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Antón Castro

PACO CANDEL, POR PEDRO PEINADO DE LA GAVILLA

PACO CANDEL, POR PEDRO PEINADO DE LA GAVILLA

La Gavilla de Candel 

Desde mi infancia, tengo presente el nombre de Paco Candel. No en vano, todos los que emigraron a la Barcelona de los 50 y 60, tenemos mucho que agradecerle. Su libro Els Altres catalans cerró el paso al charneguismo militante y a la xenofobia. Considero que personas como él y las organizaciones sociales y de  izquierdas, fueron los verdaderos artífices de la integración de los emigrantes o por lo menos de crear un discurso al que pudieron acogerse todos.  

El peligro real era que se crearan dos espacios culturales distintos en Catalunya, estos existen, pero no debían estar enfrentados. En nuestros días, ya hablamos de multiculturalidad, pero, en el reciente pasado, nuestras fronteras eran casi estancas a los procesos migratorios que otros estaban viviendo. Eran los nuestros los que dejaban el hogar para luchar contra la miseria.

En personas como Candel, se funda la integración de la emigración procedente de todos los lugares de España que acudieron a la llamada de la industrialización y a la lucha por la mejora de sus condiciones sociales. Se empezó a despoblar el mundo rural y se cambió el arado y los rebaños por los tornos y los telares. Nacieron en los alrededores de Barcelona el fenómeno del barraquismo y la falta de servicios para toda aquella masa que luchaba por su futuro.
 

La familia Candel es de Casas Altas, en el Rincón de Ademuz, Valencia. Emigró a Barcelona en los años veinte. Vivió en las Casas Baratas y a través de sus libros podemos conocer cómo se produjo el cambio demográfico de Catalunya, cómo vivían los emigrantes y como afectaban los cambios a su nueva vida y a la sociedad catalana.  

Podemos leer en la web de su Fundación el siguiente texto: "Vaig néixer pobre, he estat sempre pobre, continuaré essent pobre i pobre moriré. A aquestes hores, no espero que canviï la meva sort. Diguem que la corba o la sinuositat de la meva pobresa m'ha fet conèixer, d'alguna manera, totes les oscil·lacions d'un estat de vida comú a una gran majoria de gent. De mancar absolutament de tot, he passat a ser propietari d'un pis i titular d'una llibreta en una Caixa d'Estalvis; en sortir de la misèria del ubdesenvolupament no he estat capaç més que d'aconseguir la misèria de l'electrodomèstic". (Nací pobre, siempre he sido pobre, continuaré siendo pobre y pobre moriré. A estas horas, no espero que cambie  mi suerte. Digamos que la curva o sinuosidad de mi pobreza me ha hecho conocer, de alguna manera, todas las oscilaciones de un estado de vida en común a una gran mayoría de gente. De faltar absolutamente de todo, he pasado a ser propietario de un piso, titular de una libreta de la Caja de ahorros; y al salir de la miseria del subdesarrollo no he sido capaz más que de conseguir la miseria del electrodoméstico)  

Con este escrito queríamos dejar constancia de su vida entregada y explicar nuestra fugaz e intensa relación con Paco Candel. Decía, al inicio del texto, que desde mi infancia recordaba a Candel. Muchos años más tarde, pasando el agosto en Santa Cruz de Moya, llegó a mis manos el libro de la fiestas de Casas Altas, ahí fue donde supe que Candel había nacido en Casas Altas, a pocos kilómetros de donde había nacido mi padre. También de Casas Altas es el reconocido pintor Genovés. Comentando esta incidencia con Adolfo Pastor, me comentó que tenía un libro llamado Viaje a Ademuz, que me dejó y por un tiempo ha permanecido en casa. Es un libro de viajes que narra la marcha a pie que realizan desde Teruel a Ademuz Candel con dos amigos en la década de los 60. Quise devolver el libro a su dueño y lo certifiqué en una oficina de correos. Adolfo lo recibió en su casa el mismo día que sabíamos que Candel había muerto.   

En el año 2001, con motivo de las II Jornadas El maquis en Santa Cruz de Moya, supimos que se hospedaba en el mismo hotel donde iban a pasar la noche alguno de nuestros participantes. Coincidían aquellos días, los actos de Santa Cruz de Moya, con unas jornadas que un grupo cultural de Ademuz había organizado y en el que participaba Paco Candel. Le dejamos una nota para invitarle a las jornadas y al homenaje al guerrillero que cada primer domingo de octubre se celebra en nuestro pueblo. Apareció el domingo en compañía de su hija y pasamos buena parte del tiempo juntos hasta después de la comida. El preguntaba sobre los motivos de todo aquello y fruto de este viaje y de su corta estancia en Santa Cruz de Moya escribió tres artículos en el diario AVUI de Barcelona, donde dejó constancia de sus impresiones.  Deseo, de todo corazón, que su memoria, su humanismo y su alianza con las causas justas, puedan reproducirse en cada uno de los actos que organiza La Gavilla Verde. 

Pedro Peinado Gil  
Presidente de La Gavilla Verde
www.lagavillaverde.org

*Francisco Candel. La foto es de Consuelo Bautista.

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