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Antón Castro

ENTREVISTA CON SILVIO RODRÍGUEZ*

ENTREVISTA CON SILVIO RODRÍGUEZ*  ¿En qué momento decidió ser cantante y compositor Silvio Rodríguez?
Ciertamente ésa es una decisión que no he tomado todavía. Sobre todo, lo de cantante. Mario Romeu, un gran pianista y director de orquesta cubano, me sentó un día ante una cámara de televisión para que interpretara un par de canciones mías que él había orquestado. Entonces lo hice, pensando que era algo momentáneo. Pero lo de tomarlo como oficio todavía me lo estoy pensando.

He leído que usted al principio quería escuchar canciones que no habían sido escritas y ahí empezó todo.
Pensaba en canciones que dijeran lo que mi tiempo necesitaba escuchar, con esa ilusión empecé a escribir canciones y lo sigo haciendo todavía.

¿De qué tradición en concreto arrancaba, quiénes eran sus referencias?
Lo que más me llamaba la atención era la música orquestal, la llamada clásica, trabajos de ese tipo. También disponía de lo que se escuchaba por la radio, que era sobre todo la canción cubana. En mi pueblo natal se hacían bailes semanales y en ellos escuché en directo a las mejores orquestas e intérpretes de los años 50. También en los 50 apareció el rock. Todo me nutrió.

En algún lugar dijo usted también que era un recluta en un campo militar remoto y que la música fue su tabla de salvación. Claro, yo pasé mi servicio militar en la adolescencia y me entretenía por las noches tocando la guitarra.

Usted navegó en el Playa Girón, durante cuatro meses en el Pacífico, combatió en Angola, llegó a abrazar un fusil… ¿Cómo recuerda esta parte de hombre de acción?
Yo navegué con los pescadores por solidaridad, buscando aventuras de alta mar, como en los libros que leía. Fui a Angola, con otros cubanos, cuando estaba siendo invadida por la Sudáfrica del apartheid. Recorríamos los frentes para cantarles a los combatientes angoleños y cubanos. Teníamos que ir armados porque había violencia en los territorios que recorríamos, pero no llegué a ser un combatiente propiamente dicho sino una especie de juglar en la beligerancia.

En 1997 estuve en La Habana y me quedé impresionado con algo: de repente, Omara Portuondo cantó "La Era está pariendo un corazón" y el teatro se vino abajo. La gente de Matanzas, Camagüey, Cienfuegos o Trinidad. ¿Qué tiene esa canción, qué quiso decir?
"La Era" la compuse en 1967, cuando supe que habían asesinado al Che, en Bolivia. Ese mismo día también escribí "Fusil Contra Fusil". Las dos canciones hablan del internacionalismo. Omara fue quien lanzó "La Era" hace casi 40 años, cuando yo acababa de componerla. Ella la convirtió en un suceso nacional y en la primera obra que me dio crédito como autor de canciones.

¿Tiene la sensación de que su obra abarca esencialmente cuatro cosas: la política y su compromiso con Cuba y otros países; la evocación del tiempo ido y su propia memoria, incluso la memoria familiar; y creo que también hay una dimensión mágica, fantástica, su obsesión por los ángeles?
He leído que los temas fundamentales suelen ser aún menos que cuatro. Pero lo importante es la cantidad de matices de cualquier situación de la existencia. Eso es lo que permite diferenciar una expresión de otra.

También hay en usted una vertiente un tanto surrealista, como en "Como esperando a abril".
Fui un entusiasta lector de Saint-John Perse en algún momento de mi juventud. Uno de mis pintores preferidos es René Magritte. Pero la canción "Como Esperando Abril" no creo que sea surrealista. No es más que la descripción de lo que cualquiera puede distinguir en las nubes.

Se ha comprometido usted con Iraq, con Nicaragua, con muchos países que pugnan por su libertad. De Cuba, donde es diputado, dice que es perfectible. ¿Qué quiere decir exactamente?
Eso quiere decir que considero que nuestro socialismo no es algo terminado, por eso es perfectible. Ése es el socialismo en el que yo creo: no el cristalizado e inmóvil sino el que siempre se puede mejorar.

¿Qué queda de aquel cantante, de aquel joven apasionado del inicio de su carrera?
Creo que quedo yo mismo, con más años, pero esencialmente el mismo. Al menos así lo siento yo. Lo que decididamente no me parece igual es parte de lo que me rodea. Eso lo constato muy claramente cuando hoy alguien no me aprecia por la misma razón por la que antes me apreciaba.

¿Qué recuerdos tiene del público español y de Zaragoza?
Cuando estuve por primera vez en Zaragoza, fui con la emoción de que allí había estudiado José Martí. En esa ciudad tuve jornadas de trabajo y de bohemia muy intensas, y conocí a gente admirable e inolvidable, como a José Antonio Labordeta.

