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Antón Castro

EL REFUGIO. MIRAR PARA VER: GUIDO FULGENZI

EL REFUGIO. MIRAR PARA VER: GUIDO FULGENZI

De “El cazador de instantes” (El Acantilado) de Rafael Argullol:  

“De vez en cuando necesito atrincherarme en un refugio que me defienda de los demás y particularmente de aquel que los otros me han acostumbrado a creer que era yo. Y allí, en secreto, me degrado: soy araña encaramándome en su tela, soy un pobre musgo en el lado oculto de la roca, soy la piedra que el mar hace rodar sobre la orilla. Y al final de mi degradación soy libre, porque ni siquiera soy”. 

La fotografía  es del italiano Guido Fulgenzi.

4 comentarios

francisco aranguren -

Cada hombre necesita una cueva donde retirarse, donde encontrarse, una casa de campo, silencio, naturalez. Argullol hace una filosofía de raigambre cultural, literaria. Es legible, de ideas amplias, abiertas. Donde uno es invitado a entrar. El Acantilado acierta apostando por la obra completa de Argullol. Necesitamos ideas, arquetipos, vuelta a Grecia, un poquito de paganismo...filosofía.

Diego de Rivas -

Buena ilustración, buen post y una idea de lo que necesita el ser humano por 'desaparecer'.

A veces, en mi caso 'sólo' algunas, es necesario desconectar, irse y desaparecer. Me encanta esta idea pero a un lugar dónde nadie te pueda encontrar. Sentirte aislado y lejano de habitual mundo.

En todas las profesiones y también, no voy a decir sobre todo porque sería injusto, en la mía: El periodismo y la comunicación.

¿Qué difícil verdad? Aislarte y desenchufar del móvil, ordenador, wifi's y demás inventos humanos ..

Saludos Antón y gracias de nuevo.

Antonio -

Querido Antón, buen texto y buena ilustración, para esta tarde de domingo...

Sonia -

Espectacular semblanza de un débil. Yo adoro a los débiles porque detrás de todos nosotros(los débiles) existe siempre un deconstrucción que nos convierte en invencibles. Los débiles saben desaparecer cuando la acción de la vida no los necesita, en cambio los valientes no pueden hacerlo porque tiene una reputación que mantener. Acabo de descubrir su blog, pero volveré.

Saludos