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Antón Castro

ALFONSO ZAPATER EVOCABA A GÁRATE

ALFONSO ZAPATER EVOCABA A GÁRATE

[Acaba de fallecer el escritor y periodista Alfonso Zapater Gil. Hace algún tiempo conversamos acerca de uno de sus libros más queridos: su biografía de Juan José Gárate. Cuelgo aquí este texto porque me parece entrañable su admiración y cariño hacia su paisano, el gran pintor aragonés]

 

La pintura de finales del siglo XIX contó, en Aragón, con buenos artistas como Marcelino de Unceta, Mariano Barbasán, Hermenegildo Estevan, Agustín Salinas, Francisco de Pradilla, el mejor de todos posiblemente. Y entre ellos debe incluirse a Juan José Gárate (Albalate del Arzobispo, 1870-Madrid, 1939), a quien consideraban en el Bajo Aragón “el bohemio”: salía con sombrero, chalina y su caja de pinturas al Barranco de la Hoz o al paseo del Puente, y allí captaba a sus criaturas, preferentemente mujeres, a las que les solía pagar medio duro si posaban para él, en el campo o en el estudio. Alfonso Zapater, albalatino y urreano (suele decir siempre que tiene dos pueblos), acaba de publicar “Juan José Gárate. Recuerdos y vivencias” (Ibercaja. Col. Boira). Zapater -cuyo abuelo, el “Tuerto Catachán”, conoció al artista- tuvo la fortuna de conocer a la viuda del artista en 1970 y muchos de sus familiares. Con eso y con sus trabajos de investigación, el rastreo en hemerotecas y museos, ha hecho un volumen ameno sobre un pintor “que no está valorado como es debido. Yo creo que le falta el reconocimiento que tiene Pradilla, que era su amigo íntimo y su maestro, y a mí me parece que está a su altura en su estilo: como pintor de paisajes y retratista”.

          Gárate era hijo de un maestro cantero, pero se quedó huérfano pronto. Su hermano Santos era constructor y edificio la plaza de toros; su hermano Ricardo era fotógrafo y escultor, “la escultura también apasionaba a Gárate”. La familia se trasladó a Zaragoza y con doce años apareció por vez primera en la prensa el joven pintor: recibió 450 pesetas de subvención municipal y realizó un retrato al rey Alfonso XII, que le fue entregado en una visita a Zaragoza. Sus primeros maestros fueron Manuel Viñado y Eduardo López de Plano. Pronto empezaría su odisea como artista: con una beca de la Diputación de Teruel, obtenida entre otras razones por su obra “La muerte de Diego de Marcilla”, pudo trasladarse a la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid, y más tarde a Italia. “En Roma, coincidió con Pradilla. Siempre había soñado que quería aprender con él. Desde ese instante fue para él un maestro y un amigo. Goya y Pradilla eran sus referentes artísticos. Estuvo en Roma y en Venecia. Afirmado ya en el oficio, pasó a Alemania y a Austria, donde residió, en distintas época, ocho años. También estuvo en París, allí envió su obra ‘Los segadores’, que recibió la tercera medalla en la Exposición Universal de 1900. Hubo un momento en que se planteó quedarse a vivir en Berlín. ¿Qué por qué? Porque se hizo allí con un nombre y le encargaban trabajos constantes, sobre todo retratos para la Universidad de Berlín. No daba abasto. Le llovían encargos sin parar. En el fondo también había otra razón: en España, tanto en Madrid como en Zaragoza, recibía siempre segundas y terceras medallas, y uno de sus primeros premios internacionales lo recibió en Panamá nada menos”.
          En 1911, se casó con Gloria López Manzanares. Se habían conocido en el Café Ambos Mundos y ella le había hecho de modelo. Era más joven que él. “Yo la conocí en 1970 en Madrid. Me contó muchas cosas de su marido: que había vivido básicamente de los retratos por encargo, y que aprovechaba para hacer sus paisajes durante el verano: los tomaba del natural en Ansó, Hecho, Albarracín, Daroca, Cuenca y, por supuesto, Albalate, que eran los paisajes en que parecía sentirse más cómodo. Había una cosa que a ella le molestaba mucho: que dijeran que era un pintor baturrista. Yo que creo que Gárate es el pintor del paisaje, del retrato y del costumbrismo, pero siempre digno”. Alrededor de 1913, se trasladó a Madrid definitivamente, solía encontrarse con Pradilla “casi todos los días”. En 1928 expondría en el Museo Moderno “una obra que sería la base de que la expuso en el Casino Mercantil de Zaragoza. Gárate hizo mucho dinero con la pintura, vivió siempre bien. Y murió, reconocido, en julio de 1939 en la Puerta del Sol de Madrid. Un chico que vendía periódicos le tiró sin querer desde un convoy a la vía, y el remolque lo arrolló y lo mató”. Zapater recuerda que Gárate dejó cuadros por todo el mundo y el Museo de Zaragoza cuenta con más de 70 obras suyas. Una de sus piezas más espectaculares, es “Vista de Zaragoza” de 1908, en la que representa a los próceres de la ciudad: Basilio Paraíso, Cavia, José María Mateu, Moret, Ramón y Cajal y a Francisco Pradilla, entre otros. 

 

2 comentarios

MIKEL GARATE -

Buenos dias,
Quisiera saber si ha existido en zaragoza una galeria de arte con el apellido del pintor,o que el propietario de la galeria llevara el apellido Garate.
Atentamente,Mikel Garate

Emilio García Gómez -

Gracias, Antón Castro, por tu escrito sobre Juan José Gárate. Lamentablemente, no puedo hacer lo mismo con Alfonso Zapater. J.J. Gárate, el pintor (y sus hermanos, claro) fueron primos (rama materna) de mi abuelo Román García Gárate, maestro y por algún tiempo, alcalde de Albalate del Arzobispo. En unos meses aparecerá la biografía de mi abuelo Román, que estoy preparando. Lo que más siento es no poder remontarme más atrás en la estirpe de los Gárate que llegaron a Albalate a finales del s. XVIII. ¡Si alguien pudiera echarme una mano!

Mi correo: eogagz@gmail.com