AMANCIO PRADA CANTA A CHICHO SÁNCHEZ FERLOSIO*
Chicho, el trovador , el marido y la vecina
Para algunos Amancio Prada es un cantante con aureola. Su concentración, su intensidad, casi su ensimismamiento en escena, su modo de abordar los textos e incluso su propio repertorio, casi siempre lírico e incluso dramático, han hecho de él una especie de cantante místico de una severidad sensual, tan transido por el misterio que parece que podría levitar en cualquier instante. Con una veintena discos a su espalda, no vamos a descubrir su perfil, su inclinación a la pureza, su obsesión por decir bien el verso. Pocos han cantado como él a Rosalía de Castro, a Antonio Machado, a San Juan de la Cruz, a Juan Ramón Jiménez, a Federico García Lorca, a Cunqueiro, a los poetas galaico-portugueses o a Agustín García Calvo. Hace algo más de un año, el cantante del Bierzo rindió un homenaje a uno de los compositores que más le ha marcado: Chico Sánchez Ferlosio (1940-2003) con el disco “Hasta otro día, Chicho”, que se compone de 19 temas, y que ahora se ha convertido en la base del espectáculo “El cantar tiene sentido”, una de las canciones que popularizó “el cantor con más gracia y talento” que conoció Prada.
El Teatro Principal, [a pesar de que era lunes de resaca del Pilar, un lunes 16 de octubre], registró más de media entrada. Un público incondicional, sin duda, que se encontró con un Amancio Prada muy cambiado: no sólo era el espléndido y refinado intérprete de siempre, el trovador que establece un hilo de complicidad sonora con sus músicos (con el pianista aragonés Pedro Navarrete, en particular), era un auténtico contador de historias, un charlatán de aldea, inspirado en cada relato. Amancio Prada se metió a la gente en el bolsillo como suele hacerlo: con exquisita profesionalidad, con hondura, con esa voz que tiene algo de oleaje marino o de brisa que nace del rumor de los pinos. Se arrancó con el romance del Conde Arnaldos, prosiguió con “El cantar tiene sentido” y la jocosa “Canción adúltera”, elevó la emoción y la euforia cuando cantó “Hoy no me levantó yo”, bordó dos temas soberbios como “Cárcel por dentro” y el alegato “Pena de muerte”, dentro de un apartado muy especial de cuatro temas “carcelarios”, donde sonó con limpidez y hermosura el “Romance del prisionero”.
Pero lo mejor no fue eso, sino que convirtió el recital en un diálogo con el ausente, en una glosa emocionante y divertida, en un retrato del genio inclasificable, que era capaz de construir “canciones de un solo uso” (Prada contó dos memorables anécdotas: una burla de dos presidentes de Diputación, el entrante y el saliente; y su obstinación por cobrar 50.000 pesetas de un concierto colectivo del cual demoraban el pago con “Vuelva usted mañana”, como había dicho Mariano José de Larra) por un desaire de políticos o de enamorarse de su vecina, a la que no se atrevía a seducir porque estaba casada con “un señor tan majo como yo”, y sin embargo le escribió una carta tan bella como “La vecina”. Prada estuvo desternillante: imitó y dio vida al ausente, inmortal en sus canciones, cantó “a capella”. Un señor del fondo resumió el concierto -que tuvo un final apoteósico con “Adiós ríos…”, “Libre te quiero” y zanfoña-, con esta frase: “¡Qué maravilla!”.
Amancio Prada
“El cantar tiene sentido”. Homenaje a Chicho Sánchez Ferlosio. Músicos: Pedro Navarrete (piano); Cuco Pérez (acordeón); Baldo Martínez (contrabajo), Mariana Cores (vilonchelo) y Luis Delgado (percusión).
Teatro Principal. Lunes 16, a las 21.00. Más de media entrada.
*Escribí este artículo hace algunos días. Acabo de recibir una carta de Juan Verón Gormaz, que asistió al concierto, aunque yo no lo vi, y cuelgo aquí esta nota. Fue un concierto excecpional. El mejor que yo le he oído a Amancio Prada, y le he oído unos cuantos. Amancio Prada, por cierto, cada vez se parece más a Leo Ferré.
6 comentarios
beppo andrioli -
Roberto Zucco -
inde -
Desde que he leído tu post esta mañana he estado tarareando "Libre te quiero". En casa, me ha oído Joaquín y la ha puesto en el equipo de música. Casi me derrito. Hacía tanto que no la oía...
Fernando -
Luisa -
Juan Verón -