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Antón Castro

ZAPATER: EL GLADIADOR Y SU DESTINO

ZAPATER: EL GLADIADOR Y SU DESTINO

 

Hace algo más de un par de años, cuando se acercaba el 75 aniversario del Real Zaragoza, me dijeron: “Tienes que ir a Ejea: hay un bar con las botas, con las camisetas y con los objetos de Zapater”. Fui solo para verlos: era el jugador más prometedor del club, la joya de la Corona al que reclamaban en Madrid, Valencia y otros lugares. Zapater, parco en palabras, tenía un sueño: se sentía zaragocista hasta el tuétano de la emoción y de la sangre, y habría querido pasar a la historia del club, como Violeta, Yarza, Aguado, Señor o Pardeza. Soñaba con ser uno de sus pares. El, todo corazón como su descubridor Víctor Muñoz, deseaba culminar aquí tardes heroicas de buen fútbol, y quizá un título de Liga. Y ya de paso, o incluso antes, alcanzar la selección. Las dos últimas campañas de Alberto no han sido brillantes: él era el primero en saberlo, no hallaba su sitio, ni tampoco el estado de ánimo adecuado. Quería y no podía. Quería y quería hasta quedar exangüe, quería y quería hasta el abatimiento. Y aún así, a fuerza de pundonor y de vocación, arrastrado por el inmenso cariño hacia la camiseta y su doble trayecto (el de la historia, tan exuberante; el del porvenir, tan henchido de ilusión y de utopía), hizo todo lo que pudo. Trabajó, se desgañitó, ofreció combate, honestidad y sacrificio. Halló más energía que talento; en el fondo, tenía la sensación de que era una extraña sombra y a la vez él mismo. Lloró con amargura en el descenso, lloró de emoción este año. El Real Zaragoza era su certeza y su quimera, el espejo donde quería proyectarse. Para él “el mejor club del mundo”: el conjunto de la raíz, del padre, de la tierra. Marcelino García Toral no confiaba en él y ha alentado su adiós. Algún día volverá a su equipo del alma. Es un blanquillo romántico de las botas a la cabeza. Un gladiador enfrentado al destino.

 

*Esta foto de Alberto Zapater pertenece a la web de gozaragoza.

2 comentarios

Escalambrujos -

A mi me da una pena enorme, porque Zapater es el tipo de jugador que hace que el fútbol siga teniendo un halo romántico. Pero creo que su salida del Zaragoza es lo mejor para él, estaba estancado y no tenía opciones aquí y sin dejamos de lado el forofismo sus dos últimas campañas han sido penosas cuando jugaba en el centro del campo. Le deseo lo mejor y que dentro de unos años regrese para ser de nuevo el Gran Capitán.

Saludos

JESUS -

En cambio el Entrenador,como si hubiese nacido en la Quimica, si que parece haber encontrado su sitio, que complicado y cruel es el futbol a veces.

Zapater, con el deber cumplido, volvera dentro de unos años, a la Liga, pero no al Zaragoza, el bueno de la "Quimica" lo pedira como refuerzo para ve te tu a saber que equipo...Traemelo que lo conozco, que mas vale malo conocido ...