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Antón Castro

PEPE MELERO ESCRIBE DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

PEPE MELERO ESCRIBE DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

JUAN RAMON Y LAS MONJITAS*

La Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana de Zaragoza que fundara la Madre María Rafols se encargaba de cuidar a los enfermos ingresados en la Casa de Salud de Nuestra Señora del Rosario de Madrid. En ella estuvo entre 1901 y 1903 el que muchos piensan que ha sido el más grande poeta español de siglo XX: Juan Ramón Jiménez. Su legendaria hipocondría le había llevado allí tras la muerte de su padre y después de pasar por La Maison de Santé du Castel d’Andorte que dirigía el psiquiatra Gastón Lalanne. Lo que nadie podía imaginar es que en ese sanatorio Juan Ramón llegara a enamorar a tres de las monjas que le cuidaban y que las tres fueran aragonesas. El poeta tenía una larga vinculación con Aragón: había estado en Panticosa, en Alhama de Aragón, había visitado el Pilar..., pero nada inducía a pensar que decidiera seducir a tres monjitas aragonesas durante su estancia en el sanatorio madrileño. A una de ellas, la hermana Pilar Ruberte, zaragozana y descendiente de Magallón, a la que Juan Ramón llamó “Mi Venus de Milo” y por quien llegó a escribir cantas de jota que envió a un concurso de Calatayud, le dedicó “Recuerdos sentimentales”, una de las partes de su libro Arias tristes. Juan Ramón confesó que mantuvo con ella una relación amorosa, igual que hizo con la hermana Amalia Murillo, natural de Sariñena. Los amoríos con ésta fueron los más sonados y provocaron que la Superiora de la Comunidad ordenara el traslado de Amalia y su alejamiento del poeta. En realidad sólo eran celos: también ella, Susana López, la Madre Superiora, natural de Mallén, estaba enamorada del poeta de Moguer y le visitaba habitualmente en sus habitaciones. Esos amoríos fueron la comidilla de la época y todavía quince años más tarde la madre de Zenobia Camprubí los utilizaba como argumento para tratar de impedir la boda de su hija con Juan Ramón. Todo esto nos lo contó Ignacio Prat en un libro maravilloso que dedicó a Juan Ramón: El muchacho despatriado. Está bien recordarlo el año en que se cumple el 50 aniversario de la concesión al poeta de Premio Nobel de Literatura.

José Luis Melero

 

Este artículo de Pepe Melero aparece hoy en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón. Pepe escribirá en breve otro texto estremecedor sobre el asesino de Lorca.

3 comentarios

ana a. -

Monjas enfermeras para Juan Ramón. ¡Tenía que ser!

unodezaragoza -

Te notábamos siempre, amigo de Mallén, una vena rijosilla que no sabíamos de dónde venía. Ahora ya lo sabemos. ¿Y si en realidad fueras una consecuencia de aquellos amores y hubieras heredado el amor por la literatura de uno y el gusto por el folleteo de la otra? Eso sí sería bonito de verdad.

unodemallen -

Sabía que Melero escribía hoy de Moguer y Mallén. Pero me pillaba en La Mancha. El AVE de las 8,10 ha venido sin Heraldos. Cagüén.
Menos mal que está el blog de Antón...

Vale, Pepe, lo confieso. Mi santa abuela no era tal. Pero ¿y lo bien que se lo pasó? ¿eh?