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Antón Castro

ACASO UN MICROCUENTO, ACASO UN POEMA

ACASO UN MICROCUENTO, ACASO UN POEMA

Quiero a dos hombres. O tal vez no les quiero: creo que en el fondo me desprecio a mí misma. Si no, ¿cómo se explica mi amor? Uno es anciano, maloliente y cretino. El otro, lenguaraz y lascivo. Ninguno de los dos me ama. Aquél me desnuda con los ojos, me llena de saliva y me muerde en el cuello con una caricia agónica. Éste me besuquea, me arrastra hacia la fronda y me invade de palomas de rabia. Sólo me desean. Atraviesan los valles y las veredas por la carne prieta de mis muslos, por el olor acre y musgoso de mis axilas y por mi forma de estremecerme cuando lloro, o cuando la noche enciende su rumor de cigarras y de lechuzas. Y si se encuentran, se matan. Pero no me aman: les molesta mi silencio, la seda de mi cabello oscuro, los pájaros de escarcha que aletean en mi ombligo. Sólo tienen sed, hambre, afán de un cuerpo bello y ajeno donde vencerse. Y yo me resigno. ¿A quién va a importarle mi pena, el temblor de mis ojos tras la tormenta, la soledad de mi casa donde la pasión no tiene heridas ni retratos? Yo tampoco les quiero. O a lo mejor les quiero. Sólo así se comprende esta desazón loca: esta forma de deshacerme en alacranes de escozor mientras les espero.

*Éste es un retrato de una jovencísima Barbara Stanwyck.

3 comentarios

Gemma -

Buen micro, Antón. A mí me parece que has escrito un microrrelato (de lenguaje poético, eso sí). ;-P

Rigo -

Bravo!, sencillo y bello.

maRia -

Hasta la entiendo a la mujer que hay detrás de las palabras. Y la foto de la Stanwyck no tiene desperdicio.
Un placer, Antón.