VICTORIA POR LA MÍNIMA Y FRACTURA DE PERONÉ DE DIEGO
Jugábamos, en el campo de San Lorenzo de Garrapinillos, otro partido importante. Desde la derrota con Marianistas sólo habíamos conocido las formas del infortunio, hecha la salvedad del choque con el Zuera, que igualamos en el último instante de penalti. Perdimos de malos modos con La Puebla de Alfindén y caímos más bien estrepitosamente en los últimos minutos con San Mateo de Gállego. El primero equipo que nos venció en la primera vuelta había sido Pina de Ebro, que ha hecho una buena campaña, que la está haciendo. Esperábamos este choque con temor y con esperanza. En la comida familiar, Diego dijo que esperaba cualquier resultado salvo la victoria, que la veía muy difícil. En nuestra cabeza había un detalle psicológico que nos hacía mella: nos ganaron por su veloz juego arriba, nos rompieron en la segunda parte al contragolpe por velocidad, y nosotros acusamos no solo la palidez defensiva sino la ausencia de Pirri, nuestro delantero centro cuando todo iba bien. Pirri es nuestro máximo goleador: lleva 17 goles.
Solo teníamos trece jugadores disponibles, y formamos así: Stalin; Diogo, Pirri, Alex Velilla, Jorge David; Miguel, Diego, Mario, Jorge; Alex Navarro y Adrián Serna, que reaparecía tras muchos partidos en el dique seco por lesión. De suplentes, contamos con Jaime (iba a salir de titular pero sufrió un pinchazo) y Juan. El partido fue intenso desde el primer minuto: intenso, deslavazado y sin un ritmo continuado. Ellos empezaron tomando el mando, levemente, con sus jugadores fornidos, altísimos; los delanteros amenazaban, se les veían modos, pero apenas entraron en juego. Tuvieron, no obstante, una oportunidad clara que dio en el palo, pero pronto pasamos a dominar sin la necesaria mordiente. Era una tarde ventosa. Nos costó imponer nuestro juego, pero poco a poco lo fuimos logrando con trabajo, con ambición, con buenas combinaciones y mejor trato del balón que el rival. La línea defensiva se mostró rocosa y segura en todos sus flancos; el arquero Stalin jugaba su mejor partido (ahora ya nos han confirmado que Gayoso probablemente no podrá jugar más este año por su fisura en un dedo y por el premioso periodo de recuperación), y los demás se manejaban con esfuerzo, con compromiso. Alex Navarro realizaba su tarde más completa (le favorece su altura y una cierta sensación de que toma soluciones impredecibles), pugnaba por doquier, generaba incertidumbre en sus marcadores. En la primera parte acabamos cero a cero. Podía pasar cualquier cosa, pero yo ya sabía algo: el Pina no era tan fiero como lo habíamos pintado. Podíamos, debíamos vencer. Llegó el gol: sacó Jorge Rodríguez desde la derecha con ese efecto tan demoledor que le da y marcó Mario Calvera.
Perdimos a Adrián Serna, que sufría en los gemelos y en el pecho. Y poco después saltó la gran alarma: Diego disputó con excesiva suavidad un balón con su voluminoso capitán y recibió un impacto tremendo. ¡Crack! Tuvo que retirarse de inmediato: no podía andar, y ahora está en la Clínica Montpellier con su madre. Aguantamos, generamos alguna ocasión, nos defendimos y, al final, logramos lo que tanto anhelábamos: una victoria de nuevo. Queríamos deshacer el maleficio, volver a comportarnos como un equipo que pelea todo lo que puede, que intentar ser ordenado. Queríamos recobrar la confianza y demostrarnos que podemos… Así, además, rebasamos al Pina de Ebro en tres puntos y volvemos a estar por ahí, cerca del segundo puesto, que es nuestro objetivo para ascender.
Fue un partido trabado, sin brillantez, que se resolvió del lado del equipo que anheló algo más el triunfo. Fue una victoria del bloque. A ningún jugador se le puede poner objeción alguna. Los defensas estuvieron en su sitio, Pirri solventó su tarea con entrega, compromiso, actitud y buenos modales. E intentó cabecear varios córners peligrosísimos. Ahora tenemos 35 puntos. Y la próxima semana, con un montón de bajas de nuevo, sospecho que la de Diego, nuestro pulmón, nos enfrentamos al Movera. (En la foto, Diego a trompicones burla a un contrario).
PD. Ya está confirmado. Diego Rodríguez, nuestro mediocentro, ha sufrido fractura de peroné y tiene para varios meses. Quizá diga adiós a la temporada y también a su etapa de juveniles.
4 comentarios
Javier B. -
Javier Quiñones Pozuelo -
ana a. -
Fernando -
Un abrazo muy fuerte.