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Antón Castro

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Se presentó anoche en el Teatro Principal “El cielo de las mujeres”, la obra del escritor y pintor Víctor Mira, que se suicidó en las afueras de Munich en noviembre de 2003. El montaje de Luna de Arena, dirigido por Félix Martín -que ya había hecho una cuidada versión de “Pablo Gargallo. El grito en el desierto” y de “Antihéroes”, otra pieza enigmática de Mira que se presentó en  Arco- dura exactamente una hora intensa. 

El texto es como el relato, lo suficientemente misterioso, del hombre que prevé su propia muerte y que, en el fondo, la busca. Es difícil sustraerse, al oír los diálogos, de los últimos dibujos de Mira, de algunos de los fantasmas que lo asediaban, de la impresión de que las mujeres, algunas mujeres, parecían dispararle al alma. La pieza transcurre en dos planos: la vida real y la vida, en la región de la alucinación y de las sombras, tras la muerte. Un hombre que se dedica a cazar moscas y a buscar su identidad  en cada gesto se encuentra con cinco mujeres. Dialoga con ellas, les explica cómo vive, les narra la perplejidad de existir, su enajenación, su doliente sensibilidad, siempre con la  obsesión por las moscas como pretexto y empeño cotidiano. Y ellas, al unísono, acabarán por acribillarlo.  ¿Nos recordará Mira por que poco se muere, por que poco nos matan?  Las cinco mujeres monologan luego, explican la razón de su crimen. Y más tarde, en la región incierta del más allá, se reencuentran los seis protagonistas…


Félix Martín ha concebido en su montaje una impresionante escenografía, con ayuda del pintor a través de su obra y de su cuadro “Mood”, realizada por José Rubio y Manuel Pellicer, muy lograda para la pieza, muy lograda para sugerir y explicar el universo de Víctor Mira. Plasticidad, evocación, enigma, tributo a la naturaleza, tributo a la obra del propio pintor, nacido en 1949 y muerto en 2003. Un gran árbol y sus raíces, con un cuerpo central sembrado de cruces, y cinco escaleras en cuyo interior contienen un columpio son los elementos esenciales de una pieza que tiene momentos divertidos, que tiene desgarro y extrañamiento, que baila el danzón del desespero y la muerte. “El cielo de las mujeres” es un proyecto complejo, y Luna de Arena lo solventa bien, con garra, con imaginación, con buenas soluciones dramáticas, aunque se topa con un ligero inconveniente: un reparto desequilibrado. Hay una parte de los actores que hace su trabajo con energía, con convicción, con oficio, con sensibilidad, pero hay dos o tres personajes algo desvanecidos, que no llegan a entrar nunca con la expresividad y la potencia que exige la función, que no acaban de comunicar.  Eso se percibe una y otra vez, sobre todo tras la muerte del protagonista, y debilita un montaje meritorio.


La obra es inequívocamente Víctor Mira.Víctor Mira y sus sombras. Víctor Mira, que analiza su memoria, su pasado, su relación con las mujeres, Víctor Mira que aborda el fracaso, la transformación íntima de sí mismo, su dolor de existir y de crear. La obra es también el Víctor Mira surrealista, heredero de Buñuel, el Víctor Mira tenebrista, hermano perro de Goya y Saura. Luna de Arena ha hecho un buen trabajo previo, ha encontrado un punto de vista adecuado, una solución dramática, ha rebajado hermetismo a unas palabras no siempre fáciles de asimilar. Si logra que la interpretación coral resulte más armoniosa en la intensidad y el estupor, en la rabia y en la terrible belleza, la obra podrá viajar a muchos lugares y sería una pequeña joya del teatro aragonés contemporáneo, una joya nada convencional. El reparto está formado por Rosa Lasierra, Cristina de Inza, Nuria Herreros, Isaber Arto, Ana Marín y José Luis Esteban.  

8 comentarios

Juan -

Ni aún muerto, va a dejar de ser criticado. En que lo conociera un poquito sabía de su pasión por Zaragoza y de la inderencia de ésta hacia él. Se le ha maltrado siempre, siempre, siempre... No le merecemos ni a él ni a su obra. Le quieren más fuera que aquí. En Europa hay devoción por este genio que se les ha ido, sí, se les ha ido por que nosotros nunca le hemos querido. El que quiera entender que entienda, y el que no, que le critique, como siempre... No te merecimos nunca. Adios Víctor, hasta siempre...

arle -

Quereis saber lo que pasara mañana?
Quereis preconizar lo que ocurrira mañana?
Quereis criticar para acertar el futuro?
pues entoces no vayais al teatro, ni al cine, ni a una exposición, ni a un concierto,...
Que os ha comunicado la obra?
nada!
porque esta vacia?
porque los vacios somos nosotros?
una obra no es buena ni mala por el futuro que le augures
Por favor hablar de lo que os dice.

La rabieta de un hombre en su espejo con todo sus topicos y sin poder mirar a nada me han destrozado los oidos, que casi los tenia que tapar con mis manos para no escuchar lo que un hobre que reconoce su vida se dice amenudo en la soledad.
Y eso muchas obras no me lo muestran.
Decid lo que os provoca, lo que os gusta, lo que os hace latir, lo que os hace ignorar.
Dejar de valorar academicamente lo que nadie puede hacer.
Y sacar de vuestro estomago vuestra verdad y decidla.
Esto es teatro, esto es ser espectador de teatro.

