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Antón Castro

REGATES DEL DESTINO: NICOLÁS MELINI

REGATES DEL DESTINO: NICOLÁS MELINI

Vuelvo deslumbrado por la luz de Casablanca y por esa maravillosa arquitectura que combina el arte oriental con una estética francesa y modernista. Allí coincidí con un escritor y realizador canario, Nicolás Melini, que se mueve a sus anchas en las distancias cortas: en el relato y la novela, en  la poesía o en  los cortometrajes, como “Mirar es un pecado” e “Hijo”. Lo que no podía imaginarme es que Melini tuviera un parentesco con Zaragoza: jugó un par de temporadas en el Real Zaragoza juvenil con un fútbol de escuela canaria y las habilidades del zurdo. Lo  veía y no dejaba de pensar en Germán Dévora, en Pepe Juan, en el delicado Carmelín. De repente, empezó a recordar la ciudad, los paseos, a una protectora que tuvo en la ciudad y que no ha vuelto a ver, los profesionales del primer equipo que ganaron en 1986 la Copa del Rey al Barcelona; recordó algún partido de entrenamiento con ellos en la Ciudad Deportiva. Y en ese instante, sin asomo de vanidad, Nicolás Melini confesó que uno de los momentos más inolvidables de aquellos días fue cuando le hizo un “túnel” al capitán Juan Señor. Un lance fortuito del juego que a él le dio para mucho. El internacional cada vez que se cruzaba con él le decía: “Eh, rubio”. O “¡ah, esa zurda!”. Paseábamos por la ciudad cuando recibí desde Zaragoza una llamada de Juan Señor. Melini no se lo podía creer. Habían pasado veinte años. No se atrevió a coger mi móvil. Entre sus libros figura la novela “El futbolista asesino”, sobre un jugador que se convierte en un peligroso y nihilista personaje de psicothriller, a pesar de que tiene una novia, Silvia, que es “tan hermosa que besarla es como usar algo nuevo”. La historia es tan dura que no creo que tenga nada que ver con él ni con Señor.

*Éste no es el Real Zaragoza, sino el Las Palmas de  la temporada 77-78 que perdió una final de Copa del Rey ante el Barcelona. A Pepe Melero, que antes frecuentaba el blog con su estrepitoso sentido del humor, le habría gustado saber la alineación: Páez, Carnevalli, Gerardo, Felipe, Hernández, Roque, Félix, Miguel Muñoz (entrenador) y Pérez. Parte inferior; Aparicio (masajista), Maciel, Brindisi, Morete, Jorge, Noly, Pepe Juan y Rivero. [No es el mejor Las Palmas de todos los tiempos, ya se habían ido clásicos como Martín Marrero, Estévez, Castellano, León, Gilberto I y Gilberto II, Germán Dévora, Verdes (habían muerto Juan Guedes y Tonono), se habían marchado Soto al Real Zaragoza y Quique Wolff al Real Madrid...]

3 comentarios

PEPE -

Antoncico: ¿por qué te han de ocurrir a ti las cosas que a mí nunca me pasarían? ¿por qué tienes que pasear con el tal Melini para que en ese momento, justo en ese momento, te llame Juan Señor después de que aquél te cuente lo del "túnel"? ¿No ves que a ninguno nos pasan esas cosas? Cien veces que paseara yo con el Melini éste y a mí no me llama Juan Señor ni de coña. Y eso que uno algún predicamento ya debería tener en el Zaragoza. Pues no, seguro que a mí no me llama ni el utillero. Y a ti te llaman justo en el momento oportuno, con el Melini delante y después de hablar del jugador que más veces fue internacional con el Zaragoza en toda su historia. Para que puedas escribir el artículo perfecto. Qué paciencia. Luego te quejarás de que nos pongamos nerviosos contigo. Pero es que te tenemos para todo.

El que se tira a la alfombra -

Hay gente que sabe cuatro cosas y se permite ¡perdonar! al que sabe cuatro millones de cosas. Fíjese usted en lo positivo, buen hombre, que será más feliz; y alabe cuando pueda y silencie los deslices ajenos y evite denigrarlos. Verá que hasta los necios notarán su señorío.
Por cierto señor Castro: lo del "delicado Carmelín" no era necesario. El golpe ha sido muy fuerte.

JESUS -

“ … los profesionales del primer equipo que ganaron en 1986 la Copa del Generalísimo al Barcelona … “

Sin duda, dicho apunte histórico-futbolístico, es una gran noticia para los guionistas de Cuéntame, podrán alargar la serie años y años, y tertulianos en general, al constatar que el General, en la década de los ochenta aún se iba de copas.

Lapsus perdonado.