VICTORIAS DE JORGE Y DIEGO
Regresaba Jorge hoy al fútbol, tras su accidente en el pie. Y lo hizo en el Stadium Venecia. El Utebo se enfrentaba al equipo local. Hacía un viento enloquecido y se deshacía un sol intenso, casi primaveral. Como no jugó Jorge de inicio, asistí de lejos a la primera parte. Los locales se pusieron por delante, y la primera parte concluyó 2-1 en contra del Utebo. En la segunda parte, con la entrada del peruano Luis y los remates espléndidos de Remón, los azules le dieron la vuelta al choque y ganaron por 2-4. Jorge salió cuando faltaban quince o veinte minutos, y realizó un excelente partido: pasó bien, regateó en varias ocasiones, corrió por su banda y combinó con Luis. No se resintió del dedo del pie.
Cuando estaba a punto de terminar el partido, me llamó Diego, que jugaba en Garrapinillos contra el Burgo de Ebro. En el partido de la primera vuelta, un jugador rival le rompió la pierna a Alex. Y aún cojea. Diego me dijo que había jugado casi todo el partido –lleva una semana con una tremenda gripe que le ha impedido ir a clase, excepto el viernes- y que había marcado un gol. Se le veía muy contento. Como siempre.
PD. Veo el partido del Barcelona y del Real Madrid. El moribundo, se había dicho, era el Madrid. Y fue exactamente al revés. Los blancos sin hacer nada del otro mundo, pudieron haber ganado; Messi, en una de sus mejores noches, brilla y eclipsa a un apagado y estático Ronaldinho. El equipo de Rijkaard se ha vuelto un equipo previsible, o un tanto previsible, con escasa profundidad. Ha perdido la velocidad, el sentido del desmarque, la rapidez, la ambición. Una genialidad inesperada del argentino de 19 años ha paralizado otro estado de crisis.
1 comentario
Chorche -
ps. El Zaragoza vuelve a perder el tren. Pena de país este con trenes que nunca llegan.