HUELLAS, DE ANGEL SANZ Y CARMEN BERGES
Ese embajador de la cultura y de la amistad que viaja en un camión, Javier Torres, el telefonólogo, me llamó ayer hacia las ocho. Y me dijo que tenía un libro para mí. Así es Javier: siempre lleva algo para sus amigos. Es como el nuevo cartero de la ciudad, el heraldo de verdad que te alegra el día. Apareció con su escritora favorita, María, y con un libro de dos: del poeta y soñador Ángel Sanz Goena, que ofrece lecciones y reflexiones con una pureza inusual, con una inocencia que desarma, y de la pintora, especializada en acuarela, Carmen Berges. El libro se llama Huellas, y Ángel Sanz lo divide en varios capítulos. Todos ellos llevan una introducción, una poética de contexto, y luego el autor, en cursivas, hace acopio de pensamientos, de aforismos, de pequeños poemas en prosa, de ocurrencias y de mensajes cargados siempre de buenas intenciones. En la portadilla de cada capítulo, Carmen Berges coloca una de sus acuarelas, que poseen una inclinación constante a los naranjas, a los ocres, a los tierras. La autora alterna abastracción y figuración en unas obras llenas de sutileza, de dominio técnico, de emoción y de fantasía cromática.
El libro de los dos Carmen y Ángel es una edición de autor, cuidada, bella, es un libro de amor esencialmente: a través de él los dos, el poeta y la artista, la acuarelista y el filósofo de los sentimientos más directos, ofrecen una prenda de cariño al mundo en vísperas del Día del Libro.
Y ese embajador del amor y de la cultura, ese cómplice de todas las rutas, Javier Torres, lleva el libro como una epístola secreta, como un tesoro con el que quiere obsequiar a sus amigos. De vez en cuando, mientras avanza y sonríe, abraza a su dama. Cierro los ojos y los veo andar, a los dos, lentamente, hacia el corazón de la noche y los bosques sagrados que sueña Carmen Berges a la acuarela.
Ángel Sanz Goena escribe cosas así:
“Las flores humanas son tan delicadas que su ausencia es auténtica fragancia de amor”.
“Hay encuentros en la vida que son despliegues del cielo”.
“En el manantial de la pureza nace la inocencia del alma”.
El libro, y es un detalle muy bonito, está dedicado al escritor y periodista Alfonso Zapater. “Mi gratitud y a mi amor a su ser, a ese alma que camina cada noche, como una estrella más, por los confines del universo”.
Carmen y Ángel tiene una página web que se llama Color del Alma.
1 comentario
Javier -
Ángel y Carmen son una extraordinaria pareja.
Muy recomendable su página web.
Abrazos