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Antón Castro

AQUELLOS MARAVILLOSOS MAÑOS (Crónica de ÁNCHEL CONTE)

AQUELLOS MARAVILLOSOS MAÑOS (Crónica de ÁNCHEL CONTE)

[Llego a casa, tras perder el autobús de la una (tuvimos que coger el tren de las cuatro), y me encuentro con la magnífica victoria del Real Zaragoza  (me habría gustado darle un abrazo a ese seguidor ejemplar que es José Luis Melero padre), con mis hijos, con 563 correos y con esta espléndida crónica de Ánchel Conte, que presenta libro, “Esperando el cierzo”, este fin de semana en Madrid, en la librería Central. La cuelgo gustosamente en el blog]  

Hay ocasiones en que Barcelona tiene un corazón aragonés que late empujado por el cierzo. Hemos tenido una semana en la que Aragón ha estado presente y a muchos se nos ha llenado el cuerpo con aires y añoranzas de la tierra. Todo empezó el domingo día 11 en la sala Luz de Gas con el recital de un Angel Petisme pletórico. Continuó el viernes día 16 con José Luis Melero, que presentó en el Centro Aragonés de la calle de Costa su estupenda obra “Los libros de la Guerra” (Rolde). Oír hablar a Pepe sobre su libro fue un regalo y un buen aperitivo de lo que nos esperaba el sábado por la noche en el Teatre Joventut de L’Hospitalet de Llobregat, donde José Antonio Labodeta, Joaquín Carbonell y Eduardo Paz, “Aquellos magníficos mAÑOS” –tal era el nombre que llevaba el concierto, dentro del ciclo Barcelona-Sants- llenaron todo el aforo y lograron crear un clima tan emocionante que supongo que a todos se les puso la piel tan erizada como yo tenía la mía.

Nunca había visto a los tres juntos desde los esperanzadores años de la Transición, y tenerlos ahí, hermanados, con una complicidad y una espontaneidad que contagiaron a todo el público, ha hecho de ese concierto uno de los más emocionantes que yo he vivido nunca. Ha pasado el tiempo, y resulta que aquellas canciones de los 70 siguen tan vivas como vivos y actuales resultan sus autores. Oyéndolos, a uno le venían recuerdos que luego pudimos comentar con ellos, conciertos en fechas tan señaladas  que han pasado a la historia de mi vida como una referencia: La Bullonera a los dos días de la muerte de Allende, Labordeta el día que Franco fusiló a los militantes del FRAP, Carbonell contra viento y censura en el instituto Ibáñez Martín de Teruel donde yo trabajaba; todos, ellos y muchos más,  en los grandiosos conciertos del Teatro Principal en Zaragoza o en el Palacio de Deportes de Huesca…

Ciertamente, los tiempos son otros, pero la amenaza del fascismo está ahí, al acecho, esperando cualquier excusa para airear sus banderas que tanto recuerdan aquéllas contra las que nos movilizábamos en los años de la esperanza. Por eso oír a Labordeta cantar “Banderas rotas” o “Dejen pasar” a Carbonell, o las tremedas “Albada” de Labordeta o el canto a Los Monegros de la Bullonera recuperaban su sentido original y nos ponían a todos en pie, aragoneses y no aragoneses, unidos en la emoción y en la esperanza. Ver y oír a mis viejos amigos, a compañeros de tantas historias, me ha hecho más libre, me ha quitado años, me ha dado el empujón que de vez en cuando hemos de recibir en la conciencia. El Teatre Joventut ha sido el lugar del encuentro de tres magníficos aragoneses con los que da gusto caminar hacia un Aragón por el que luchan/mos desde hace décadas. Concierto imborrable, emoción a raudales y una esperanza renovada. Gracias a los tres.

 *No encuentro una foto de concierto de los tres, y tomo de "El Periódico de Aragón" y de la página web de Joaquín Carbonell estab sugerente portada.

2 comentarios

Fernando -

Va a ser golpes de mano...con guantes de seda marina..;);)..de todas maneras estos tres tipos encantadores que has puesto aquí arriba me traen demasiados recuerdos y un gran poso de nostalgia...será ahora cuando los que hablan de libertad sin ira despiertan de las catacumbas de sus propias contradicciones y nos quieren enseñar a los demás el camino...JA!..la calle ya esta agotada y trillada por nuestras voces y nuestras huellas y anda que no ha pasado agua por el río...cívico/cinismo?..bueno seguiremos mirando los crepúsculos, como decían los de la Bullonera: "estábamos hablando de la libertad"...un abrazo Antón.

Luisa -

Bien regresado, Antón. Ya hemos visto que ha ido fenomenal la presentación de Golpes de Mar en Ginebra y Lausana, acompañada además de gratos paseos y descubrimientos. Y ahora esta crónica de lo nuestro. Círculos abiertos que se comunican. Está muy bien.
Un beso y enhorabuena por la gran acogida que está teniendo Golpes...