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Antón Castro

CALVOMOÑACO /19: MUJER A CABALLO

CALVOMOÑACO /19: MUJER A CABALLO

Manuel Martín Mormeneo vive sensaciones inciertas. Todos los días contempla un nogal, un guindo, una higuera y un albérchigo, y no está seguro de si eso le proporciona sensaciones placenteras o desata en él un sentimiento de melancolía. Cuando era niño, subía a los nogales, recogía higos en un sombrero pajizo y colocaba jaulas de madera en un guindo y en un albérchigo, al que puso de nombre Tamarindo de Pedre, como a un antiguo buhonero de su región de origen que contaba cuentos de serpientes encantadas.

La pasada noche acudió al cine a ver ‘El baile de la Victoria’, una película de las de antes, con amor, locura, intriga, crímenes y quizá un poco de western. Por la noche soñó con dos bailarinas: una iba vestida como una mendiga; la otra estaba desnuda y llevaba margaritas en el pelo y un único pendiente, de perlas o de nácar. Bailaban en la calle desierta, bailaban en la montaña nevada, bailaban una y otra vez con una rarísima habilidad, con un inefable virtuosismo, sobre un caballo, un portentoso alazán que entraba y salía del Teatro Principal de Zaragoza como si eso fuese lo más normal.

 

*Algunos días después, tras el fallecimiento de su padre y su viaje a Zarautz, Alberto Calvo ha vuelto a sus damas. Y ha hecho esta; en la cabeza tuvo algunas imágenes de Vassily Kandinsky.

1 comentario

Luis Rabanaque -

Estupendo moñaco de Calvo.