EL LECHERO EN BICICLETA
LA BICICLETA DE LOS RECUERDOS
Por Jan PUERTA
Un día de estos os presentaré al simpático propietario de esta bicicleta. Pero hoy me vais a permitir que vagabundee un poco entre recuerdos que me dominan, tal vez llenados de la mano de la nostalgia.
El personaje en cuestión se dedica a vender leche de vaca recién ordeñada. Evidentemente la pongo en un cazo y la dejo hervir. Después, al primer sorbo los ojos se me cierran transportándome a una infancia casi de pueblo donde los sabores suplían con creces cualquier manjar deseado. La comisura de mis labios siempre delataba lo que había bebido.
Ese sorbo actual, me llena de añoranza sobre una etapa que ya no regresara. Incluso los propios recuerdos a veces se vuelven difusos y la memoria me juega malas pasadas.
Cuando me cruce por primera vez con la bicicleta, su propietario estaba atendiendo a una señora. La bicicleta permanecía sola en la calle. Momento que aproveché para hacerle esta fotografía. Una caja de plástico, de esas donde los agricultores ponen sus verduras o frutas almacenaba cuatro botellas llenas de leche. Primero pensé que era de alguien que simplemente las había comprado. Lo esperé para preguntarle donde la había conseguido y me dijo que el mismo la vendía. A partir de aquí, se inicio una agradable conversación que publicare cualquier día de estos.
Mientras tanto, bebo un sorbo de leche, aun caliente después de haberla hervido. Se me cierran los ojos. Lo malo, es que después de tenerlos cerrados durante unos eternos segundos, me gustaría que no se abriesen y quedarme anclado en esa infancia que tanto recuerdo.
La última vez que bebí leche recién ordeñada fue en Gósol. Un pequeño e idílico pueblecito que despierta cada día bajo la cara menos fotogénica del impresionante Pedraforca. En el parque nacional del Cadí Moixero.
*La foto es de Jan Puerta, y el texto también. Lo he tomado de su blog.
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