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Antón Castro

DE FÚTBOL, DE FERMÍN GALÁN, DE ZARAGOZA

DE FÚTBOL, DE FERMÍN GALÁN, DE ZARAGOZA
Hoy he tenido el corazón partío, más partío aún cuando empezó a rodar el balón. Jorge, trece años, extremo izquierdo del San Gregorio infantil, jugada a las once y media en el campo José Luis Violeta de La Paz, ante el Montecarlo, el gran equipo de José Luis, compañero de información deportiva de “Heraldo” y estudiante avezado de ingeniería. Y Diego, San Gregorio de cadete C, a las doce en el Nuevo Campo de Ranillas ante el Gancho. Al final, por distintos motivos, me incliné por el partido de Jorge; Llevé primero a Jorge al campo, llevé a Diego, y le he dicho que no podría quedar a verlo. Vuelvo al campo del Montecarlo, y veo que Jorge estaba en el banquillo. No me lo podía creer.  En los últimos dos partidos había marcado tres goles.  Qué contrariedad. Pensé si debía irme de nuevo a orillas del Ebro, pero al final me quedé. Jorge salió en el minuto diez de la segunda parte. El San Gregorio apuntilló en los últimos minutos y venció por 0-2 a un rival directo, un equipo peleón, rápido y fuerte, que posee dos magníficos delanteros, parados una y otra vez por el central Borja. El segundo gol, marcado por Laita (Aitor), fue muy discutido: había un jugador rival lesionado, doliéndose, pero el San Gregorio siguió jugando, Laita quizá ni se diese cuenta, y marcó. Cabreo general en los tendidos. Jorge hizo una bonita jugada por su banda izquierda, con un estiloso centro y corrió lo que pudo en un partido más bien bronco, jugado de poder a poder. Ahora el San Gregorio aspira el tercer puesto, se ha situado a sólo uno del Montecarlo.

Diego empató 3-3. Iban ganando 0-3, y esa peligrosa táctica del fuera de juego arruinó la goleada. Los chicos del Gancho acabaron empatando. Diego marcó un gol y me dijo que había jugado bien. Conociéndolo, debo pensar que ha jugado muy bien. Me ha dado mucha pena que no haya visto ni uno solo de sus 90 minutos.

Luego me fui a la ZTV donde Miguel Lobera estaba grabando algunas intervenciones para su documental de “Fermín Galán”, en compañía de muchos amigos encantadores: Jorge Tabuenca, su guionista, Sergio Almárcegui, operador de cámara, Paco Cester, productor y roquero maravilloso, vuelto al plató tras una convalecencia, Jorge Armengod, uno de los mejores iluminadores de Aragón… Antes de mi intervención, había hablado esa mujer encantadora, madre de tres niñas, que es Amparo Martínez; ella habló de una película más bien panfletaria sobre Fermín Galán. Y yo hablé de Ramón Acín, de Mantecón, de varios paseos hacia el cementerio de Conchita Monrás, Katia Acín y la madre de Galán, del noviazgo del militar con la hermana de Luis Monreal, etc. Miguel Lobera resumió su apuesta: “Sólo me gusta hacer cosas que emocionen y me ha ocurrido con esta historia de novela”.

 

P. D. El cuaderno “El Viajero” dedica un monográfico a Aragón: escriben Javier Tomeo, Félix Romeo, Miguel Mena. Maravillosa sorpresa de sábado: un secreto delicioso y bien llevado. También participan Ramón Irigoyen, Silvia Blanco, Fernando Gallardo, José Carlos Capel, entre otros. Ofrecen sus impresiones: Amaral, José Antonio Labordeta, Carmen París e Ignacio Martínez de Pisón. Enhorabuena a todos.

4 comentarios

Querido Enrique: -

Me acuerdo perfectamente y también de tus libros. La idea es preciosa, yo sé más bien poco del tema, pero sí me contó algo Katia Acín y Luis Monreal del presunto noviazgo con su hermana, aunque esas son cosas sentimentales que no aportan nada definitivo al perfil de un hombre atrevido, romántico y emprendedor como Fermín Galán. UN abrazo. A. C.

enrique vicién -

Hola, Antón
no sé si me recuerdas. Me alegra que coincidamos en el documental de Miguel Lobera. Estuvo en Jaca hace un mes, cuando las jornadas republicanas, y estaba entusiasmado con el proyecto. Seguro que hace algo interesante. Un abrazo.

antecilla -

En la vida hay que arriesgar aunque nunca hasta el extremo de quedarte en fuera de juego. Bien por Diego y bien por Jorge

ana a. -

Nos pasamos la vida con el corazón "partío". Por cierto, que lo del "Montecarlo" me ha traído recuerdos del pasado: de pequeña iba a verlos jugar con mis padres, después de dar un paseo por los pinares. Los domingos de la infancia.