ANTONIO PÉREZ MORTE: UN POEMA CÓMPLICE
LOS ANTONIOS
(Para Antonio Cuenca Cobacho)
Antonio, tocayo, amigo, hermano:
¿No esperarías de mí un poema? ¿Un balance?
¡Un pedazo grande de vida en un folio o una cuartilla!
¡No lo esperabas! ¡No mientas, bandarra!
¡Que se alarga tu nariz y estira la perilla!
¡Que se encienden en tus ojos los ojos de Pablo y Juan!
¡Ojos de granujilla!
¡Húmedos ojos que ríen solos!¡Me conoces, te conozco, demasiado!
¡Recordamos, a medias, cosas que el otro ha olvidado
y algunas, que ninguno de los dos olvidaremos nunca!
¿Verdad cariño? ¿Verdad, marica?
¡Somos un disco duro en versión partida!
¡Quizá a estacazos!Nos conocemos tanto, sabemos tanto uno del otro,
otro del uno, y desde hace tanto,
que hemos aprendido a respetar nuestros silencios
y ahogar nuestros vómitos.Nos hemos desenganchado del café y hemos dejado
de beber las madrugadas, sin mochila para la guerrilla.
¡Ya no lloramos en público,
aunque tampoco hay que decirlo muy alto!
Hace tanto tiempo que los dos somos los Antonios,
y de la misma familia, que juntos aprendimos,
que la vida entera no cabe en cuatro versos,
ni en la mejor fotografía,
sino en la hermosa utopía del intento.
Copio aquí este poema del escritor y buen amigo, con campo base y campo de sueños en Sabiñánigo, dedicado a su amigo Antonio. Pérez Morte me advierto, y me da una gran alegría, que Antonio "es uno de mis mejores amigos y, además, padrino de mi hijo pequeño (Juan), que ahora tiene seis años". Si he alarmado a alguien, mil disculpas. Antonio Pérez Morte y Antonio Pérez Cobacho están espléndidamente. Me ratifico en la foto, con fondo de Kandinski.
*Sharon Stone vista por Gian Paolo Tomasi.
4 comentarios
maritasol -
Luisa -
Antonio Pérez Morte -
¡Un abrazo grande!
Blanca -