¿Cómo es el futuro que sueña para su país?

Cuba vivió la democracia representativa y, según nuestra experiencia, ésta consistía en partidos aparentemente diferentes que en realidad defendían lo mismo: que los ricos vivieran bien y que los pobres allá ellos. Nuestro socialismo no es lo que hemos soñado, es lo que muchas circunstancias adversas nos han permitido realizar. Creo que los cubanos somos capaces de barrer el dolor de nuestra isla y sueño que vamos a hacer un socialismo tan bueno que mucha gente del mundo va a querer tomar una balsa para ir a vivir a Cuba. Y quién sabe si entre ésos haya hasta algunos españoles.

*El cantante cubano, nacido en 1946, actuó anoche en el Auditorio de Zaragoza. Hoy, en "El Periódico de Aragón", Roberto Miranda escribe una espléndida crónica. Ayer no pude ir, a ver si quedan entradas y puedo adquirir una, dos, para hoy. Cuando llegué a Zaragoza, el primer disco que escuché fue "Al final de este viaje" de Silvio Rodríguez.    

 

24 comentarios

Fernando Sarria -

Yo estoy de acuerdo con las últimas afirmaciones, que cada cual aguante su vela y esta bien que todos podamos dar nuestra opinión sin ofendernos, ni alterarnos por ello...aunque no las compartamos las de los otros. Yo sigo diciendo
que cada uno es actor de su propia vida y yo bastante tengo con aprender mi papel en esta para meterme en la de los demás. Saludos, por cierto¿habéis visto cerca del río un Unicornio azul? (No hablo de fluvi o como leches se llame)

Tremisis -

...que aquí el problema es ser diputado de un parlamento que desprecia los derechos de la población, por mucho que haya otros lugares en los que se viva peor o la democracia formal tenga muchos defectos. No son argumentos para jusitificar eso.
Y yo seguiré escuchando su música por que me emociona y me parece hermosísima. Que cada palo aguante su vela.

Tremisis -

Silvio Rodríguez es un maravilloso compositor con un talento enorme y una obra magnífica. Y es colaborador activo de una dictadura.
Yo en lo que no veo contradicción es en interesarse en el trabajo de un artista aunque no estemos de acuerdo en su pensamiento o forma de vida. Hay que ser en ese sentido, pienso yo, un poco más iconoclastas.
NO es un debate entre las bondades de unos regimenes políticos sobre otros, ni sobre la historia de Cuba. Creo

ENRIQUE -

Es una pena que la ironía dificulte nuestro entendimiento, Miguel. Perdona si he interpretado algo mal. Por mi parte, no tengo problema en admitir que denuncio primero las dictaduras que las democracias imperfectas (¿cuál no lo es por desgracia?). A Perico no me atrevería a calificarlo como ultra, a lo sumo, grosero por la frase de despedida. A los castristas, sí (quede claro que no me refiero a ningún visitante de este blog). ¡Abrazos a todos!

MIGUEL -

Sólo he pedido la opinión de Enrique sobre ciertos países, sin partir de ideas preconcebidas como él supone. Eso sí, dando por hecho que no cae en esa censura mucho más sutil que mi ironía, consistente en centrar los focos sobre determinados puntos y limitar así el campo de debate, quedando al margen algunos axiomas. Siento que malinterprete mis líneas hasta el punto de identificarme con un jaleador de dictaduras. Pero como soy un simple invitado en casa ajena, y he visto que ya han entrado los ultras (pericos) corto y cambio hasta mejor ocasión.

padesintosicar -

Por cierto he recibido esto:
Rolde de Estudios Aragoneses te invita a la presentación de

Los libros de la guerra
Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón, 1936-1949,

de José Luis Melero.

El martes 19 de septiembre el libro será presentado en Zaragoza, a las ocho de la tarde, en el Salón de Actos de la Facultad de Económicas (Gran Vía, 2), con la presencia de José Antonio Labordeta y Miguel Mena.

Y el jueves 28 en Huesca, también a las ocho, se presentará en el Museo Pedagógico de Aragón (Plaza López Allué, s/n), donde nos acompañarán Víctor Pardo y el Director General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente.

Perico -

Este bardo romántico forma parte activamente de un régimen que persigue a los homosexuales, a los disidentes, y a cualquiera que no cante, como él, loas al totalitarismo comunista.
Que le den por el culo.

