Blogia
Antón Castro

UN DOMINGO DE DOLIENTE MELANCOLÍA*

UN DOMINGO DE DOLIENTE MELANCOLÍA*

Dos palabras de un domingo de lluvia

Era domingo de siesta y lluvia. El sacerdote Joaquín Zamora evocó la figura de Miguel de Unamuno: recordó que cada día, durante sus paseos, se asomaba a un pozo artesiano y pronunciaba la palabra “Eternidad”. El eco le devolvía, desde el fondo, la palabra multiplicada como si fuera un poema de Juan Ramón Jiménez. Esa cita me pareció el momento más feliz del elogio fúnebre de Pepe Escriche: más bello aún que el sonido del himno de San Lorenzo con gaita, tan intenso como el cariño unánime y perlado de lágrimas que había despertado aquel hombre vitalista, más discreto que bravucón, que se había afanado en colocar, con otros, a Huesca en el mapa de todos los vientos de la cultura. Era domingo de lluvia y de crepúsculo prematuro. En el café contiguo al Casino había una atmósfera densa de abatimiento, de pérdida inconsolable: Ángel Garcés te apretaba la mano mientras la ansiedad y la desesperación pugnaban por igual dentro de sí. Él, casi tanto como Huesca, casi tanto como el cine, es el gran huérfano de Pepe y de esa obra maestra suya, difícilmente superable, que es el Festival de Cine.

         Era domingo de doliente melancolía y de lluvia. Antes de regresar a casa, llamé a Fernando García Mongay, que había cosechado un nuevo éxito en el Congreso de Periodismo Digital. Me dijo que a las siete abrirían en el Matadero la muestra “En serio” de Samantha Appleton, una mujer extraordinaria y bella que fue ayudante de James Natchwey y que trabaja para “The New Yorker” y “Time Magazine”. Sostiene: “Al igual que la historia, el buen periodismo no surge de la nada. Está arraigado en su tiempo y su lugar, pero no es ajeno al contexto”. Aún no eran las siete; de repente, vi que había otra de las salas del Matadero abierta y pensé que debía tratarse de la exposición de la pintora Clotilde Vautier (1939-1968), una artista que murió a los 28 años a consecuencia de un aborto clandestino.

         El tema fundamental es el universo íntimo de las mujeres. Clotilde pinta sus cuerpos desnudos, sus rostros, crea una atmósfera de recogimiento y desinhibición. Son mujeres que sueñan, mujeres que se bañan, mujeres que se ovillan entre sus piernas y sus propios senos, mujeres que fuman, mujeres que descansan sin pudor alguno. La pintora dejó alrededor de 90 lienzos y 150 dibujos, y se cuelga una selección importante: se ve que hay una pintora, cercana en ocasiones a Modigliani, cercana al Matisse más sobrio, muy francesa y expresionista, que usa las variaciones tonales del ocre. En los cinco años anteriores a su muerte, Clotilde pasó por periodos de escasez y de angustia, pero de una gran fertilidad creativa. Sus amigas posaban para ella, sabían que una mujer talentosa y honda las veía y les arrebataba, brochazo a brochazo, las comisuras del alma.

         Dieron las siete, y abrieron la sala de Samantha Appleton. “En serio” es una muestra que plantea varias cosas importantes: de entrada, la importancia real y simbólica de la bandera de Estados Unidos, que está en todas partes y que a todos representa; pero además, Samantha reflexiona visualmente sobre las elecciones primarias en el país y sobre otro hecho: en la política norteamericana, en los mítines de Hillary, McCain y Obama (el más carismático: hay algo en é que recuerda a Kennedy) “el poder del pueblo se puede palpar”. La muestra también es una evidencia de la infausta política exterior de Bush y revela un hecho insólito entre nosotros: Obama o Hillary van a buscar sus votos a pie de calle, a lugares como Almúdevar, Boltaña o Alquézar. En la muestra, me quedé con una foto de un ciudadano que oye a Obama y lleva una pegatina con la palabra “Hope”. Esperanza. La palabra preferida de Rafael Azcona. Salí a la calle, y me dije: Eternidad y esperanza. Dos palabras para Pepe Escriche en aquel domingo de dolor y lluvia.

1 comentario

Luisa -

Dos enormes palabras. Yo preferio esperanza. A esta la creo absolutamente necesaria. Eternidad se me queda ya muy grande, no sé. Esperanza es más como de andar por casa, de tenerla enrollada junto a uno en el sofá, de dar abrazos.
Un abrazo para ti después de leer este texto que auna tantas presencias y realidades. Y todo en Huesca. Y todo en la eternidad.