DEL CUERPO Y DEL DESEO

Esta mañana me he asomado al libro de nuevo, y copio este poema:
A las tres menos cuarto todavía eras pecado.
Después todo cambió.Dios estaba echándose la siesta.
De tres a cinco entran en coma algunos de los pecados capitales.
No te des prisa,
para ti mi cuerpo se ajusta siempre a los horarios insulares.
*La foto es de Sophie Touverim.
3 comentarios
Fernando -
Sonia -
Un abrazo y nuevamente gracias
Entrenómadas -
Excelente texto.