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Antón Castro

PALABRAS ILUSTRADAS

Palabras ilustradas

 

Algo ocurre con los cómics. O con eso que se ha dado en llamar la novela gráfica. Algunas son tan complejas como fascinantes, un arsenal de sugerencias, de puntos de vista y de emoción. Un ejemplo perfecto es ‘El arte de volar’ (De Ponent, 2009) de Antonio Altarriba y Kim. El zaragozano Altarriba, profesor de francés en Vitoria y autor de relatos eróticos (acaba de edita ‘Maravillas en el país de las Alicias’, en La Sonrisa Vertical), ha firmado uno de los títulos más sugerentes de 2009, galardonado por doquier: su padre, Antonio Altarriba, se arrojó al vacío a los 90 años y estuvo en los grandes conflictos del siglo XX. David Small publica ‘Stitches. Una infancia muda’ (Mondadori), que ofrece una viaje a la infancia, al crecimiento más bien doloroso y al perverso tuétano de algunas familias. Tiene algo de cuento cruel, de retrato psicológico de pesadilla, en el que Small despliega sabiduría narrativa y pictórica. Se sale de él corto de aliento y con el estómago lleno de escorpiones. Robert Crumb y David Zane Mairowitz firman un impresionante ‘Kafka’ (La Cúpula): la historia del escritor de Praga a la que se le añaden algunos de sus pequeños relatos o de sus novelas, así como fragmentos de su pasión por Milena (“Estoy sucio, Milena, infinitamente sucio, por eso me obsesiona la idea de la pureza…”). Crumb, el dibujante underground, realiza un trabajo impecable en un áspero blanco y negro que lo dice todo del sórdido existir del célebre oficinista. Y Brian Talbot publica ‘Alicia en Sunderland’ (Mondadori), que es una revisión del clásico de Lewis Carroll, una mirada a la relación entre el autor y la joven Liddell, un viaje por la historia de Inglaterra. ‘Alicia…’ es, ante todo, un libro libre de imágenes, de color, de estilos, de climas. Cuatro novelas gráficas ideales para estos días de lecturas.

 

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