EL INESPERADO DESPLANTE DE LIZZ WRIGHT
Me llamó hoy Javier Burbano, viajero y fotógrafo, y me dice que ya ha comprado mi nuevo libro Fotografías veladas (Xordica, 2008) en Los Portadores de Sueños y que ha sido uno de los primeros en comprarlo. Cuando se inauguró el sello de Chusé Raúl Usón, el primer título fue un libro mío de entrevistas: Veneno en la boca, con diálogos de 18 escritores. Catorce años después, vuelvo a publicar en una editorial donde han publicado multitud de amigos, mucha gente a la que admiro (Tavares, Ondjaki, Manuel Moyano…), y mis hijos Daniel y Aloma. Me hace mucha ilusión, sinceramente.
Ismael Grasa me escribió hace unos días y me dijo que le había gustado mucho la foto de la solapa de José Antonio Melendo. Es un retrato que me hizo en Albarracín en el VII Encuentro Literario. Ismael acaba de publicar una extraordinaria y dura novela, Brindis, también en Xordica, con una portada inolvidable de Elisa Arguilé, una mujer y una ilustradora de un infinito talento. Hace unos días, en la comida de los 25 años de Cálamo, Manuel Vilas me dijo que le había encantado el libro, y también dijo lo mismo Enric Cucurella, editor de Alpha Deccay.
Josema Carrasco me escribe por varias razones. Él es un generador de imágenes y de belleza incesante. Ahí está su página para verlo, su blog http://josemitadinamita.blogspot.com para comprobarlo. En el último número de Rolde, 126, en dos páginas, se ofrece una amplia selección de sus dibujos, luminosos, coloristas, figurativos. Josema, gran aficionado al jazz, ha felicitado a Miguel Ángel Tapia Jr. en este blog por el excelente programa de este año. Miguel Ángel Tapia Jr. presentaba cada sesión brevemente. También lo hizo con Lizz Wright.
Con ella me ha ocurrido algo que hacía mucho tiempo que no me pasaba con nadie. Gracias a las gestiones de Miguel Ángel, habíamos quedado en grabarle una entrevista para Borradores tras la prueba de sonido. Esperamos: mi hijo Daniel, la operadora Susi, una simpática gallega de Vigo que cuenta mil y una historias de Karpin y Mostovoi, y yo. Hacia las siete nos dijeron que Lizz se había ido al hotel a cambiarse y que haríamos la entrevista después del concierto, hacia las 21.30. Ya me quedé con la mosca detrás de la oreja. A Miguel Ángel Tapia Jr. -lo sé, estoy seguro porque se ha desvivido con nosotros-, le aseguraron que haríamos la entrevista en el camerino 1. Dejamos allí algunas piezas, la iluminación, etc., y oímos gustosos el concierto. Excelente, aunque un tanto frío, como falto de algo más de chispa, aunque eso sí: la voz de Lizz es maravillosa, parece que en su sonoridad en expansión llevase dos o tres o cuatro instrumentos ocultos en su interior. Impresionante. Es una voz orquesta, una voz que acaricia, una voz que llena. Hacia las 21.30 montamos de nuevo la cámara, repasamos las preguntas, y de repente nos dicen que Lizz se ha quedado sin voz y que no puede darnos la entrevista. Se había quedado sin voz la misma mujer que acababa de cantar hacía cinco minutos y que cantaba al día siguiente en Madrid. Lo sentimos claro. Miguel Ángel insistió en su promesa, en nuestra casi cuatro horas de espera, etc. Ella repitió que se había quedado sin voz. No era fácil creer eso. Nada que ver con Hiromi Uehara: la pianista japonesa estuvo encantadora, simpatiquísima, elegante, alegre (a pesar de que la había picado un mosca bajo el labio), nos concedió casi media hora, tocó el piano y nos recordó cuanto amaba España y la música española.
Tardaré en comprar los discos de Lizz, creo que me ya me gusta un poco menos. ¡Si supiera la cantidad de veces que ha sonado en mi ordenador la pasada semana! Lo más probable es que le hubiese dado igual.
*Esta maravillosa ilustración corresponde al blog de Josema Carrasco, que está vendiendo estos días sus ilustraciones en la galería de Kike Calvo, en el Pasaje de los Giles.
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