LA ZARAGOZA DEL CIERZO, POR JOSÉ LUIS CANO*
Vicente Ferrer, editor de Media Vaca (Valencia), y José Luis Cano deseaban colaborar en un proyecto editorial desde hacía tiempo. Cano, humorista de HERALDO, le habló de algunas ideas. Y el editor le hizo una contrapropuesta: ¿Por qué no hacía un libro sobre Zaragoza y sus personajes en una nueva colección, "Mi hermosa ciudad", en la que ya habían aparecido Nueva York y Buenos Aires? A Cano le pareció bien y dijo que iba a realizar un libro histórico. Ferrer puso algunas condiciones: debía ser con poco texto, a dos tintas y de formato cuadrado. Y le dijo que el número de criaturas no debía rebasar los 50. Incluso precisaron un poco más: cuando los personajes fuesen muy conocidos, y hay muchos que lo son, debía buscarse una anécdota muy marginal, poco conocida. Así empezó a trabajar el pintor y dibujante. Buscó personajes y se quedó con 80, casi el doble de lo exigido. Organizó el libro de manera muy libre: el hilo conductor es muy leve, cada personaje conduce al siguiente. Por ejemplo: la Virgen del Pilar lleva a Miguel Pellicer, éste a Leonardo Buñuel, el indiano y padre del cineasta que decía tocar el tambor con dos palos hechos con la muleta del "cojo de Calanda", y luego aparece el director empuñando una pistola, y a él le sigue su amor de juventud, Pilar Bayona. "Ese hilo levísimo también alude a que Zaragoza era pequeña y que todos estaban relacionados". La primera frase es nítida: "En el principio era el cierzo".
Uno de los personajes cuya presencia más sorprende es la del militar Gonzalo Queipo de Llano, que no era aragonés. "Soy consciente de ello -señala Cano-. Pero encontré en un texto de Andrés Trapiello una referencia a Zaragoza, a Queipo y a las bombas del Pilar, que aludía a los cinco adoquines que saltaron por los aires y volvieron a caer escribiendo sobre el suelo: ‘¡Viva la Virgen del Pilar!’. Así lo contó Queipo en la radio. Además, no tenía una imagen del piloto que arrojó las bombas..., y cómo Jalón Ángel le había hecho esta foto. Jalón Ángel aparece tomando la foto de Franco y también es el autor de una famosa foto a Pilar Bayona, que yo utilizo en mi dibujo". Todas las mujeres y la niña milagrosa Asegura Cano que "ha intentado dibujar a todas las mujeres que ha podido". Por eso aparecen Carmen de Lirio, Santa Engracia, Josefa Amar y Borbón, Agustina de Aragón, Amparo Poch, la condesa de Bureta, María Moliner, Leonor Salas de Urzaiz, la Madre Rafols, más, algunas más, como la niña Marisica, "que volvió del más allá para revelar a su padre la fórmula secreta de una piedra esméril llamada a revolucionar el mercado. La piedra, llamada Ferrisa, fue la ruina de la familia Cañas", unos alfareros de la Bozada. Cano define en las primeras páginas a Zaragoza como "una ciudad de curas y militares, una ciudad mitad monja, mitad alférez, una auténtica madrastrona". Le digo que quizá sea la nota más arriesgada del libro. ¿Lo cree de veras? "Sí, ésa es mi visión: veo a Zaragoza como una madrastrona. No estoy hablando de la Zaragoza actual, evidentemente. Pero ésta es una ciudad que siempre le ha hecho la puñeta a los suyos. Piense en la Madre Rafols, en Palafox, que fue el defensor de Zaragoza y acabó como acabó. Piense en Goya. Aquí todos, de un modo u otro, terminaban en precario".
Dice Cano que la exigencia del formato cuadrado también ha condicionado mucho el resultado final. "He intentado que los dibujos tuvieran un carácter gráfico más que pictórico. He repetido algunas obras hasta doce veces, hasta encontrar esa falsa sencillez. Creo que me acerco al dibujante Sanz Lafita, al que tanto admiro. He buscado una línea muy sencilla y contundente". El libro está gustando, "sobre todo a la gente que no conocía la editorial Media Vaca. Se han quedado impresionados por la calidad de la edición". Cano (Zaragoza, 1948) se siente especialmente contento e identificado con algunos personajes como Miguel Labordeta, A. Fernández Molina, Basilio Paraíso, Goya, Carmen de Lirio, "que encarna el espíritu de los 50". Hay otros seres que no pasan inadvertidos: Ava Gardner y Luis Mompel, ella en los toros y él haciendo un dolorido escorzo de cabeza para retratarla en los tendidos, Joaquín Costa, Cajal, San Lamberto... Es el mundo de Cano, tan genuino.
*José Luis Cano acaba de publicar en la editorial Media Vaca de Valencia este libro que se presentará próximamente en la Zaragoza. El martes 19, Miguel Mena y José Antonio Labordeta presentarán un excepcional libro de José Luis Melero: "Los libros de la guerra" (1936-1949) (Rolde). Este es un autorretrato de José Luis Cano para el libro "Retratos imaginarios" (Mira Editores).
4 comentarios
Antonio -
Pepe Cerdá -
Cano es el mejor, y mira que me jode, con lo envidioso que soy...Además, es un tio listo y simpático; y socarrón, y no se lo cree (que es el modo más elevado de creerselo, y mucho), y me cae de cojón.
Viva Cano.
ENRIQUE -
inde -