JAVIER TOMEO, VISTO POR ANNA OSWALDO CRUZ
Javier Tomeo partió de Córdoba a Cádiz con su portátil bajo el brazo. Es un maravilloso y minimalista escritor de hotel.
Javier Tomeo partió de Córdoba a Cádiz con su portátil bajo el brazo. Es un maravilloso y minimalista escritor de hotel.
5 comentarios
acróbatas -
Tuve el placer de saborear por primera vez a Tomeo hace unas semanas, cuando una sensación extraña me dijo que tenía que comprar "ESE" (y sólo ESE) libro de los miles que puede haber en un lugar como el FNAC de Barcelona... y así me sumerjí en la historia de "El Cantante de Boleros", ¡qué maravilla!...
Muchos besos y felicidades por el blog, es fantástico!
Cide -
A.C. -
acastro@heraldo.es
antoncastro_1@hotmail.com
Ha sido un lapsus. Cúidate y mucha suerte con tus últimos trabajos, que la tendrás. Sería bonito que pudieses hacerte con un ejemplar de "Pastores del Pirineo", un precioso libro de Severino Pallaruelo. A ver si te lo consigo. AC
A.C. -
Un gran abrazo. Me quedé fascinado por Córodaba y Pozoblanco, por la gente, por tu pasión por las palabras y las cosas del campo. Hoy he entrado un momento en la librería que tengo enfrente de "Heraldo" yme he encontrado con un precioso libro de Córdoba y La Mezquita que había hecho Alberto Schommer. El libro, centrado sobre todo en el templo, es bellísimo, en blanco y negro. Era como si Córdoba me saliese de nuevo al encuentro, esta vez en Zaragoza.
Mil gracias por tu generosidad. Antón
Alejandro López Andrada -
Querido amigo Antón: no sabes cuánto me alegra leer en tu página web la cálida evocación que haces de tu recentísima estancia en Pozoblanco, Córdoba, con motivo del Encuentro "Cine, Arte y Literatura". Quiero sólo decirte que eres una persona honda y entrañable, llena de luz y de ternura, y que, para siempre, recordaré tu estancia en mi tierra natal y te llevaré en el corazón como a un gran amigo, porque, a veces, uno pasa muchos días, meses, años, con una persona, sin acabar de sentir nada por ella; sin embargo, hay ocasiones (como es el caso)que uno conoce a alguien honesto y entrañable de verdad y, en sólo unas horas, te deja huella en el alma. Una de esas poquísimas personas buenas, auténticas y luminosas eres tú, amigo Antón. Gracias por haberme dado la posibilidad de conocerte y haber charlado durante unas horas contigo. De verdad te lo digo: siempre serás un buen amigo para mí. Y, volviendo a lo de antes, tu artículo-comentario sobre tu vivencia en Pozoblanco me ha emocionado muy de veras. Un fuerte y profundísimo abrazo de tu amigo Alejandro López Andrada.