como siempre. Va hacia casa. Me dice que no lleva tarta porque nadie la come.
Me pregunta cuándo vuelvo. No me lo dice pero sé que tiene ganas de verme todos los días y me pongo contenta. Tampoco digo nada. En casa, el sobreentedido siempre ha funcionado muy bien.
Me pregunto por qué cuando volvemos en coche de la ciudad, él conduce y a mí se me pone un nudo en la garganta. Porqué antes de hacer nada me pregunto si él lo haría. Pensará que estoy siempre enfadad porque no hablo porque estoy buscando la frase perfecta. Sabrá que lo más miedo me da es decepcionarle. Sólo digo felicidades.
Ha prometido escaparse antes del periódico y llevar a cenar a todos a un restaurante italiano. Llegará tarde. Pedirá fruti di mare y la pasta al dente. Diego y Jorge devorarán una pizza cuatro quesos cada uno. Mi padre les reñirá un poco, les dirá que no coman con ansiedad. Se comerán los restos de la pizza de Sara que se habrá quedado dormida o hablará sin parar, olvidando la comida. Dani y mi madre serán los más arriesgados y vanguardistas. Él, alguna salsa picante, ella, algo con verduras y sin carne.
Provocarán a Jorge diciendo que John Ford es el peor director de la Historia del cine. El encajará y argumentará: Woody Allen es una estafa. Mi padre se reirá y levantará los brazos. El camarero tendrá que regatearlos. Hablarán de fútbol.
No pedirán postres. Mi padre insistirá en que los niños coman helados. Él pedirá un cortado corto de café y dos cafés con hielo. Le robará un cigarro a mi madre. Si tuvieran naranjas, se comería una. Su fruta favorita. Le gusta tanto que una vez se levantó una uña por no utilizar cuchillo. Mi madre le hizo un vendaje provisional y acabó de pelar la naranja.
Hay cuatro naranjas en el pasillo. Barreiros y yo compartimos una. Utiliza cuchillo. Naranjas en agosto. Ése es mi regalo.
*Mi librera favorita Julia Millán me llama para invitarme /invitarnos a la fiesta de su cumpleaños que celebrará con estupendos amigos como Félix Romeo, José María Conget, Maribel Cruzado y Pepito Fernández, entre otros, y me dice que mi hija Aloma ha publicado este texto sobre su padre -cumplía 46 años ayer-. Me parece precioso y emocionante, de ésos que invitan a refrenar las lágrimas. Lo cuelgo aquí: es curioso, esta mujer huida de una novela de Mercè Rodoreda ha acertado en casi todo desde París.
Me pregunta cuándo vuelvo. No me lo dice pero sé que tiene ganas de verme todos los días y me pongo contenta. Tampoco digo nada. En casa, el sobreentedido siempre ha funcionado muy bien.
Me pregunto por qué cuando volvemos en coche de la ciudad, él conduce y a mí se me pone un nudo en la garganta. Porqué antes de hacer nada me pregunto si él lo haría. Pensará que estoy siempre enfadad porque no hablo porque estoy buscando la frase perfecta. Sabrá que lo más miedo me da es decepcionarle. Sólo digo felicidades.
Ha prometido escaparse antes del periódico y llevar a cenar a todos a un restaurante italiano. Llegará tarde. Pedirá fruti di mare y la pasta al dente. Diego y Jorge devorarán una pizza cuatro quesos cada uno. Mi padre les reñirá un poco, les dirá que no coman con ansiedad. Se comerán los restos de la pizza de Sara que se habrá quedado dormida o hablará sin parar, olvidando la comida. Dani y mi madre serán los más arriesgados y vanguardistas. Él, alguna salsa picante, ella, algo con verduras y sin carne.
Provocarán a Jorge diciendo que John Ford es el peor director de la Historia del cine. El encajará y argumentará: Woody Allen es una estafa. Mi padre se reirá y levantará los brazos. El camarero tendrá que regatearlos. Hablarán de fútbol.
No pedirán postres. Mi padre insistirá en que los niños coman helados. Él pedirá un cortado corto de café y dos cafés con hielo. Le robará un cigarro a mi madre. Si tuvieran naranjas, se comería una. Su fruta favorita. Le gusta tanto que una vez se levantó una uña por no utilizar cuchillo. Mi madre le hizo un vendaje provisional y acabó de pelar la naranja.
Hay cuatro naranjas en el pasillo. Barreiros y yo compartimos una. Utiliza cuchillo. Naranjas en agosto. Ése es mi regalo.
*Mi librera favorita Julia Millán me llama para invitarme /invitarnos a la fiesta de su cumpleaños que celebrará con estupendos amigos como Félix Romeo, José María Conget, Maribel Cruzado y Pepito Fernández, entre otros, y me dice que mi hija Aloma ha publicado este texto sobre su padre -cumplía 46 años ayer-. Me parece precioso y emocionante, de ésos que invitan a refrenar las lágrimas. Lo cuelgo aquí: es curioso, esta mujer huida de una novela de Mercè Rodoreda ha acertado en casi todo desde París.
3 comentarios
Rojinegro -
El texto está a la altura de doña Merce (no exagero) o de mi amada Natalia Ginzburg.
Querido Antón diles a tus hijos que tengan un poco de compasión con los pobres mortales o nos van a retirar a todos.
Muchos besos "femme fatal".
Muchos besos Rodriguez Castros.
Antonio -
Me gusta, también a mí, el texto de Aloma (a cuyo diario me asomo con frecuencia): Espero que la "fruti de mare, pasta al dente y el cortado estuviesen a tu gusto", aunque hijos así son el mejor regalo.
¡Cuídate mucho viejico! ¡En abril vuelvo a "pillarte"!
Abrazos!
cabeza cuadrada -
VIVA ANTON
VIVA LA FAMILIA RODRIGUEZ GASCON