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Antón Castro

UMA THURMAN Y LOS CUENTOS DE HADAS

UMA THURMAN Y LOS CUENTOS DE HADAS

Se cumplen 20 años del rodaje de “Las aventuras del barón de Münchaussen” en Belchite. Siempre recordaré que entonces trabajaba en El día y que aquella información la cubrió Ana Rioja, y la recordaré especialmente por las impresionantes fotos que hizo Daniel Pérez: eran espectaculares, en un vibrante blanco y negro. Una vez le pedí fotos de aquellas al fotógrafo, pero no las encontraba: me dijo que se habían quedado en los archivos del periódico y que se las habían comido los ratones. No estoy seguro si captó entonces a Uma Thurman, la joven actriz que en una noche de frío había ido con Félix Zapatero a comprarse unas botas de cuero español. Hace algún tiempo, compré el DVD de la película, que acaba de ser reeditado de nuevo con más extras.

 

Hace unos días, en El Semanal, en una entrevista de Will Lawrence, Uma Thurman, hija de la modelo Nena von Schalebrügge (enamorada de Timothy Leary) y de Robert Thurman (profesor en Columbia, experto en budismo y cultura oriental), declaraba su pasión por los cuentos de hadas, uno de mis géneros predilectos.

 

“Yo creo que todos estamos buscando nuestro particular cuento de hadas. Yo, desde luego, creo que en los cuentos de hadas. Una persona cuya opinión respeto mucho me dijo una vez que soy una romántica incurable. Siempre me había tenido por una persona más bien cínica, pues tengo un humor muy mordaz, pero ella me definió como el extremo opuesto de una cínica. Lo cierto es que nunca me he sentido tan feliz en la vida. Yo diría que vale la pena empeñarse en hacer realidad nuestro propio cuento de hadas. Hay que ser realistas y asumir lo irreales que todos somos en realidad”.

 

En aquella película, también participó la actriz fetiche de Isabel  Coixet y también realizadora Sarah Polley.

Recupero una entrada anterior sobre la experiencia de Sarah Polley en España, que se publicó en El País.

 

[A los ocho años, Polley interpretaba a la golfilla Sally Salten ‘Las aventuras del barón de Münchaussen’, de Terry Gilliam, en la que también hacían un pequeño papel Robin Williams y Uma Thurman. Para ella fue una experiencia traumática: días de 18 horas en un plató de España y viajes al hospital por hipotermia y un latido irregular del corazón causado por una explosión que tuvo lugar muy cerca de ella.


“'El barón de Münchaussen’, explica, hizo que me decidiera definitivamente en lo que se refiere a no querer estar jamás en grandes producciones y a centrarme en las películas independientes. Tengo verdadero pánico a volver a estar en un entorno inseguro otra vez”. ]

 

 

 

 

4 comentarios

eduardo F. -

Hola Antón,

Recuerdo bien cuando mi tío me llevo al desaparecido, (definitivamente) Teatro-cide Fleta a ver la película de Terry Gilliam, (¡Este hombre está definitivamente maldito!).

Por supuesto la película me encantó y me ha gustado siempre que la he vuelto a ver, (también para comprobar lo mucho que quedaba entonces de Belchite y lo poco o nada que queda ahora).

Años, muchos años más tarde he tenido la fortuna de trabajar con esta criatura maravillosa, (hace un par de semanas, en un spot publicitario que están pasando ahora).

La magia se hace inteligible.

¡El torbellino de la vida!

Saludos.

De Antón -

Amigos: había puesto esta nota antes de haber visto hoy en Heraldo, en la apertura de Galería, dos espléndidas páginas de la joven y estupenda periodista Isabel Cebrián. Es un artículo que evoca aquel rodaje y los actores y las circunstancias de su grabación.

Os las recomiendo muy vivamente.

Blanca -

Uma Thurman es tb la actriz favorita de mi chico. Tiene un gran caracter y trabaja fenomenalmente bien. Muy graciosa y curiosa la anécdota.
Y Daniel Pérez al que desde aqui le envio un saludo, (que hace mucho que no le veo), decirle qué picaruelo que se guardó las fotos para él. jajaja. ;)

Un beso,

Luisa -

El rodaje tuvo que ser una odisea... por el lugar, por la película, por el director. A mi me gustó mucho cuando la vi. Hace tiempo que no la he vuelto a ver. SEguro que conserva la magia y la espectacularidad. En cuando a los cuentos de hadas "son una caña".