ENRIQUE -

Me complace leer la sutil ironía de Miguel y ver cómo parte de la creencia de que yo considero a ciertos países como "paraísos democráticos y capitalistas" y otras cosas que se supone que yo creo, aunque no he dicho en ningún momento. La lectura de sus líneas me ha hecho reflexionar y modestamente solicito desde aquí y a quien corresponda la reinstauración de la dictadura franquista en España (observando a algunos españoles no será difícil resucitar al difunto)con la loable intención de revitalizar nuestro decaído panorama cultural. Atentamente, Enrique.

Miguel -

Ya he conocido el punto de vista de Enrique sobre Cuba. Ahora me gustaría conocer su opinión sobre los paraísos democráticos y capitalistas que rodean a la isla: Haití, Guatemala, El Salvador,etc. aunque sobre ellos sufrimos un bombardeo continuo de opinión en los medios de comunicación, a diferencia del silencio que se extiende sobre el tema cubano. Lugares donde gracias al amparo de EEUU, como todo el mundo sabe, el nivel de vida y de libertad (individual y colectiva) es comparable al de los países del "Primer mundo"; generadores, por otro lado y gracias a dichas condiciones sociales, de un flujo continuo de creatividad en todos los ámbitos culturales, de ahí la ingente cantidad de escritores, cantantes o cineastas de primer orden que surgen constantemente de ellos, a diferencia de la pobreza cultural cubana.
En cuanto a Silvio Rodríguez, en concreto, es de dominio público que vive a cuerpo de rey en Cuba gracias al apoyo del régimen, porque si tuviera que sobrevivir gracias a los derechos de autor de sus discos o las recaudaciones de sus conciertos pasaría hambre, dado que apenas actúa por el mundo y, allí donde lo llevan, nadie va a escucharlo ni conocen sus canciones.

Fernando Sarria -

Hace tiempo que deje de creer en paraísos terrenales, de los celestiales no voy a hablar ya que nada sé de ellos. También hace tiempo que las grandilocuentes palabras sobre las que se sostiene nuestro sistema político dejaron de parecerme las bases reales de la sociedad. Considero que vivimos en el menos malo de los posibles sitios y sistemas, lo cual ya es mucho, y no me voy a quejar de ello, aunque tampoco voy a intentar dar lecciones a los demás. Bastante tenemos para sostener nuestro teatro, como para salir a presumir y golpearnos el pecho con lo que esta bien y lo que esta mal .
Es realmente triste ver las noticias del mundo en general, donde todas las carencias del sistema global aparecen nada más rascar un poco, pues seguimos viviendo en un mundo de muchas velocidades y que cada vez las diferencias entre unos y otros son mayores, pero no voy a hablar más de esto, tampoco es un tema que domine con pelos y señales.
En estos momentos de mi vida, incrédulo y a lo mejor trasnochado, lo único que me motiva son las personas como individuos, sus sentimientos, sueños, miedos, fracasos, logros, todo lo que encierra una emoción y puede encerrarse en una palabra o en un silencio, ya que a veces callado se dice mucho más aunque quizás se entienda menos.saludos a todos

Magda -

hayamos, perdón.

Magda -

Enrique, además hay que pensar en algo: América es la nieta o bisnieta de Europa, temporalmente hablando. Esto quiere decir, en mi opinión, que somos nuevos, iniciamos un camino que ustedes ya pasaron hace cientos de años y se las vieron igual de duro o más, no se. Todo es cuestión de tiempo y creeme, quizá algun dia suceda lo que Silvio quiere para su país. Ir a Cuba es visitar el paraíso, con todo y sus serios problemas ¿qué país no los tiene si USA estuviera disputándoselo para hacer de él una colonia?

Gusto en conocerte. Ojalá que no hallamos saturado a Antón, siempre tan bello.

ENRIQUE -

No comparto en muchos puntos la visión de Magda y Fernando. Agradezco a Antón este espacio de libertad. Desde mi punto de vista, no veo nada malo en polemizar; al contrario. Lo hacemos desde la educación y las convicciones de cada uno, pero si ha de acabar aquí esta conversación, sea. Pido perdón a Antón, si se ha sentido molesto. Lo cierto es que las canciones de Silvio Rodríguez me gustan mucho. No obstante, no comulgo con las distinciones entre dictaduras y, entre otras cosas que comentaría, no considero que criticar la falta de libertad sea ser un Savonarola, más bien al contrario. Sólo pienso que ojalá Cuba pronto sea -como lo es este blog- un espacio de libertad, ojalá pronto acaben las tolerancias con lo intolerable proferidas desde nuestra comodidad, ojalá pronto acaben los gobiernos de difuntos y flores de Fidel Castro.

