LA FÁBRICA PUBLICA UNA MONOGRAFÍA DE L. POMÉS
Leopoldo Pomés irrumpió a mediados de los cincuenta con una mirada innovadora orientada a los retratos, las escenas cotidianas y la arquitectura. Más conocido para el gran público por su faceta de publicista, es sin duda en el terreno de la fotografía donde Pomés se manifiesta como un artista singular, independiente, coherente y al mismo tiempo desconcertante.
Una Retina, una Pentax, la Canon y, por último, una Hasselblad y una Olympus digital. Todas las cámaras que han pasado por sus manos han reflejado su obsesión por la luz. De manera involuntaria mira, observa como ésta afecta a todo aquello que fotografía, cómo dibuja y marca los perfiles de sus modelos, de sus objetos fotografiados. Tan presente tenía esta obsesión que llegó a crear un sistema para iluminar sin sombras a través de fluorescentes.
El libro recoge el trabajo de este fotógrafo desde los años 50 hasta 2004, donde comienza a experimentar con fotografías arquitectónicas sin dejar aparcada la insistencia en el reflejo de la luz.
Es en las dos primeras décadas donde se da la mayor concentración de trabajos, realizando sus primeras fotografías sobre temas costumbristas enmarcados en la Barcelona de los 50. A su vez, da también paso a los retratos de artistas y personajes culturales, género que trabajará durante toda su carrera, como Joan Brossa, Chillida, Antonio Saura, Antoni Tàpies, Picasso, Julio Cortázar y otros mediáticos como el cantante Alejandro Sanz o la modelo Laura Ponte.
Como también lo fueron para Ramón Masats, las corridas de toros ocuparán parte de su producción. En ellas, el torero se convierte en un personaje anónimo cobrando importancia enfoques diferentes o sobre espectadores u objetos del ambiente taurino.
Igualmente, su último trabajo llamado Blancas, grises y negras, expuesto en la Galería Hartmann de Barcelona en 2008, queda recogido en este ejemplar, intentando explorar, una vez más, el trabajo de la luz a través de la fotografía de esta gama de tres colores.
El libro está prologado por el escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943).
Leopoldo Pomés (Barcelona, 1931), se dio a conocer como fotógrafo en 1955 con una exposición en las Galerías Layetanas de Barcelona que llamó especialmente la atención en su momento. Colaboró en varios libros y proyectos cuyas imágenes se han conservado y expuestos en varias ocasiones.
Su faceta como publicista es la más conocida, en concreto sus anuncios televisivos para Freixenet y Gallina Blanca. Su obra puede verse en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y en MENAC de Barcelona.
*Esta información corresponde al gabinete de comunicación de La Fábrica y lo remite Judith Guerrero. La colección der PHotoBolsillo la dirige Chema Conesa, un excelente fotógrafo que trabaja en El Mundo, y la diseña Fernando Gutiérrez. Leopoldo Pomés es un hombre maravilloso e increíble. Soy un enamorado de su trabajo y estas navidades me ha mandado una foto de una de las mujeres hermosas que retrata: ésta, ’Elsa’, fechada en 1971. Fue un maravilloso e inesperado regalo. Lo he llamado varias veces y localizarlo por el móvil es casi imposible. Correré a comprar esta monografía de inmediato.
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Andrés García escrivano -