CUENTOS PARA SARA EL DÍA QUE CUMPLIÓ OCHO AÑOS
Sarita, mi hija menor, cumplió ayer ocho años, aunque celebró su cumpleaños el pasado sábado con más de una veintena de amigos y amigas. Fue una fiesta estupenda; cuatro o cinco montones de globos diseminados indicaban el camino a nuestra casa. Anoche, tras la derrota inesperada del Real Zaragoza, se agitaban como apariciones de color bajo la luz de nardo de la luna. Y aún siguen ahí. Sara Sarita dijo que quería, de regalo, lo de siempre: L I B R O S, y la paga: cinco euros por lo menos. La noche del sábado se quedaron a dormir en casa cinco niñas (Anne, Claudia, Mar, María y Marta), se acostaron a las tres de la mañana, pero antes utilizaron el vestíbulo para hacer una coreografía de cuatro o cinco minutos con motivo de la serie “Rebeldes”. Con sus primas Isabel y María de maestras de ceremonias, que acarician la adolescencia y despiertan encendidas pasiones, bordaron su actuación. Fue su memorable noche, sin duda.
Esta mañana he leído tres los libros álbumes que ha recibido Sarita. “Un poema para curar a los peces”(Kókinos) de Jean-Pierre Siméon y Olivier Tallec, que es una historia fantástica y a la vez cotidiana en torno a la enfermedad de un pez, llamado León, al que sólo le puede curar con un poema. Su dueño inicia la búsqueda de un poema, del significado de la palabra poema, y resuelve perfectamente esta pieza que tiene, por su magia espontánea, por su delicadeza y por su lirismo exacto, un increíble hechizo. Las ilustraciones son realmente hermosas, de un expresionismo amable y de un radiante colorido.
En su instante más decisivo dice:
Un poema
Es como llevar el cielo en la boca.
Es como el pan recién hecho,
El gusto que queda en la boca
Después de comerlo.
Un poema
Es escuchar el latido
Del corazón de las piedras.
Es cuando las palabras quieren volar.
Es un canto desde la prisión.
Un poema
Pone las palabras al revés
Y ¡ale hop! el mundo es nuevo.
Todo el conjunto es seductor y una invitación constante a soñar. Incluso hay una ballena invertida (puesta del revés. Desconozco la belleza de su canto y sus hábitos sexuales…), y justo el día en que presento mi libro “Golpes de mar” (maravilloso el detalle de Mariano Gistaín en gistaín.net), no deja de ser una coincidencia. Una versión previa de este volumen en gallego se tituló “Vida e morte das baleas” (Espiral Maior, 1997).
Hace no demasiado tiempo, Daniel Nesquens publicaba “El sombrero volador”, con ilustraciones de Elisa Arguilé, y también la que es por ahora su obra maestra, “Mi familia”, también con unas ilustraciones espléndidas de Elisa. Ahora acaba de aparecer “Papá tiene un sombrero” (Anaya, 2006), con ilustraciones de Jesús Cisneros, que se desliza en ocasiones hacia el collage y la pasión por los objetos. El libro es de carácter fantástico y narra los prodigios del sombrero del padre del niño que cuenta la historia. De ese sombrero puede salir casi todo: un ramo de flores, un oso que bien podría llamarse Crocanti y que quiere jugar al tenis, un fotógrafo ambulante que trabajó en un circo, un tal señor Bird, que era capaz de dar un brinco y sentarse en la luna… Nesquens, con su imaginación surrealista, con su capacidad de observación y su inclinación al posible disparate, vuelve a ofrecer un estupendo libro, tan libre y caprichoso como los suyos. Daniel tuvo el bello gesto de dedicárselo a Sarita. Y no es el primero.
Eva Cosculluela, esa pareja de fantasía en el libro y en Los Portadores de Sueños con Félix, le regaló a Sara Sarita un libro excepcional: “Cyrano”, inspirado en la historia romántica y desesperada de Edmond Rostand, narrado aquí por Taï-Marc Le Thanh e ilustrado bellamente, con esa opción orientalista dominada por las variedades y sutilezas del rojo, por Rébecca Dautremer. El libro resume una parte de la historia de Roxanna, tan inteligente como bella, de Christian (“Christian era muy tonto. Era como un adoquín. Por tanto, sólo podía hablar con adoquines”) y de Cyrano, que era poeta y tenía una inmensa, inacabable nariz. Fernando Lalana hizo una adaptación de este asunto en verso para Imaginarium, que es uno de los libros preferidos de Sara. Y míos, por su sentido del humor y del juego y por el contagio del embeleso de las palabras.
"Cyrano" (publicado por la zaragozana Edelvives) es un álbum extraordinario. Una joya, que contiene esta revelación final, de sobras conocida:
Ella le leyó la última carta
Que había recibido de Christian.
Cyrano se la sabía de memoria
Ya que él mismo la había escrito.
Roxana se la oyó recitar a medida
Que ella leía y entonces se dio cuenta
De que Cyrano había sido
El amor de toda su vida.
Tengo la sensación de que me olvido de algo. De que tengo que hacer algo que no recuerdo, pero me ha gustado empezar así la mañana. Si queréis y podéis nos vemos esta tarde, aunque tenéis mucho donde elegir.
13 comentarios
laru!! -
ruth -
velvetinna -
dE aNTÓN -
Pregunta para Nerea: Casi te compadezco, siempre te encuentro de exámenes.
Un abrazo para todas / mejor para todas...
Nerea -
Da gusto regalarle libros a un peque, siempre los acogen con cariño. Mis primas se han acostumbrado demasiado a que les regale libros. Me alegra saber que Sara también, aunque con ese padre...
(No pude ir a la presentación, tenía exámenes)
Un beso!
lamima -
lamima -
Bueno y,aunque con retraso, felicidades a tu princesa.
ana a. -
Magda -
Que la pases estupendo en tu presentación, será seguramente inolvidable. Un abrazo cariñoso a tu hijita de cumpleaños.
inde -
A mí también me encanta el Cyrano de Lalana para Imaginarium, que nuestro Javier Torres regaló a Quinito: nos lo sabemos de memoria.
Antonio -
¡Abrazos!
Fernando Sarria -
Luisa -
Que te rodee esta tarde.
Un abrazo.