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Antón Castro

PABLO SERRANO CUMPLE CIEN AÑOS

PABLO SERRANO CUMPLE CIEN AÑOS

Recuerdo la primera vez que oí hablar de Pablo Serrano. Fue en Aragón, desde luego, a principios de los 80, en la carretera que enlaza Andorra con la Venta de la Pintada. Ese nombre, Venta de la Pintada, me hizo pensar en una posada cervantina, y cuando la vi, surtida de longanizas, carne en conserva y “ollas podridas”, pensé que allí bien podría haber morado el escuálido caballero de La Mancha. Alguien me dijo: “Ahí está Crivillén. El pueblo de Pablo Serrano”. Ante mi silencio, el conductor agregó: “Sí, sí, el famoso escultor”. Pronto entendería lo de famoso: Pablo Serrano recibía el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1982, y era objeto de entrevistas y homenajes por doquier. Aparecía casi siempre como un labrador antiguo o un pensador de barba de nieve, frente atormentada y una bata clara, entre sus materiales y sus figuras. Leí una deliciosa entrevista que le hacía Camilo José Cela en “Interviú”, y más tarde vi exposiciones suyas, catálogos, supe de su gran sueño: legar su obra a Aragón en un gran museo que tuviese talleres para jóvenes creadores. Falleció en 1985, y algo más tarde también moriría aquella mujer de seda, Juana, que había sido su musa, su compañera y su pintora predilecta. Tardé en entrar en Crivillén. Un día, dirigí el coche hacia allí: quise conocer el lugar empinado donde había nacido el escultor del hombre, el pensador de la materia, el soñador de un refugio para el pensamiento y la meditación. Hoy mismo, Crivillén vuelve a volcarse con su hijo más célebre, con el creador y con el retratista de almas en bronce que vio allí la luz, los ritmos en el espacio y la poesía de los oliveras. 

[Ayer domingo volví a Crivillén, en el coche de José Luis Lasala. Crivillén y otras instituciones han abierto un Centro de Arte Contemporáneo Pablo Serrano en la localidad. La gestora cultural ha sido Beatriz Lucea. Antes de la apertura oficial, se celebró una mesa redonda en la que intervinieron Marisa Cancela, José Luis Lasala, Eloy Fernández Clemente, Gonzalo Borrás y Alberto Sánchez; yo hice de moderador. Creo que fue muy entretenida la charleta, seria y cariñosa hacia el artista. Luego vimos el nuevo espacio, repleto de obras de los niños, y de paneles muy bonitos sobre la vida y la obra de Pablo, que amaba con inmenso cariño a su pueblo. Eloy Fernández leyó un magnífico fragmento del artista sobre su localidad que provocó los aplausos de los vecinos. Pablo Serrano nació en Crivillén tal día como ayer hace cien años. Dentro de unos días, Ibercaja inaugurará una exposición itinerante en Barcelona.]

2 comentarios

Luisa -

Recuerdo un homenaje que se le hizo a Pablo Serrano en Alcañiz en 1981 o 1982 (si no me equivoco. Estuvo lleno de entusiasmo y vida. Me acuerdo, porque pude hablar un poco con él y guardé la emoción un buen tiempo.
Besos, Antón.

Diego de Rivas -

Antón, buenos días y cuanto tiempo!! Buen post. Ya sabía por el Heraldo en el que se acompaña foto.

Me hace gracia como colocas los pies. Te pareces a mi hijo. Me encanta.

Un abrazo,