tomas -

ahora resulta que el espectaculo es bueno, bueno el tiempo lo dira, veremos dentro de un año cuantas funciones realiza el espectaculo, cuantas criticas positivas recibe, cuantos festivales visita. Yo les doy una pista: ninguno, será un espectáculo que no irá a ningún sitio, que nadie se atreverá a contratar ni siquiera en los circuitos alternativos o en los festivales que con dinero público se apegan a la supuesta modernidad.Cuando pase eso, nadie se acordará de esta polémica, se habra olvidado, el centro dramático estará en otras cosas, y esperemos que con su nuevo director (sea Brum,como finalmente parece,o sea Martin, Anos o Argües, como se ha rumoreado insistentemente)esperemos que haya podido enderezar el rumbo de esta entidad . Nadie se acordará dentro de un año del espectáculo objeto de esta polémica, su director le echará la culpa al desconocimiento del público, los programadores, o de yo que sé y se sentirá un artista incomprendido mientras con otra cuantiosa subvención de dinero público poder realizar otro producto de la factoria de este director aragones incomprendido por el mundo.
No tengo nada en contra de Felix Martin, ni lo conozco, pero sigo las noticias del teatro zaragozano, no me gustaria tampoco contribuir al descredito de un joven director aragones, pero voy al teatro y sigo su actualidad ya que en un tiempo estuve dedicado a su practica (ahora estoy retirado) y sé que zaragoza debe tener mas directores y compañias a los que apoyar. Son varios productos fracasados: \\\\\\\"antiheroes\\\\\\\", \\\\\\\"Gargallo un grito en el desierto\\\\\\\" y algunos pagados con dinero público que ni llegaron a estrenarse: \"rodin\"...

Amable -

Me ha gustado la crítica que ha hecho de \"El cielo de las mujeres\"; no creo que eche la culpa de nada a los actores. Independientemente de que me haya gustado la obra o no, que sí, e invito a la gente que vaya al teatro y juzgue por sí misma; no puedo comprender los descréditos sistemáticos, llegando al insulto (¡llama a alguien miserable!). En desacuerdo con el Ebro que guarda silencio, con Luís y con Joaquín Aranda a quien le cuesta tanto hacer buenas críticas a las compañías Aragonesas; no entiendo qué hay en sus corazones para hablar así, mi opinión como espectadora me hace pensar en ¿frustración, envidia?

Elena García -

Desde hace tiempo vivo fuera, aunque nací aquí, y por razones familaires estoy a caballo entre Zaragoza y Salamanca. Su blog y el de Cerdá han sido y son los puntos de información más fiables sobre la actualidad aragonesa.
La otra noche estuve en el Teatro Principal en el estreno de la obra de Víctor Mira, y los comentarios que se han hecho de lo que usted ha escrito me parecen increíbles.
Le dirñe en primer lugar, que desde que hay Centro dramático en Aragón, en Salamanca se sabe que hay teatro en mi tierra, por ejemplo, y cuando esta institución recogió un Premio Max sentí un orgullo profundo de que Fernán Gómez hubiera montado una obra para él. Por eso, he seguido con indignación la incomprensión que muchas veces ha tenido el Centro, que globalmente a mí me parece extraordinaria. Tengo entendido que los más críticos con él han sido precisamente las compañías amateurs de calle, que me parece que están instaladas además en el pesebre de las subvenciones públicas.
Pero yo quería hablar de la obra de Mira. El montaje es bellísimo, y creo que los actores están correctos. Creo que era una obliagación del Centro Dramático montarla, porque, al fin y al cabo, Víctor Mira es alguien indiscutible en todo el mundo.

luis -

parece, que usted y yo no vimos la misma obra de teatro, puesto que al margen de cualquier tipo de apreciación sobre la dirección de actores, iluminación, escenografía y puesta en escena. lo que es innegable es que el texto no deja de ser una pobre intención de transmitir sentimientos y situaciones más cercanas a un adolescente que al publico adulto.
si el señor Mira hubiese escrito este texto con 14 años, podria darsele algún valor, al no ser...
También habría que preguntarse los motivos que impulsan a Félíx Martín a poner en escena semejante bobada, ¿oportunismo? ¿admiración? falta de ideas, no se, no se..
¿Y sus motivos para hacer semejante loa, de semejante desproposito? ¿Amistad?
Por cierto el señor que dejó este ¿espectáculo? subvencionado, salió corriendo del teatro ¿otros quehaceres? en fin no pongamos más leña en el fuego, Joaquín Aranda, en una acertadísima crítica deja las cosas en su sitio.

el ebro guarda silencio -

!que facil es echarle la culpa al actor¡. Cualquiera que sepa un poco de teatro sabe que ese texto es infumable, aburridisimo, lleno de tópicos, en el mejor de los casos un texto de aficionado. Victor Mira era un gran pintor,¿por qué ha de ser gran dramaturgo?. El primer fallo del director es montar una cosa tan mala y hacerlo como él sabe: pretenciosamente, sin ningun sentido teatral, sin ningún atisbo de sensibilidad, con la vacua grandilocuencia que caracteriza su corta y pobre trayectoria. La obra fracaso estrepitosamente en la Feria de Teatro de Huesca y allá donde vaya contribuirá a echar a la gente de los teatros, que es en lo que su \"alabado centro dramatico\" esta metido desde hace tiempo.
Asi estamos y asi seguiremos mientras haya instituciones dispuestas a pagar productos de este calado y periodistas dispuestos a ofrecernos una realidad sesgada, una realidad virtual. Luego si la cosa es insufrible, si el publico huye despavorido despues de la función y hay que echarle la culpa a alguien, no se la vamos a echar al poderoso cda ni al incostetable genio de Mira, ni al director responsable de la interpretacion...no la culpa es del pobrecito actor, el que menos gana, el que hace lo que le mandan. Que facil¡...que miserable¡

Javier -

Coincido contigo en todo el estupendo análisis que haces de la obra, aunque pienso que las cinco mujeres le disparan al protagonista inducidas por él, que en el fondo deseaba su propia muerte.