POSTAL CON MIS MEJORES DESEOS PARA 2007
UNA POSTAL DE CARIÑOS
Soy incapaz de responder a los mensajes que recibo en mi teléfono móvil. Lo he cambiado hace poco y aún no lo entiendo bien, además es sabido que soy un tonto informático. Este blog es mi mejor aliado, es mi isla y mi espejo, y por eso desde aquí os envío un abrazo y mis mejores deseos a tantos amigos y hermanos y cómplices que me ha dado la vida en estos años, en estos últimos días, en tantos lances. Hoy es un día, además, especial: Carmen Gascón, la madre de mis cinco hijos, cumple 48; llevamos 28 juntos, lo que ya es decir, con 26 de matrimonio civil. Y ha recibido muchos regalos de la índole más diversa: desde velos para bailar la danza del vientre hasta anillos más o menos enmeigados. El otro día, perdió en Galicia una sortija. Mi padre, que por una vez se puso a limpiar la mesa, lo cogió entre papeles y restos del desayuno y lo arrojó al gran cubo de la basura. En plena calle lo vació a la búsqueda de un imposible; al final, desesperado, dijo: “Nena, ¿e logo costaba moito?”. Carmen respondió: “Tenía un incalculable valor sentimental”. Mi padre, pragmático, dijo: “Bueno, eso es bastante llevadero”.
Además, están aquí en mi casa mis cuñados y sobrinos y mi suegra. Si a ellos les sumamos mi familia, somos 20 personas. Mi cuñada Isabel ha traído dos cochinillos y un pavo, que yo no comeré (me conformo con oler), las mejores naranjas que conozco; y ha traído a su marido el granjero y porquero José Antonio, de Orihuela, su pueblo y el mío; con José Antonio he ido a vaciar toneladas de papel y cartón esta mañana. María Ángeles y José Luis, procedentes de Jumilla, han traído vinos con denominación de origen y su vieja pasión por los juegos de mesa. Y Paco y France, procedentes de Francia, traen pasteles, cava francés y una buena noticia. Paco ha leído “Días sin tregua” (Destino, 2006. Premio Ciudad de Málaga) de Miguel Mena y se lo ha pasado realmente en grande.
Yo me he retirado aquí, en el estudio, he puesto a Manolo García, “Arena en los bolsillos”, y me he puesto a pensar en muchos amigos, en el año que culmina, en el año que llega, y estoy contento, muy contento. A solas, pero sintiéndome muy acompañado. Ahora pienso en mi padre y me siento casi tan huraño como él. Volveré, volveré, cuando el gallo no coma, Volveré, volveré, cuando el gallo no quiera comer.
A modo de postal de cariño y de buenos deseos os dejo aquí esta foto de Annie Leibovitz con un fondo musical. Es un retrato de Johnny Cash y de su mujer June Carter en 2001.
2 comentarios
Fernando -
Magda -
Un abrazo tan grande como de aquí a la luna, y más allá.