Fernando Sarria -

No voy a ser yo quien defienda el régimen cubano, tampoco voy a denunciarlo, me parece que es un país que tiene que cambiar y que su única salida es la democracia, pero “su” democracia ; ¿existe contradicción entre Silvio y sus canciones?, pues depende también desde que perspectiva hablemos, es muy fácil ahora para nosotros hablar desde aquí, que no hemos sentido durante cuarenta y tantos años la presión del “amigo del norte” (¡ el paladín de la democracia ¡), no vamos a hacer historia de los últimos cincuenta años pues El Imperio siempre lo es, desde tiempos inmemoriales y siempre busca sus ventajas, ejemplo puro y duro nosotros mismos desde 1939 hasta 1975 y nuestro paso oscuro por parte del siglo pasado con la complacencia de todas las hermosas democracias. Por eso las contradicciones de Silvio, pues que quieres que te diga son suyas y de su país, como las de cada cual y ponerse de Savonarola de los demás dejaría tantos cadáveres en el camino que prefiero la soledad de mis propias contradicciones.
Él lleva cerca de cuarenta años cantando y hace treinta yo esperaba otra cosa de mi país, sus canciones me han ayudado a ser mejor persona porque me han hecho reflexionar sobre muchas cosas, sobre lo relativo de la condición humana, lo poco que vales en la balanza según tu pasaporte y tu color, entre otras. Por cierto, Enrique, ¿te gusta como cantante?, no quiero polemizar más en el blog de Antón (pido mil perdones). Saludos a todos.

Magda -

Creo, Enrique, abusando del espacio de Antón y pidiéndole disculpas por hacerlo, que no es como lo ves o al menos lo que tu miras no lo vemos otros. Hay dictaduras de muchos tipos, hasta las que habitan en algunos pensamientos y que son muy peligrosas y que por supuesto no es la de Silvio.

Por otro lado, Silvio no es de esos "algunos" que venden la idea que mencionas. Silvio entrega su arte, es un poeta que canta, que es totalmente diferente. Si Silvio llevara en sus espaldas el ser un "secuaz de una dictadura" como expresas, no leeríamos a Heidegger, por ejemplo. El mundo no es como queremos, por supuesto, pero para eso está el arte en todas sus manifestaciones.

Pero prefiero no comentar más al respecto y gozar de esta maravillosa entrevista que nos regala Antón. Gracias por este regalo tan bello.

ENRIQUE -

En cualquier caso, Fernando, encuentro ciertas diferencias entre un tipo anodino y perfectamente prescindible actuando en un régimen democrático y el secuaz de una dictadura, aunque algunos traten de vendernos la idea de que con palmeras y mojitos las dictaduras lo son menos.

ENRIQUE -

Cierto es, Fernando. Completamente de acuerdo.

Fernando -

Si fuera por intelectuales de salón en este país con democracia los hay desde hace años con muchos aranceles y viviendo de la sopa boba, con los que hay ahora y con los de la foto de Las Azores...

ENRIQUE -

"Nuestro socialismo no es algo terminado, por eso es perfectible. Ése es el socialismo en el que yo creo: no el cristalizado e inmóvil sino el que siempre se puede mejorar", "vamos a hacer un socialismo tan bueno que mucha gente del mundo va a querer tomar una balsa para ir a vivir a Cuba", etc.: perlas tan profundas como éstas nos regala Silvio Rodríguez. A ver si se dan prisa en hacer ese socialismo (tiempo precisamente no les ha faltado), que mientras tanto vamos a ir yendo ya todos en balsitas a ver si nos dan un sueldo de intelectuales orgánicos y revolucionarios de salón. Asco de democracia...

Antonio Pérez Morte -

El público de Silvio es joven: ¡Llevo treinta y tantos años sintiéndome joven al escuchar sus canciones!

Miguel -

No te lo pierdas, Antón. Hacía años que no disfrutaba de algo así. Hubo un momento mágico: el final de "La gota de Rocío"; Silvio cantaba el tema principal y el público fraseaba el contrapunto con dulzura. Y éramos el mismo público que aplaudíamos como bestias para que ejecutara los 6 o 7 bises con que nos deleitó. Además, me sorprendió la cantidad de gente joven: detrás de mí, un par de chavales, que rondarían los veinticinco, corearon casi todas las canciones.

Luisa -

Fue el de ayer un concierto fantástico, fantástico. Por todo: las canciones, los bises, los músicos, el público y Silvio Rodríguez, que estuvo sencillamente magistral y muy cercano, muy generoso. Hubo mucha emoción. Un abrazo.

Antonio Pérez Morte -

Veo que hemos elegido al mismo personaje para hoy:
¡Gracias por compartir esa gran entrevista!
¡Abrazos!

Fernando -

Gracias Antón por poner este reportaje, el concierto fue espléndido no te lo pierdas... Silvio como ya he dicho muchas veces llega por sitios inesperados a las personas pero se queda para siempre con nosotros. Saludos cordiales.