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Antón Castro

UNA TARDE EN CALAMOCHA CON JOSÉ LUIS CAMPOS Y CÍA

UNA TARDE EN CALAMOCHA CON JOSÉ LUIS CAMPOS Y CÍA

José Luis Campos es uno de los hombres más cariñosos que conozco. Hace poco tuvo que hacer una operación a corazón abierto, pero ha salido todo bien. Ha tenido que dejar de fumar y hace los esfuerzos justos. Ha ordenado la vida y sus paseos: come en casa, convive más con sus niñas, ha mitigado el estrés. Ha terminado una impresionante casa en Calamocha, una casa con vistas y piscina, y allí acogía a algunos de sus amigos el pasado sábado. Preparó, con su amigo Miguel, marido de su sobrina Loli, y con Nico, un joven rumano que colabora con él y trabaja en la construcción, una comida ideal con morcilla y cordero jugoso y merluza a la plancha. Además, hubo buenos vinos, un exquisito y aromático aceite, quesos, tomates, lechugas, frutas y postres, y todo el cariño de José Luis y su mujer Mari Carmen, encantada de recibir en casa a los chicos del Club del Gol de Nayim, a los que ella les ha cambiado el nombre por otro más humorístico: El Club de los Poetas Muertos. Antes de la comida, José Luis mostró a sus amigos –entre ellos Daniel Mena Ventura y su cuidadora Petra de Brno- algunos de sus secretos: un espectacular césped que tiene en la parte de atrás, donde va a instalar un cenador de verano, un pequeño gimnasio con la cinta para andar y una sofisticada bicicleta estática, ejercicio que suele realizar cada día ante algún telediario. El garaje es ideal, y el cuarto de la calefacción parece un monumento a la mecánica y las nuevas tecnologías. Alguien dijo: “José Luis cuida todos los detalles”.

En la comida, hubo risas, confidencias, corrieron chistes. Algunos comimos con auténtico afán; otros, porque el ternasco estaba en el punto exacto de brasa, comieron con un placer tan voraz como no lo habían hecho en mucho tiempo. El champán era de Cariñena. Y José Luis y Mari Carmen estaban felices. Sus hijas Miriam y Sara apenas quisieron posar por los fotógrafos amigos: prefirieron algunos regalos de José Luis Jiménez y Juan Carlos Meler. Daniel Mena y Petra y la chiquillería menuda fueron a ver, y no sé si a montar, al caballo Rociero, del hijo de Miguel, que es un afamado jinete. Anfitrión de lujo, y productor incondicional y entusiasta de “El Reservado”, el programa de entrevistas que conduce Luis Alegre, José Luis Campos sorprendió a sus amigos con espléndidos regalos. 

La noche había llegado al galope y por sorpresa. Tomamos el coche y regresamos. Cuando presumía que estábamos a punto de llegar, recibimos un mensaje: “¿Qué tal ha ido el viaje?”. Era de José Luis Campos. Antes de la partida, nos había dicho: “Éste ha sido uno de los días más felices de mi vida”. Subía la cuesta del garaje de su cuesta y no notó cansancio alguno en el corazón.  

*Veíamos, recortada en el cielo, esta torre de la iglesia de Calamocha.

7 comentarios

Mª Carmen -

Hay tantas maneras de disfrutar de una buena tarde..., una lectura, el disfrute de un paseo, hacer limpieza en el desorden de tus papeles, pensar...todo cabe, menos darse a las falacias infundadas.
Mª Carmen

sara -

que envidiosa, CUANDO EL DIABLO SE ABURRE CON EL RABO MATA MOSCAS

Pakico -

Todo buen hombre que se precie y quiera hacer que disfruten sus amigos en familia, echa mano del ternasco!! Somos así de carnívoros. Un nuevo y joven amigo hizo lo propio con los suyos, entre los que tengo el placer de encontrarme, este último findesemana muy cerquica de Teruel. Estaba delicioso... antes, durante y después lo pasamos genial!!!
Somos afortunados, no nos podemos quejar...

TALUEGO

Luisa -

Pues estoy con Mariano;)El texto es tan jugoso que se siente bien el calorcito de las brasas, del hogar y de los amigos. Pero tampoco hay que negarse a un buen ambiente en condiciones, je,je...
Desde luego, vaya díazo, Antón. Buen prolegómeno de los festivales que nos esperan. En estas fechas las reuniones de amigos son de lo mejor.

m ; ) -

Eh Mitsui, que para disfrutar de amigos no hace falta casa ni piscina. ¡Ni ternasco! De Antón de puede disfrutar gratis, como se ve en este texto tan bonico.

mitsui -

Lo estaba leyendo el artículo, y parecía que estaba comiendo allí con vosotros, que alegría estar con tus amigos tan a gusto, comiendo ternasco de Aragón. Qué delicia! Cuando tendre yo una casa para poder disfrutar de mis amigos de esa manera!!! Cuando!!!!!

Fernando -

Antón llevas un fin de semana "lifarero"...te veo dando grandes paseos porque vienen noches y días no precisamente de sopas de ajo...lo único que no me parece bien es el cava, si era el del grupo Grandes Vinos y Viñedos, pase, ya que astutamente se lo "hacían" en Cataluña aunque las uvas eran de Cariñena...yo creo que en cada sitio hay cosas buenas, vengan de donde vengan, pero hay que saber elegir lo mejor de cada casa...es una opinión...sin animo de polémica...que ya se acaba el año.