SE QUERÍAN, DE VICENTE ALEIXANDRE
Para Mariano Gistaín y María Clau.
Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
[El miércoles y el jueves me encontré con Mariano Gistaín y María Clau: felices, de la mano, con una sonrisa infinita. Y pensé en este poema, que es uno de mis favoritos: este “Se querían” de Vicente Aleixandre, del libro La destrucción o el amor. Y lo cuelgo aquí de nuevo en homenaje a su visible e intenso amor. Pura alegría.]
*La foto es de Gerald Bloncourt y está tomada en Bretaña en 1969.
6 comentarios
emilia -
crateres.blogspot.com
emilia -
María -
Muchísimas gracias.
Por el maravilloso poema, por lo que has escrito de Mariano en el Heraldo y por tu cariño, gracias.
Nos queremos
y a ti también te queremos los dos.
Un fuerte abrazo
Fernando -
De Antón -
Un abrazo.
Fernando -