POEMA DE MARINA DE MIGUEL ARRIVI*
Hormiga
En un sueño inventado la margarita quiso ser una hormiga.
Un sol apenado maduró su aceitunada piel, ayudado por las cosquillas del aire.
Con su innata habilidad, algunas arañas tejieron una coraza con la que resguardar el enclenque cuerpo.
Un corsé de finas hojas le otorgó la flexibilidad para poder transportar alimentos.
El ciempiés le prestó seis zapatos para las patas confeccionadas con el débil alambre
que sujeta los deseos a este inquietante mundo.
El peluquero del reino vegetal, el saltamontes, afeitó con gran esmero los amores no
correspondidos de la flor.
Dicen que la hierba lloró al recogerlos.
Los ojos y la boca fueron un regalo de las abejas por tantos años de servicio e incluso
el insecto palo rompió por unos instantes su meditación diaria para moldear unas antenas con dos ramas secas.
Gracias al pisotón de un niño, abandonó las alturas y se adentró en la terrosa oscuridad.
Como despedida, la cigarra improvisó una letanía que enmudeció al orgulloso girasol.
Desgraciadamente, la tierra no quiso perder a su más bello adorno y no liberó las raíces.
Cuando encuentres un níveo pétalo en el suelo, piensa en la margarita que ahora vive desnuda por un día soñarse hormiga.
Marina de Miguel Arrivi
*Marina de Miguel Arrivi es una joven poeta y periodista de "La Voz de Galicia"
La foto es de Edouard Boubat.
5 comentarios
Magda -
Gracias por tus palabras querido Antón. Para mi la maravilla es poder venir y leerte todos los días.
A Magda -
Qué maravilla Magda que andes por aquí. En gallego, diríamos con feliz estupor, con cariño infinito: "Vaia ser!". Qué criatura.Un abrazo.
Magda -
Magda -
Fernando -