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Antón Castro

ANTONIO LÓPEZ GARCÍA: MILAGROS DEL ARTE

ANTONIO LÓPEZ GARCÍA: MILAGROS DEL ARTE

[Antonio López García decía ayer en El País una de esas frases que tanto le gustan a Pepe Cerdá, que ha aprendido a colgar vídeos en su extraordinario blog y que está fascinado con la galerista Pilar Ginés. “Estoy hasta las narices de Picasso”, decía López. Pepe Cerdá realizará una gran exposición en el Pilar de 2009 en la Lonja. Hace unos días escribí un texto sobre Antonio López para una exposición colectiva en Italia. Las fotos de esta escultura, que representa a su nieta, son del estupendo fotógrafo Bernardo Pérez.] 

ANTONIO LÓPEZ GARCÍA (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) 

Antonio López García (Tomelloso, 1936) es uno de los pintores españoles más personales. Su obra no se ajusta bien a ninguna etiqueta: él mismo ha rechazado las teorías que lo vinculan al realismo mágico en los 50 y 60, y también desmiente que sea un pintor que practica el realismo paisajista de orientación académica o que sea un pintor hiperrealista, aunque su obra se presente con minuciosos detalles, con incomparable exactitud, que hacen pensar en la precisión fotográfica.

La clave de su pintura, y también de su escultura, es la mirada: Antonio López es un pintor parsimonioso cuyo método personal ratifica las posibilidades que la contemplación de la realidad objetiva ofrece a los artistas. Busca la profundidad, la esencia de la realidad, y en esa búsqueda se encuentra con el misterio. Es un pintor paciente, lentísimo o de plasmación lenta, meditativo, que destila cuanto ve y analiza cómo incide la luz sobre los objetos, analiza la esfera de la intimidad, el paso del tiempo. Considera que la vida, con sus elementos más próximos y cotidianos, es un hecho enigmático en sí mismo. Suele decir: “El arte, como el baile o el tango, es algo natural y hermoso. El arte expresa sentimientos profundos, y en eso radica su verdad”.

         Antonio López se formó en la Escuela Madrileña, junto a artistas figurativos como Enrique Gran, Amelia Avia y Lucio Muñoz, entre otros. En 1955, gracias a una beca, visitó Italia. Adoraba a los pintores del Renacimiento, a los que sólo había visto en reproducciones; al contemplar sus cuadros de cerca experimentó una gran decepción, y volvió sus ojos y su sensibilidad hacia la pintura española. Se hizo asiduo del Museo del Prado, y se quedó fascinado con Velázquez. También le interesó mucho la obra de Vermeer y los lienzos holandeses de temática urbana. Bajo ese influjo, y sin duda el de Salvador Dalí, ha desarrollado su obra: ha pintado interiores domésticos, escenas de su propio álbum de familia y una visión cálida e intemporal de las ciudades, una visión que trasciende la realidad y le encuentra nueva dimensiones: hondura, intensidad, sentimientos, espiritualidad y acaso una vaga sensación de espejismo. Antonio López crea en un clima absoluto de recogimiento, casi como un místico, como se veía en la película El sol del membrillo (1992) de Víctor Erice. Eso es algo que le distingue de los demás artistas figurativos españoles: asume la tradición descarnada del arte español, pero carece de prisa, anhela la máxima depuración, el rigor y la poesía, la belleza última, quizá porque piense que una obra no se acaba nunca, “sino que se llega al límite de sus posibilidades”. Antonio López es un pintor que experimenta el placer de pintar con una paciencia absoluta. Dijo en una ocasión: “Es necesario y bueno trabajar en la penumbra”.

          El cuadro Gran Vía es una de sus obras maestras de una de sus series más conocidas y valoradas. Su ejecución se prolongó desde 1974 hasta 1981. Lo pintó del natural, como hace siempre, y revela otra constante del artista, su poética de observador: esta avenida desolada y sin nadie está impregnada de soledad, de angustia, de melancolía, como casi toda la producción de Antonio López García, que insiste una y otra vez en que “el milagro de la pintura nace de la libertad”.

3 comentarios

david lemus -

gracias por esa sinceridad en sus trabajo.

david lemus -

faltan mas pintores con una sinceridad como la que este maestro tiene. gracias antonio lopez

Fernando -

Voy a tener la suerte de estar en un jurado de pintura con él. Ya te contaré.