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Antón Castro

VICENTE PASCUAL: EL ÁRBOL, EL DESIERTO Y LA CORZA

VICENTE PASCUAL: EL ÁRBOL, EL DESIERTO Y LA CORZA

Esta noche, me he despertado hacia las cinco de la mañana, no podía dormir, encendí la mesilla de noche y abrí el libro con el que me había dormido hacia las doce y media o así. Busqué estos dos poemas de Vicente Pascual, del libro a la Vida, a la Muerte y a mi Bienamada (Olifante: Papeles de Trasmoz), prologado por José Corredor-Matheos y por el propio Vicente, que glosa una hermosa historia de amor y denonima "cancioncillas o cancionejas" a sus poemas, y seleccionado por Ángel Guinda. Acabo de hablar con Vicente, que reposa, sueña, toma aire, mira hacia adentro con la quietud de un sufí. Cenamos hace algo más de un mes y nos reímos a carcajada batiente. Hallé en él algunas de las ráfagas de humor que hay en el segundo poema…  

DE LA BIENAMADA 

Como ese árbol
Que en el páramo da fresco. 

Como ese claro
Que a la luz abre camino,
En un bosque muy sombrío. 

Así es mi bienamada:
Amor, dicha y reposo.  

DE LA BIENAMADA 

Como esa corza entre riscos.
Así es
El arrullo de mi amada. 

Como ese loto muy blanco,
En aguas turbias flotando. 

Y qué ricas que me saben
Esas olivas tan buenas.

Bien les va la hierbabuena.

*La foto es de Edward Quinn.    

1 comentario

Blanca -

No me extraña que no pudieses dormir, el tiempo no acompaña. A mi me pasa muchas veces. Brillante poema y más soberbia todavia si cabe Grace Kelly.