FÉLIX ROMEO, 40 AÑOS; VICENTE PASCUAL VA AL FÚTBOL
1. Ayer Félix Romeo cumplió 40 años. Y lo celebró con un puñado de amigos en La Estación del Silencio. Al final, un fuerte dolor de cabeza y en la boca me impidieron ir. Félix, que es un gran viajero, se dio un paseo y llegó hasta una ciudad próxima buscando un nuevo cielo, una experiencia gastronómica, el placer de las buenas compañías en una fecha tan especial. Vive Félix un momento profesional estupendo: acaba de publicar su libro “Amarillo”, en Plot, donde recuerda la figura del joven escritor Chusé Izuel y recrea los años de complicidad y cariño, de aprendizaje de la vida y de la literatura, el periodo que pasaron en Barcelona, y glosa la escritura del joven Chusé: su inclinación a la autodestrucción y su desordenada y arrebatada pasión por los libros. En un arrebato de sinceridad, el autor de “Dibujos animados” también habla de la culpa, de impresión lacerante de su propia culpa. Félix ha inaugurado hace un mes una nueva sección en ABCD Cultural, “Las Iluminaciones”, que es otro manifiesto de su sabiduría de lector, de analista, de curiosidad y de voracidad por la creación ajena. Además, acaba de firmar el prólogo al último libro Andrés Ibáñez, “El perfume del cardamomo”, de cuentos chinos, que publica en el cuidadoso sello Impedimenta de Enrique Redel. He leído algunos, y son estupendos: sencillos, poéticos, de gran condensación, te hacen pensar en el gran cuentista Pu Sung Ling, elogiado por Borges.
2. Diego y Jorge jugaron ayer. El Utebo de cadetes va de líder en su grupo y ayer se enfrentaba al Casablanca. Ellos tienen en sus filas a algunos buenos jugadores, especialmente al número 23, Jorge, hijo de Cipriano, un amigo de maristas de Vicente Pascual Rodrigo. Por eso, allí estaba Vicente, en el campo que está muy cerca de su casa. Se lo pasó de lo lindo el artista, que ha sido seleccionado para la muestra “Transfiguración”, arte sobre la espiritualidad. En el primer tiempo, hubo igualdad y tensión: el resultado fue de empate 3-3. El tercer gol, el del empate de los locales, lo marcó el morenito Claudio (un maravilloso jugador que estuvo en el Benfica), tras un penalti que le hicieron a mi hijo Jorge. Un penalti de pillo. Y en la segunda parte no hubo color: el Utebo marcó dos tantos más, Jorge lanzó un tiro precioso al palo, y Jorge, el hijo de Cipriano, poderoso y alto, se prodigó durante quince minutos por la banda izquierda. El Utebo perdió un poco su sitio tras los cambios, pero no pasó peligro. Formaron: Iván (Gato); Iván, Quílez, Sola, Gabri; Héctor, Claudio, Ángel; Poley, Javi y Jorge. Vicente Pascual se lo pasó pipa: hacía muchos años que no veía un partido en el campo, y le pareció vibrante, pura pasión y desparpajo. Le gustó mucho el dinamismo y el control de balón de Jorge, que volvió a hacer un buen partido. También estuvo especialmente bien, además de Poley y Claudio, el interior Héctor, un estupendo jugador de equipo que aúna clase y brega.
3. Llegué al inicio de la segunda parte al partido Pina de Ebro-Garrapinillos. Ganaba el Pina en su campo de hierba rodeado de chopos por un solitario. El ambiente era más bien frío. El Garrapinillos había jugado dos estupendos partidos el sábado y el lunes, pero ayer no tenía su tarde. Notaba la ausencia de Mario Martín y de Adrián Serna. Aguantaba las embestidas del Pina e incluso fabricaba algunas ocasiones de gol arriba con las llegadas de Pirri, Luisito Salas y Rodrigo. Diego seguía haciendo kilómetros hacia las dos áreas; los jugadores del Pina, tras dos buenas internadas con varios regates, se decían: “Hay que pararlo como sea”. Al final, el defensa central se acerca a Diego y le dijo: “Chaval, eres el mejor de tu equipo. Si quieres jugar con nosotros el año que viene, quedas invitado”. El marcador ya no se movió, y el Garrapinillos sigue en el fondo de la tabla. Diego, con su humor habitual, dijo: “Nos falta un objetivo: ¡cómo no podemos bajar de categoría...!”Fui hacia Pina a toda pastilla y volví con otra calma y decepción, y pensé en “Jamón jamón”, en los montes negros, en el olifante de Roldán, en el precioso atardecer que se derramaba sobre la autopista...
4 comentarios
A Cipriano y Vicente -
Cipriano Briceño -
Espero verte en el stadium el partido de vuelta o en cualquier otra ocasión. Por cierto, entre mis apellidos están Seoane y Cubeiro, mi abuela es de Vigo y mi padre de la Coruña, y tenemos (mi abuela) una casa en Bergondo, así que podemos también hablar de Galicia la próxima vez. ¡Hasta pronto!
Cipriano
vicente -
Antonio -
¡Abrazos a ambos!