JUAN PERRO VUELVE: NOCHE DE FELICIDAD EN CASA
Noche de felicidad en casa
Ha regresado Juan Perro, el alter ego de Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), ese músico ambulante que se alimenta de las músicas de Cuba y del Caribe, de los sonidos negros de Nueva Orleans, de la samba y de la salsa. Juan Perro cuenta historias, canta a las mujeres, evoca a Compay Segundo o a los soneros arcaicos, busca el swing y juega una y otra vez con su voz de trovador, de cantante urbano que vuelve sus ojos hacia el hontanar rítmico de las primeras melodías y los sones del mundo.
Juan Perro es un heterónimo y un empeño personal que va más allá de cualquier impostura: con este personaje, Auserón busca ensanchar al roquero de Radio Futura, busca la complejidad en la composición, en las letras y en la actuación misma. En su regreso al Teatro Principal, Juan Perro volvió con fuerza y versatilidad, más divertido y lúdico que nunca, dispuesto a entregarse a sus paisanos, “a sus hermanos del Gancho”. Se acompañó de una banda de tres músicos cubanos, muy talentosos, de esos que saben hacer gozar al público, que entienden que un recital es una fiesta y un ritual, y que tienden un bosque de complicidades sonoras con el vocalista. Juan Perro aludió a Federico Nietzsche y recordó, en su retorno a la raíz, que “todo placer quiere la eternidad”.
En esa búsqueda se lanzó a tumba abierta, espléndido de voz, capaz de varios y sorprendentes registros, muchos de ellos humorísticos, dispuesto a bailar y contagiar su felicidad, dispuesto a soltar un manojo de propuestas, conocidas e inéditas, que encendieron la noche. El público le regaló su admiración de inmediato, y la música transcurrió como un río: apacible por instantes, mágica y alegre, turbulenta a veces, fastuosa, siempre con un ritmo envolvente. Juan Perro se sentía seguro, en la voz y en la guitarra, en sus clásicos, ‘El carro’, ‘Charla del pescado’, ‘No más lágrimas’, ‘El cigarrito’, y estuvo soberbio con los nuevos temas, que ajusta en sus directos, como ‘Río negro’, 'Poco talento', o ‘Dolores’, una de las piezas más celebradas.
Juan Perro realizó uno de esos conciertos donde todo funciona a las mil maravillas: el cantante se siente inspirado y a gusto con su propia exuberancia. Mostró ese arsenal de temas, de líneas de trabajo y de vibración que caracterizan su investigación y su pasión por la música. Y se extendió ampliamente en los ‘bises’. Creo que nunca lo he visto mejor: él, sospecho, se sintió más que nunca profeta en su tierra.
Vuelve Juan Perro. Banda: Juan Perro (guitarra y vocalista), Norberto Rodríguez (guitarra), Ronald Morán (contrabajo) y Moisés Porro (percusión). Sábado, 18. Teatro Principal. Casi lleno. [La foto pertenece a http://www.lahuellasonora.com]
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