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Antón Castro

'69. EL LIBRO DEL VOYEUR' EN GALICIA

Rubén Santamarta, en ‘Culturas’ de LA VOZ DE GALICIA comenta el libro coral  ‘69. El libro del voyeur’ (Ediciones del Viento) de 69 autores e ilustraciones y concepto de Pablo Gallo, artista coruñés activo y entusiasta, vinculado con  Burgos y ahora residente en Bilbao.

 

 

Aunque el sexo vende (y cuánto vende), no es el erótico un género especialmente seguido en la literatura de librería convencional.

Quizá porque el fi lo que separa la virtud del exceso es fi no, muy delgado. Convertir un relato sobre el deseo en una historia con encanto o deslizarla hacia el cuento pornográfico es cuestión de un adjetivo de más, de un simple matiz.

 

Pablo Gallo (A Coruña, 1975) no oculta su simpatía por el dibujo del cuerpo femenino, en todas sus posiciones, en todas sus imaginaciones. Los retrata «por puro placer», cuenta en la presentación de El libro del voyeur. Con ese ánimo, el de la satisfacción, preparó una serie de diseños circulares, a modo de ojo que inspecciona por la mirilla, con mujeres en diferentes momentos, amando, dejando ver su ropa íntima, besando, dejándose desear, mirando un espejo… E invitó a escritores, poetas y hasta a cantantes a poner letra a esas ilustraciones.

 

RESULTADO

El resultado es un libro muy sugerente que permite advertir el género erótico en todas sus desviaciones, desde el relato lineal hasta los desbarres que obligan a dos y tres lecturas. El único hilo son esos 69 diseños (no hacen falta explicaciones sobre el número, que no es por azar) de este gallego asentado en Bilbao. No hay siquiera un tamaño narrativo prefijado. Los textos oscilan entre las cuatro líneas contadas Lawrence Schimel para el único dibujo exclusivamente masculino hasta la página y media de Antón Castro. Precisamente el de este último sobre el fotógrafo y la modelo del arteixán es uno de los más logrados.

El arteixán forma parte de la plantilla gallega incluida en el libro. Están David Saavedra con su relato sobre la incomprensión de una pareja de lesbianas; Estíbaliz Espinosa, con su interpretación sobre el poder de los dedos; Luis Carril, presentando un microrrelato del amor compartido en la emigración; Rogelio Fernández, en torno a los pensamientos domésticos de una mujer frente al espejo; Marilar Aleixandre, con todo un ejemplo de pasión asentada en cinco palabras; y el sobresaliente microensayo bien podría resumir el espíritu del libro: qué mueve el pensamiento del mirón. Tiene la obra la virtud de unir a creadores de un lado y otro del Atlántico (Perú, Colombia, Argentina, Chile…), enriqueciendo la obra, aportando miradas y léxicos variados sobre el sexo.

Aunque en alguna ocasión cueste entender el fondo de lo que quiere decir el escritor. Algunas imaginaciones demasiado desbordantes

complican unos pocos textos, que, además, no acompañan nada bien a la imagen correspondiente. Quedémonos, sin embargo, con piezas tan extraordinarias como las de Nacho Vegas, el músico asturiano que con tanta sutileza mueve el ardor en sus letras. Simplemente, sugiere.

 

Rubén SANTAMARTA. LA VOZ DE GALICIA. Culturas.

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